Vamos a seguir con la nostalgia después del Rosatoys bebé estrellitas. De casualidad estaba haciendo la compra de congelado en La Sirena, y me encontré con un tentador paquete de 12 unidades de Burmar Flax a 0,99€. Sólo ver su envoltorio me transportó a los años 80, una época en la que un Popeye de Frigo, el polo de hielo más barato que vendían, costaba 25 pesetas. Los Flax, polines o bambino en Venezuela costaban solamente 5 pesetas. Con lo que costaba el Frigo te comprabas cinco unidades. Al menos en mi barrio los sabores favoritos de los niños eran el de fresa y el de cola, motivo por el cual cuando ibas a la tienda el pobre tendero debía rebuscar esos saberos en el congelador.
La sorpresa agradable es que Burmar sigue en activo con denominación social Burmar Sweets, S.L.. Empresarialmente fue uno de aquellos negocios visionarios que en pocos años triunfó ofreciendo algo que nadie más tenía, el Flax. En 1973 Evaristo Burgueño Martín funda la marca en el pequeño pueblo de Talarrubias (Badajoz), localidad desde la cual aún operan. Gracias a ofrecer un producto que no existía, el Burmarflax hace despegar la empresa, que durante los 70 y los 80 se extiende por toda España.
El nombre me gustaba, parecía extranjero, pareciendo aún más moderno. Las campañas de publicidad estaban perfectamente adaptadas a los gustos de los niños, pero además, con sus diferentes premios directos y las campañas de fidelización a los kioskeros consiguieron que éstos se peleasen por el producto.
No se si será cierto, pero afirman que año tras año actualizan su formulación. Pese a que mantienes sus característicos «sabores de otra galaxia» (cola, lima, naranja, limón, fresa y tropical); ahora se marcan claramente como «Sin lactosa», «Sin grasa», «Sin gluten» y «Sin sal», algo que no debe extrañarnos, ya que al final es un jarabe a base de agua, azúcar, colorantes y aromas. Nada de frutas en realidad, un aspecto que probablemente era el que más criticaban los padres. Supongo que esa fue la razón por la que en tiempos recientes la empresa lanzó los Burmar Gourment a base de zumos naturales.
Admitiendo que de natural tengan solamente el agua y los colorantes, sus sabores nos transportan a los tiempos del Gusy Luz, los Airgamboys y el Fuerte de Comansi. Una experiencia desconocida en los niños de hoy en día, pero que cuando la prueban, les gusta.
Buenos días. D. Javier y demás lectores de la bitácora.
Qué recuerdos, en mi zona la marca que tenía más presencia de mercado era los de Pegui que eran más anchos de lo normal. El sabor más conseguido era el de cola ( nuez), fresa y el de limón, el de naranja la verdad que daba repelus.
Que gratos recuerdos… Y cuánta sed saciaron: yo era de colajet y el vampiro.
Buenos días…
Yo no soy muy de frío y odiaba los fash (¿flax? ¿flas? ¿flash?), así que para encontrar uno que no estuviera congelado, tela. A últimos de verano creo que solía haber, pero fuera de ahí era un suplicio esperar a que se descongelara todo aquello. Yo también era muy de cola – por la rareza, más que nada -, aunque no le hacía ascos a ningún sabor (bueno, quizá al de limón). Con tal de tener uno ya podía darme por contento… 😀 Y por cierto, cómo cortaban en los labios, los condenados…
No se si será una leyenda urbana o no, pero una vez el tendero nos echó la bronca por pedirlo sin congelar. Según él se ponían malos si no se congelaban… No se si será cierto.
Las alusiones del tipo: sin gluten, sin sal, etc… difícilmente engañan, no deja de ser agua con azucar y una lista interminable de aditivos, o al menos así los recuerdo yo cuando mi padre se ponía a contar los E-XXX del apartado de ingredientes: «Mira niño la de guarrerías que lleva ésto», era muy pesado con el tema pero ahora lo agradezco por lo que respecta a la salud. De hecho parece claro que dentro poco el azucar será considerado como poco menos que veneno, sólo hay que fijarse en las campañas de publicidad de cantidad de marcas comerciales, todas haciéndo énfasis en la ausencia de azucar, aceite de palma, etc… Buscan anticiparse a las tendencias, ya que cada vez es mayor el porcentaje la gente que se fija en lo que come y éso puede ser la ruina de muchas de ellas.
