Tras las excelentes impresiones con los Paraguas Carballo F-10 y Malaca, y aprovechando que siempre había querido tener un bastón, decidí hacerme con uno de los que fabrica Carballo.
Inicialmente me planteaba un bastón de los de toda la vida, lo que denominan bastones clásicos, y del que me gustaba mucho el modelo bastón clásico Leopardo de 32€. Combinaba el estilo clásico de un bastón, con el tejido tipo leopardo de la empuñadura, que le daba un toque kitsch tipo Tino Casal.
Al final se impuso mi criterio racional, y me decidí por uno de los modelos plegables, que usaría con más frecuencia al poderlos transportar cómodamente en la mochila, pero mi incliné por la colección de bastones plegables estampados. Una cosa es que quisiera experimentar la sensación de caminar con un bastón de calidad, y la otra la de parecer un ancianito.
El escogido fue el modelo Gaudí, aparentemente un bastón bastante tradicional, con su puño de madera marrón oscuro, pero con un tubo de aluminio recubierto con un estampado inspirado en las obras de Antoni Gaudí.
Empezamos por el principio, recibimos el envío rapidísimamente, como es habitual con Paraguas Carballo, justo dos días después de pedirlo, tenía el bastón ya conmigo. Aquí viene la primera sorpresa, la caja de la muletilla, viene firmada por Finna, y no por Carballo como cabría esperar, pese a que la web de los fabricantes de paraguas no nos menciona nada al respecto. Finna S.L., es una especializada en la fabricación de bastones, y ubicada en Bonmatí (Girona). Fundada en 1989, sus orígenes se remontan en realidad hasta los años 60, cuando empezaron a explotar la madera de castaño para diferentes productos.
No hay ningún problema, pues el bastón de Finna Walking Sticks (referencia 41310), está totalmente en la linea de Carballo, apuestan por la tradición, la calidad, y son igualmente Made in Spain, pero se hecha en falta en la web, indicar que no son propios de la fábrica, pues únicamente fabrican paraguas, sombrillas y parasoles.
Extrañamente, si visitamos la tienda online de Finna, comprobaremos que su precio es de 44,47€ más 8€ de envío, o sea, un total de 52,47€. Por otro lado, si acudimos a la tienda online de Carballo, sin tener en cuenta posibles ofertas puntuales, nos saldrá por 36€ más 5,95€ como gastos de envío, es decir 41,95€, y por tanto 10€ más económico.
Mide plegado 25cm en su dimensión máxima, cabe fácilmente en una mochila, y con sus 275g de peso, apenas molesta llevarlo. El desplegado es automático y casi instantáneo, para darnos una longitud de entre 82 y 90cm. Es decir, es regulable con esos 8cm de margen, de modo que el codo nos quede flexionado a unos 20 grados para que la empuñadura quede a la altura de la cadera lo que te permitirá que mantengamos una posición vertical. Otro aspecto importante, es que lo debemos utilizar en lado contrario de la pierna o cadera dañada o que queramos reforzar. Si tienes una lesión en la pierna izquierda hay que utilizar el bastón por el lado derecho.
El ajuste de altura, se lleva a cabo a la hora de hacer nuestro pedido en La fábrica de paraguas Carballo, por lo que es recomendable que os midáis antes de comprarlo. En mi caso os puedo decir, que teniendo las piernas relativamente largas, y con 1,82cm de altura, la longitud de 90cm, se me queda ligeramente escasa. De modo que si eres más alto, no te resultarán óptimos, y será mejor que optes por las variantes rígidas de 93cm o 95cm.
En general, esta es la tabla de correspondencias a usar, correlando la altura del usuario, con la longitud del bastón:
Altura (cm) | 160 | 165 | 170 | 175 | 180 | 185 | 190 |
Longitud de bastón (cm) | 83 | 86 | 89 | 92 | 94 | 96 | 99 |
Para los profanos como es mi caso, se muestra tremendamente ligero, imagino que si tenemos el recuerdo de las antiguas cachas de pueblo, el armazón de aluminio de tubo, que es hueco como si fueran las varillas de una tienda de campaña, reducen el peso considerablemente. Al estar concebido como un bastón de viaje, incluye una práctica bolsa de nailon en color negro, que nos permite transportarlo con comodidad, así como una pinza de plástico para que mantenga su forma. Me preocupaba que el hecho de ser plegable, causara que no fuera tan sólido como un bastón rígido, pero no se aprecia diferencia alguna entre el Gaudí, y un bastón convencional. El montaje es muy sencillo, los fragmentos del palo o eje, se separan tirando de ellos, y un tensor de goma interior, hace que no se pierdan, y que se ensamble rápidamente cuando es necesario.
