Mi historia con los relojes empezó hace muchos años, ya lo expliqué anteriormente. Desde que recuerdo me gustaban los relojes, pero a parte de eso, no llegué a profundizar en el tema hasta tiempos mucho más recientes.
Después de que a finales de los 90 mi madre me regalase un Lotus Chronograph, pasó algún tiempo hasta que ella se ofreció a regalarme otro. En concreto fue en 2011, para mi cumpleaños. Las relojerías del barrio estaban monopolizadas por Lotus, Festina, Viceroy, y en aquellos tiempos también por Time Force. Entonces me topé en el escaparate con un modelo que me resultó muy atractivo, deportivo, cronógrafo y con esfera blanca que desde siempre habían sido mi paradigma de reloj favorito. Le acompañaba un pequeño expositor con una campaña publicitaria con la que me sentí identificado. No hacían relojes de moda, sólo buenos relojes.
Entonces miré la marca, se trataba de Duward, un nombre que me sonaba del pasado, y que pensaba que había desaparecido. Realmente nunca cerró, pero si es cierto que tuvieron que reenfocarse para paliar las diferentes transformaciones que sufrió el mercado. Aquel reloj era además, representaba el resurgir de una legendaria marca de relojes española.
Se trataba de un Duward Aquastar D95059.11, un reloj de precio relativamente elevado para mis estándares de aquel momento, y que finalmente conseguimos con un interesante descuento. Un reloj que me acompañó de viaje con amigos por Lisboa, y en muchos otros momentos importantes más de mi vida. Pero también un reloj que cada vez que lo veo, o cada vez que lo uso, me recuerda mi pasado relojero, y a mi madre.
Con el tiempo repetí con Duward / DERSA, y escogí el Duward Aquastar Hockenheim D95518.02. Creo que ya sólo me falta un Aquastar 200M vintage.
Tras bastante tiempo guardado en la caja, hoy me lo he vuelto a poner, he sentido aquellos maravillosos recuerdos de relojes, y sin poderlo evitar, he comenzado a reflexionar.
En 2011, opté por el resurgir de una marca, por un reloj que me pareció especial y que escogí. Una marca española llena de tradición relojera. No sabía que la sede se encontrase en Barcelona, pero lo que no podía ni siquiera llegar a imaginarme, es que menos de 8 años después, visitaría sus oficinas, entrevistaría a Álex Vendrell, su propietario, y desde entonces mantendríamos una buena relación.
No puedo menos que sentirme privilegiado por ello, por haber disfrutado plenamente de máquinas tan maravillosas como son los relojes, por haber, al menos intentado, difundir ese entusiasmo y esa pasión, y por las personas que he ido encontrando en el camino. Tanto responsables de marcas, compañeros de afición, lectores del blog, … Todos aquellos que sentimos algo especial al llevar un reloj en la muñeca.
Buenos días D. Javier y demás lectores de la bitácora.
Es cierto que es una marca que no conocía, quitando de las diferentes entradas y menciones que realizas en la bitácora.. En algún escaparate los he visto, pero curiosamente no es relojería sino tienda de regalos.
Me resulta curioso que en España la distribución en relojerías ser lo lleva crudo Grupo Lotus Festina Grupo Viceroy, POLICE, Guess, MK…. amen de que nuestras marcas de ropa (retail) sacan por temporada un par de modelos…
Tal vez no tenemos la tradición / cultura relojera de otros países o la potencia compradora de otros países europeos. La verdad que nuestro consumo (en términos generales) consiste más en apariencia que en calidad. Aún recuerdo la moda de los logotipos gigantes los rótulos gigantes y las banderitas (tipo Union Jack Pepe jeans, Barra y estrellas Tomy)
Yo lo que no comprendo, y sigo sin comprender por mucho que le pego vueltas, es porque en nuestro mundo relojero (véase lotus, festina, viceroy, radiant…) no realizan versiones de sus modelos de las décadas de los 70/80 y noventa. Aún recuerdo y sol y día de lotus con maquinaria de quarzo suiza que sería una bomba o algún Radiant «inabloc» (o algo así) que hoy sería un éxito moda vintatge… los latinos nunca creímos en nosotros mismos, siempre lo de fuera es mejor (que mentira).