Aquí a Cataluña Sergi, los Pegui también se veían en algún que otro kiosko y tiendas de ultramarinos, aunque no fueron demasiado populares.
Pues todos coincidimos en el sabor de coca-cola Graciela Camuñas Soto, era de nuestros favoritos. A mi el frío siempre me gustó. Lo que no me gustaba era que yo bebía el jarabe extrayéndolo del hielo. Al final te quedaba la barra de puro hielo que ya no habían quien se la comiera, jeje.
Es verdad jostma. Y el problema es que las marcas los saben. Algunas han optado por ir retomando sus recetas originales, menos artificiales. Sin embargo otras, ha optado por enmascarar la realidad (reemplazando los E por su denominación química), o cambiando el azúcar y la sal por potenciadores de sabor como el glutamato.
Es posible que sin congelar duren menos Ataulfa Panfleta le Meoyo, pero vamos que yo los compré sin congelar, así que no dejará de tener una fecha de caducidad similar a la de un refresco a base de agua, azúcar y saborizantes.
O bueno, quizás antaño los conservantes no estaban tan evolucionados.
Jajajaja, como de un artículo recordamos hechos de nuestra niñez, hechos que recordamos con nostalgia.
Gracias por el artículo Guti.
Saludos a todos.
Creo que este tipo de helado de hielo/refresco Ricardo fue popular en todo el mundo. Sorprendentemente eran marcas locales que tenían éxito en la región o en el país pero que surgieron casi al mismo tiempo. Seguro que en México había una también. ¿Recuerdas como se llamaba?
En mi terruño sudcaliforniano, se llamaban “bolis”, era raro verlos en tiendas grandes, y esos generalmente eran de marcas nacionales. Los tradicionales eran hechos por comerciantes en pequeño, con sus “sistemas de refrigeración de empuje” (o sea, carrito de nieves); ellos mismos los hacían, ya fuera solos o en pequeños gremios. Tomando en cuenta los 44 grados veraniegos que nos seguimos aventando, todos los días, afuera de la escuela, había “paleteros” o “neveros” (quienes también vendía helados o nieves, y paletas heladas). Sabores artificiales de todo tipo: naranja, limón, fresa, uva, vainilla (quiza el menos artificial) y “Pepsi” o “Coca”
No fue sino hasta hace 10 años mas o menos que “BonIce” empezó a vender “bolis” mas industrializados, con comerciales bastante aberrantes
Aquí un link con una foto de un “paletero” totalmente del estilo de los de mi infancia, en cuanto a su carrito:
Por supuesto, también se hallaban estos productos en paleterías/neverías mas en forma, también muy tradicionales y siempre aludiendo al estado de Michoacán. Creo que “La Michoacana” y “La Flor de Michoacán” son franquicia. Foto:
Estas neverías, hace, digamos, 50 o 60 años eran verdaderos centros sociales. Y me imagino que en muchos pueblos chicos lo siguen siendo. Hace un par de años visité una “Ciudad” en nada mas que el nombre, y el tráfico de estos lugares era tremendo. En mi “gran ciudad” de 400 000 personas, ven menos clientes. Pero ojalá nunca cierren.
Hice un comentario bastante largo, ojala no se haya borrado.
Gracias por tu testimonio Kabe. Tranquilo no se perdió. Como había varios enlaces se quedó en la cola pendiente de aprobación. Es interesante lo de México con negocios locales fabricando su propio helado de hielo. Que yo sepa en España no llegó a ocurrir, todos fueron industriales.
Por cierto que una de las siguientes aventuras de Paul Davis comienza en Baja California.
Buenos días D. Javier , Kobe, Ricardo….
Javier preguntando a miadre me dijo que si qe hubo en España. De hecho me ha sacado de la alacena una polera un cacharro de metal cóncavo que dice que se enfriaba y trabajaba con una especie de espátula. Dice que tiraban jarabe de zarza, limón…. De hecho investigando un poquitín se ve qe es el origen de l’aigua llimo ( agua limón).
Que curioso,por Dios qeno se pierda y gracias por la información Kabe
Pues mira, nos hemos leído el pensamiento. Mi madre recuerda que de niño nos compró unos moldes de plástico. Eran de colorines y venían con un palito de plástico también. Echaba zumo y agua y nos hacía helados caseros. Como dices, que pena que se haya perdido todo eso.
