Sigo con los relojes, pero cambiando un poco de tercio después los Vostok 86 y Vostok 43, con una vuelta a Casio. Me refiero al Casio STL-S110H, un modelo presentado en 2015, como parte de la linea Sport, o sea, un poco por encima de los conocidos Collection.
Me encapriché de un reloj de resina para poder usar en verano, y esta versión 1C, con base negra, y detalles en amarillo, que tanto me gustan, me llamó la atención, porque por 36€ en Amazon.es, no tenía rival. Por cierto, que su precio oficial, son 50€. En Estados Unidos, se encuentra por 30$ o menos.
Tecnológicamente, ya no es revolucionario, es una mejora sobre el anterior STL-S100H (módulo 3425 -2014-), que a su vez se basaba en el W-S220H (módulo 3271 -2013-), y este a su vez en el W-S200H (módulo 3197 -2011-), o sea que es contemporáneo de mi antiguo W-S210HD, que tan buen resultado me ha dado.
Recuerdo que precisamente cuando escogí el W-S210HD, también valoré la compra del W-S200HD, prefiriendo las fases lunares y el gráfico de mareas, en favor de las funciones específicas para running.
Es un reloj asequible, en la linea del W-210-2, pero que es capaz de ofrecernos 5 alarmas, señal horaria, luz mediante Illuminator LED, cronógrafo, y alimentación solar Tough Solar. Ya os digo, que a nivel de módulo, es muy parecido al W-S210H, así que no me extenderé demasiado en ello.
Lo que sigue causando buenas sensaciones, es su presentación, con el completo manual de instrucciones a los que Casio nos tiene acostumbrados, y una caja de plástico, que hace las veces de expositor. Mi unidad vino con un nivel de carga medio (M), viene a ser lo habitual al haber estado almacenado en la tienda. Sin embargo, al exponerlo a la luz indirecta del sol, tardó 2 días completos en llegar a su nivel máximo (H), pese a que el manual, indica un tiempo orientativo de entre 2 y 16 horas dependiendo de las condiciones. Me temía un daño en el acumulador CTL1616, o un defecto de fábrica como me ocurrió en el MTG-M900, pero no fue así. Sencillamente debía estar en el nivel de carga más bajo, rozando L, y por eso necesitó más tiempo.
Lo que si agrega, es Lap Memory 120, que permite almacenar hasta 120 registros que incluyen fecha, tiempo de parada, tiempo de vuelta y tiempo medio, y dos temporizadores independientes, para entrenamientos tipo Course Navette.
Su tamaño ha crecido desde sus predecesores, estamos ahora en 54,6 X 52,7 X 14 mm, ligeramente más voluminoso que un GW-6900, que ya desde sus inicios se consideraba un reloj grande. No obstante, pesa solamente 53g, pues en realidad, casi todos sus componentes son de plástico, por desgracia también el cristal, y que fue la causa que dudara entre un DW-290. También barajé los W-735 y W-736, algo más baratos, con alarma vibratoria y una pila de 10 años de duración en vez de células solares.
Con una resistencia al agua de 10ATM (100M), y la carga solar, cumple sobradamente con mis expectativas. De hecho, al módulo 3441, hasta le sobran funciones que no usaré en la vida. Es fácil de leer, los dígitos son suficientemente grandes. Más que en un GW-6900, y similares a los de un GW-M5610. Me encanta que muestre también el año con 2 dígitos, algo que es poco habitual.
Como decía, su gancho ha sido la estética, parecida a la calculadora WM-320MT. Me gusta el aire deportivo que desprende, aunque los tornillos frontales, que son decorativos, hayan recibido bastantes críticas.
Se critica también la correa, que es parecida a la del HDD-S100. Obviamente no es tan suave como la de un G-Shock ni un F-91W, pero cómoda y parece durable. Además, tiene una buena longitud, así que es apta para muñecas grandes.
El modelo se ve precioso en las fotografías de catálogo, aunque en directo no está a la altura. Tiene algunas chorraditas para vender, para conseguir que nos fijemos en él, como el botón amarillo, o la serigrafía en la trabilla, pero cuando lo tenemos en la mano, notamos que se trata exactamente de lo que es, un reloj barato Made in China.