Lo que lo hace especial, es a mi modo de ver el estampado, un dibujo que pasa desapercibido normalmente, pero que cuando nos fijamos lo diferencia de una muletilla normal. La anilla de color cobre, no me gusta demasiado, probablemente en plateado habría quedado mejor.
El puño es muy agradable al tacto, y no resbala mientras lo llevamos agarrado. El agarre de la puntera o taco de goma, no tiene ninguna pega. Lo bueno es que son reemplazables, están disponibles en varios colores y cuestan menos de 2€. Se ofrece como opción una correa de cuero trenzado, apta para bastones y paraguas, por unos 7€. En este caso, no lo encuentro necesario, pues con la bolsa que trae para su transporte es más que suficiente.
Usándolo, uno se siente distinto, tal vez como un caballero de los de antaño, que es precisamente lo que andaba buscando. Inevitablemente atraemos miradas ajenas, y es que a día de hoy, que deberíamos tener menos prejuicios que nunca, nos encontramos con que un bastón está asociado a gente débil, más que como un apoyo. Sin lugar a dudas, me llama la atención, porque cuando veo personas que llevan bastones de montaña, ¡en plena ciudad! no ocurre nada de esto.
menuda sorpresa, 10 € más barato en el distribuidor, que en el propio fabricante!!
Muy útil la tabla que adjuntas; es el problema de esos bastones, que al no ser regulables se tienen que tener muy claras las medidas antes de pedirlo.
Coincido contigo en el diseño: la anilla hubiera sido mejor plateada, pero dado que seguramente se dirija a la tercera edad, la mayoría de ancianos la preferirán dorada 😀 Sobre el estampado, es precioso, un acierto la inspiración «gaudiana».
¿Realmente el bastón es resistente? Estos plegables no me suelen inspirar mucha confianza, de hecho hasta los de montaña (y mira que son duros) me he cargado alguno, así que la robustez de esa marca no se como será, ¿has probado a flexionarlo apoyándote de lado, y aguanta? Porque el aluminio si algo tiene es eso: poca capacidad de flexión, al contrario que el acero que tiene una predisposición natural a la amortiguación. El aluminio es de ese tipo de metales que «te pega sustos», o sea, que no se va doblando sino que se parte repentinamente. Claro que al ser tan ligero pues es mucho más cómodo de llevar (y usar) que el acero, y la otra opción hubiera sido el titanio (con las bondades de ambos materiales y ninguno de sus defectos), pero un bastón de titanio ya es apuntar muy alto 😀
Respecto a tu comentario final sobre los bastones, estoy totalmente de acuerdo. Tengo una anécdota además: cuando estas semanas no podía ni caminar, un día fui al médico con bastón (un bastón normal), y me ve un chico y empieza a musitar: «¡con bastón como si fuera un viejo!», ¡¡en serio!! 😀 No veas, ni que el bastón me lo hubiera pagado él… Pues sin embargo cuando salgo y entro en núcleos urbanos con el de trekking, no pasa nada. De hecho un chico que conozco que tuvo una lesión en un pie haciendo trekking, por la ciudad para apoyarse llevaba el bastón de trekking y lo prefería a ese tipo de bastones. Pero bueno, como dice el cuento del viajero ese, si fuésemos a hacer caso de las habladurías de la gente esteríamos todo el día cambiando como veletas, porque sea por una cosa o por otra siempre habrá alguien que critique.
Muchas gracias bianamaran. Es resistente, probé dejando mi peso con el bastón un poco de lado, y aguantó bien. Claro que no lo hice a mala idea. Por otro lado, como no es mi talla, tampoco es que lo haya usado demasiado. Un día para probarlo en un paseo tranquilo y nada más.
Yo también noté las miradas, quizás era sólo mi percepción. En todo caso, me acostumbraría a ello sin problemas.
En su día me compré un Arpenaz 500 Photo del Decathlon ya que mi intención principal era poder utilizarlo como monopie de la cámara Réflex en algún paseo ocasional por el campo…
Al tiempo se dio la circunstancia que por motivos de salud necesité un bastón, y aunque me prestaron una muleta yo iba mucho más cómodo con mi bastón… lo único que le fallaba era la empuñadura, una como la de tu bastón hubiera sido ideal.
Me ha sorprendido lo de la pierna contraria, yo necesitaba quitar peso de la pierna derecha, por lo que llevaba el bastón en ese mismo lado.
Me pasé seis meses llevando el bastón por fuerza y me daba igual lo que dijera la gente, yo sin el bastón no podía salir de casa…
Saludos
Me imagino que cuando se convierte en una necesidad por salud Fernando, la percepción cambia. A mi también me sorprendió, pero es así. Recomiendan llevarlo en el lado contrario al dañado, imagino que será para equilibrarlo, y como todo, será una directiva general, pero que no se aplica a todos los casos.