Buenos días compañeros. Mis felicitaciones por el artículo y gracias por compartir tus reflexiones.
Gracias por esta excelente lectura GUTI, se ven muy buenos relojes y duraderos que es lo que más me gusta de los guardatiempos. El reloj que te recuerda a la jefa cuando lo ves, tiene un precio incalculable, es un tesoro, el cual cuidarás toda la vida. Por eso amo tanto los relojes, pues los comparo con libros abiertos, cuando veo un Casio que salió en los 80′ que tiene fases lunares, me acuerdo de mi viejo, pues ese reloj fué el último que tuvo. ( mi papá amaba los Casios)
GUTI, SERGI y FORO, les mando un abrazo.
PD: averigüe la nomenclatura del último Casio que usó mi viejo, es el GMW-15.
Saludos.
En el pasado Sergi Duward intentó posicionarse en gamas más bajas, las típicas de tiendas de regalos. Crearon la marca DW, y no les funcionó demasiado bien, así que la terminaron retirando. Es verdad que incluso las marcas que lo hacen bien, y en relojería Duward es un ejemplo, no acaban de extenderse por el mercado. Suelo pensar que los consumidores buscan un más de lo mismo, y por eso Festina y Viceroy.
Lo de las versiones de los 70, yo también lo pienso. Es como si no valorasen su historia. Aunque como los conozco, creo que es más bien porque piensan que no tendría aceptación. Y ahí no se si darles la razón. Quiero decir, un reloj que reproduzca los legendarios Aquastar de los 70, ¿tendría éxito? Yo creo que como mucho lo tendría con los frikis como nosotros. Es un mercado pequeño, así que prefieren enfocarse a la gente «normal».
Estoy convencido que vas a disfrutar con esta lectura Ricardo:
Una bonita historia del Casio GMW-15 (Moon Graph)
Buenos dias D. Javier, D. Ricardo y demás lectores.
Por lo que comentas de el riesgo de no reeditar relojes de los 70,80 y 90 de nuestra exigua herencia/cultura de relojes… Creo que pueden ver a casio que vende los old school a manos llenas, orient ha sacado el «buceador», certina con su DS, timex, hamilton con la reedición de los 60 (ese digital con caja maciza)
Cómo todas las revisiones o reediciones, lo cíclico de la moda, encasillarse en un más de lo mismo demuestra la mediocridad y por ende tratar a los potenciales clientes de máquinas de consumo/ventas sin capacidad de decisión.
Tal vez este efecto túnel que tenemos los apasionados por los relojes (freakies) nos lleva a pensar en desproporcionadas o alocadas visiones (más teniendo los smartwatchs, que deben ser el futuro), pero ¡que bonito sería!. Si lo sacaran después los podríamos a caer de un burro (que si el original es mejor, que si que poca vergüenza…) costumbres latinas hay que aceptarlo somos así.
Gracias por seguir con estos post…
Efectivamente disfruté esa lectura GUTI, muchas gracias, al leerla recordé intensamente a mi progenitor cuando sus ojos verdes no dejaban de mirar ese GMW-15, muchas gracias amigo.
Saludos a todos.
Tienes razón en eso Sergi. Otras marcas lo hacen, el ejemplo que mencionas de Certina es muy bueno. Se inspiran en modelos de antaño, igual que la mayoría de marcas suizas, y así cobrar un sobreprecio. De Casio, creo que es diferente, si hicieran lo mismo, o sea cobrar 50€ por un F-84W, creo que no venderían muchos.
Me alegra mucho Ricardo. Los relojes no sólo cuentan el tiempo, a veces lo guardan en forma de recuerdos y esa parte, esas anécdotas son maravillosas.