Me sorprende el número de serie en la trasera, que me recuerda a tiempos pasados con el DW-5600C. Para resolver el misterio, he contactado con uno de los mayores expertos en relojes digitales a nivel nacional, mis amigos de ZonaCasio, que me lo han aclarado amablemente.
La inscripción corresponde al número de lote del reloj, y se utiliza especialmente para controlar lotes defectuosos, especialmente en el acumulador. Lo había pasado por alto, pero todos los modelos con tecnología Tough Solar lo incorporan, incluyendo los Casio G-Shock. Así, en el mío figura un: 205A203F, que significa:
– Fábrica: 205A.
– Día de fabricación: 203 (22 de julio).
– Año de fabricación: F (2016).
Lo podemos escoger en 3 combinaciones de color negro y rojo (STL-S110H-1A); negro y azul(STL-S110H-1B); negro y amarillo (STL-S110H-1C) y negro con pantalla invertida (STL-S110H-1B2). No es un reloj excelente, pero cumple para el uso diario, sin obligarnos a gastar un dineral, la más pura esencia Casio.
El toque a color del pulsador es muy resultón, de hecho es una de las cosas que más me gustan también de él. Eso, junto a los biseles bicolor de los STB-1000 que, por desgracia, Casio no volvió a repetir.
No sabía que ahora a los frikis de Casio se les llamase «mejores expertos» 😀 Gracias por el cumplido, no obstante, Guti, aunque también se aprende de ti «unas cuantas cosas». Y dado que a la vez explicas bastante bien la utilidad del número y su significado, me has ahorrado el trabajo de tener que hacerlo yo 🙂
Enamora a simple vista bianamaran. Además en vacaciones he tenido ocasión de exprimirlo bastante, e incluso de caerse al suelo, y dado su ligereza, es muy resistente. El tamaño lo encuentro exagerado, y eso le resta comodidad. No te das cuenta hasta que lo llevas regularmente. En la foto con el GW-6900 se aprecia que es aún más grande. Claro que ese tamaño, es solamente estética, ya que lo enorme es la caja, mientras que el LCD, podría haber aprovechado mejor el espacio.
No te quites méritos, porque si pienso en conocedores de Casio, estás sin duda entre los 3 mejores.
Tengo el modelo anterior STL-S100H y concuerdo con las observaciones del post. Tengo que hacer un comentario de uno de los factores que no me gustan del reloj, y es que tiende a acumular suciedad en los pequeños espacios del frontal de la carcaza. El reloj es excelente, lo tuve un tiempo como único reloj y se ve bastante bien conservado. Comparando este modelo y el anterior, en el nuevo la pantalla está mas limpia y la hora principal tiene números más grandes. Si fuera a tener un trato especialmente duro yo recomendaría colocar una mica protectora a la pantalla, que aunque se hace algo difícil cortarla por la forma irregular del cristal, se puede hacer puesto que el cristal es plano (en el nuevo modelo me imagino que también es así), y permite la correcta adherencia de las micas de pantalla de teléfono móvil. Para mí es una gran ayuda ya que no tengo que preocuparme de que se raye por situaciones cotidianas o por salidas deportivas, y me da la tranquilidad que el reloj se mantiene lo más cercano a su condición inicial. Gracias por la indicación de la numeración es un detalle a tener en cuenta.
Gracias por tu testimonio Robinson Molina Coronado. Es admirable lo que Casio consigue producir a un precio tan asequible. Lo malo, es que por un poco más, podían haberlo equipado con cristal mineral, y nos evitábamos lo del protector de pantalla.
Dentro de esta familia de Casios centrados en la memoria de vueltas o Running (yo los llamo también Jogging) todavía me quedan 4 modelos por comprar uno es el protagonista de este estupendo artículo el Casio STL-S110H en amarillo otro es el mismo modelo pero todo en negro con el display en negativo también a pesar de que no soy muy de negativos pero fue un amor a primera vista cuando lo vi y tiene que estar en mi pequeña colección.
También otro modelo que es casi igual pero con el corredor en el dot matrix y en verde y negro el
STL-S100H-1AVEF y el último el W-S200H que comparte caja con el W-S210H pero comparte módulo con el Casio W-S220H.
Pero como comento en un pequeño artículo que tengo, son muchos y tengo que luchar contra los descatalogados que hace pocos meses costaban menos de 40 euros y ahora cuestan el doble o más.