Esos moldecitos para paletas son universales, yo creo. Recuerdo haber hecho de leche con chocolate, Pepsi, y si sobraba agua fresca de la comida, también (se me olvidó decir que «La Michoacana» tambien vende tradicionales aguas frescas y postres como fresas con crema y escamochas
Guti, acerca de la pregunta que me hiciste, hay 2 respuestas:»Saborin» fue la más famosa y antigua, y también hay «Friolin» (ambas tienen muchos años y siguen produciéndose de varios sabores).
Saludos.
Si, ahora me acuerdo Kabe. Mi madre también los preparaba con leche y chocolate. Aunque recuerdo que mis favoritos eran de zumo de frutas. Es curioso como ha cambiado todo, antes esos helados se reservaban para un día de fiesta. Ahora vas por la calle, y los niños comen helados a cada rato.
Gracias Ricardo. Estuve buscando imágenes y me pareció ver que el término «Saborín» se usa allá también como el genérico de «bolis». Aquí se les llamaba «polines», o también «Flax» por el nombre de la marca.
Buenas tardes D. Javier, D. Kobe, D. Ricardo y demás lectores.
Que gratos recuerdos, aún en la costa meditérranea hay mucha tradición de los granizados (café, limón, horchata, vampiro (granizado de limón y jarabe de fresa), «mentireta» (café licor con granizado de limón)… En general, por mucho azúcar, sustancias… no hay como el que hacía la mamá.
Os paso un enlace para este aigua llimó de sucre cremat (granizado de limón con azúcar quemado ) que ese en el mercadona no lo hacen…. Es facil de cocinar y muy asequible; más si tienes limonero…
https://www.youtube.com/watch?v=xCJ0EuRVyac
Buenas tardes cabelleros.
Otro día tendremos que hablar de los granizados Sergi (la horchata nunca me gustó). Gracias por compartir el vídeo.
Buenas tardes Javier.
Horchata ( zumo de chufa) es hipercalorica. Yo la tomo antes de hacer deporte fuerte por las mañanas. Si consigues una fresca ( la del merca o Lidl) en botella de cristal es buena, pero has de ser muy de dulce.
Buenas tardes.
Será eso don Serg. No soy mucho de dulce, ni horchata, ni arroz con leche… Esas cosas tan típicas.
Muy buenas tardes a todos
Cómo estáis?
Vaya,Guti,que causalidad más chula.
Hace un par de días hablando con mi hijo de los «bumba flash» como yo los llamo y se lo explicaba a el, porque los que le compra mi mujer no son de ese nombre.
Y le explicaba lo que has comentado en el gran post que has hecho.
Que gran recuerdo de nuestra infancia.
Otra vez de vuelta a esos 80.
Gracias por el grandísimo post.
Genial!!
Estas pequeñas cosas,que parecen tan banales,de cierta manera nos mantienen unidos como el cordel de una cometa a esa década tan nostálgica para muchos de nosotros,y más en estos tiempos tan convulsos y tan tristemente históricos por la pandemia.
Un saludo!!
Pedro.
Me alegra verte de nuevo por aquí Pedro. Esas pequeñas cosas que nos traen recuerdos. Una época mejor en algunos sentidos y peor en otros, pero que definitivamente nos marcó. Gracias por tus palabras.
Me acabo de acordar que los «bolis» de vainilla los llamabamos «de leche»
Aquí se les llamaba «polos de leche», así que es bastante parecido Kabe. Es curioso como la misma época con las mismas cosas se reflejó por igual en casi todas las regiones. Sólo cambiaba el nombre. Eso lleva a pensar que al final el mundo es sólo uno, y que todos somos personas.
La nostalgia es una droga, buena, bonita y barata; gracias por la ración D. Javier. Tiempos fueron… de kisoko, de canicas y peonza, de parque de hierro fundido y gravilla lija rodillas, de la calle o la alfombra del salón viendo Mazinguer Z, el bosque de Tallac (Jackie y Nucka), o el libro Gordo de Petete, de Teresa Rabal; tiempos fueron…..EGB, una época dorada, excepcional, que se ha ido para no volver….cerrado por melancolía.
Sí que lo es Hyuga. Por un lado creo que la aprovechan para incentivar las ventas. Clientes que ahora son padres y que intentan transmitir los mismos recuerdos a sus hijos. Lo que me agrada de eso es que permite conservar productos que de otro modo se perderían.