Como entusiasta de los relojes y relojería el futuro del sector es algo que me interesa y que me preocupa, de hecho es una cuestión que suelo trasladar a mis invitados a las entrevistas, intentar vaticinar cómo será el futuro del reloj.
La pregunta directa era ¿Cuánta gente lleva un reloj?, pero su respuesta es compleja ya que depende del sector social y el grupo demográfico que escojamos. No es lo mismo un directivo de 50 años, que un milennial que está terminando sus estudios. Tampoco es igual alguien que viva en España, Reino Unido o el Principado de Mónaco; que un habitante de Cuba, Venezuela o Ghana.
Como lo que me interesa es indagar sobre lo que conozco, he intentado centrarme en la población de España que lleva reloj. La primera aproximación nos la da Statista en su «Número de personas que poseían relojes en España de 2014 a 2019, por número de unidades». En ella dicen que había 29 millones de españoles que en 2019 poseían relojes, mientras que 11 millones no tenían ninguno. Las cifras de 2014 eran más optimistas para los amantes de la horología: 33 millones de la población española tenía relojes mientras que solamente 6 millones no tenían ninguno.
Parece por tanto que el hábito relojero, pese a estar en declive sigue siendo muy popular. Pero atención, porque ser propietario de uno o varios relojes no significa que los usemos, o al menos que los usemos habitualmente. El estudio norteamericano «Consumer Watch Report» de NPD Group y CivicScience exponía que en 2017 solamente un 32% de la gente usaba un reloj a diario.
A grandes rasgos podemos decir que en lo que a nuestro país se refiere, la mayoría de sus residentes tienen al menos un reloj, el 62%. Si bien son relojes que no suelen usarse o que no lo hacen en absoluto. Me encaja con lo que veo por la calle, muñecas desnudas o como máximo adornadas por pulseras y relojes reservados mayoritariamente para eventos sociales, una forma de status social y apariencia que no son raros de encontrar en fiestas, bodas y entrevistas de trabajo.
He salido a la calle y como suelo hacer instintivamente me he ido fijando en los relojes de pulsera que llevaba las personas, pero esta vez, he ido contando también cuántos llevaban un reloj en su muñeca y cuántos no. Aprovechando el buen tiempo estival con las mangas descubiertas, durante una mañana y una tarde paseando por mi barrio, me crucé con 212 transeúntes y de ellos solamente 51 vestían un reloj convencional (analógico o digital), es decir, un 24%. Los que llevaban un smartwatch fueron 35 (16,5%), y smartbands conté 24 (11,3%). Casi la mitad de todos, 102 (48,1%) no llevaban nada en su muñeca.
Si agregamos tenemos que los conectados (smartbands y smartwatches) representaron casi el 28% (59 personas). Y que 110 transeuntes llevaban algo en la muñeca (convencional o smart), y 102 no llevaban nada.
No es una mecánica elaborada y el universo es muy pequeño, pero creo que esas cifras se ajustan bastante a la realidad heterogénea, o sea, sin considerar la edad y asumiendo que el nivel socioeconómico no sería demasiado dispar al tratarse de mi entorno geográfico cercano.
La metodología era sencilla, cualquier caminante con el que me encontrase servía siempre y cuando pudiera verle las dos muñecas y en caso de llevar algo, identificarlo.
¿Qué llevan en la muñeca? | Personas | Porcentaje |
---|---|---|
Ninguno | 102 | 48,1% |
Reloj convencional | 51 | 24,1% |
Smartwatch | 35 | 16,5% |
Smartband | 24 | 11,3% |
TOTAL | 212 | 100,0% |
¿Qué llevan en la muñeca? | Personas | Porcentaje |
---|---|---|
Muñeca desnuda | 102 | 48,1% |
Muñeca vestida | 110 | 51,9% |
TOTAL | 212 | 100,0% |
Para aquellos que estén interesados en buscar patrones dentro de la aleatoreidad, esta es la secuencia cronológica de avistamientos: Smartwatch, Smartband, Reloj convencional, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Smartwatch, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Smartwatch, Smartband, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Smartband, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Smartwatch, Reloj convencional, Smartwatch, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Ninguno, Smartband, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Smartband, Ninguno, Smartband, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Reloj convencional, Smartband, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Smartband, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Smartwatch, Smartwatch, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Smartband, Reloj convencional, Reloj convencional, Smartwatch, Ninguno, Reloj convencional, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Smartband, Reloj convencional, Ninguno, Smartband, Reloj convencional, Reloj convencional, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Smartband, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Smartwatch, Smartwatch, Smartwatch, Smartwatch, Ninguno, Smartband, Reloj convencional, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Smartwatch, Smartband, Smartwatch, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Smartband, Reloj convencional, Reloj convencional, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Reloj convencional, Smartwatch, Smartwatch, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Smartband, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Smartwatch, Reloj convencional, Ninguno, Smartband, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Ninguno, Smartband, Smartband, Ninguno, Ninguno, Smartwatch, Smartband, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Smartband, Smartwatch, Smartwatch, Smartband, Smartwatch, Reloj convencional, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Reloj convencional, Reloj convencional, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Smartband, Smartband, Smartwatch, Reloj convencional, Reloj convencional, Ninguno, Reloj convencional, Ninguno, Ninguno, Ninguno, Smartwatch, Ninguno, Ninguno.
el problema es que el reloj a sido sustituido por el móvil. y sin el no sales a la calle. me gustaría ver como se apañaría la gente sin móvil yo crecí sin el.
Así es miguel, el teléfono móvil ha hecho innecesario un reloj, o al menos no tan necesario. Sin embargo la sorpresa es que según mis números, más de la mitad de la gente lleva algo en la muñeca.
Hola Javier, creo que es una estadística bastante acertada, y te añado más, esta mañana he ido a hacer unas gestiones y mientras tomaba un café he estado fijándome en lo mismo que tú, y para mi sorpresa había mucho reloj y además bastante analógico.
Es cierto que eran las 9:30 de la mañana y quizá el rango de edad que está en la calle a esas horas es mayor y tiene más costumbre de llevar reloj, pero claro, cuando el rango es más joven suelen estar «conectados» con su muñeca.
El caso es que el 24% que has medido me parece correcto y coherente, en problema es que cuando la gente mayor que tiene tradición de usar reloj ya no estén, sólo quedaremos los aficionados y ahí sí que creo que bajará bastante la proporción. Un saludo Javier, y como siempre agradezco tu esfuerzo y gran trabajo.
Muchas gracias Salva S.. Por eso creo que es tan importante compartir y divulgar la afición relojera. Para que haya un relevo generacional. Está claro que aunque la relojería se conozca, a muchos les seguirá sin despertar ningún entusiasmo. Pero también que habrá algunos a quienes les pique el gusanillo. Es decir, chavales y chavalas que ahora no son aficionadas, pero por puro desconocimiento.
Magnífico análisis como siempre Guti. A mi también me gusta observar las tendencias y comportamiento de consumo de la gente. Para mi los smartband y smartwatch son relojes para Runners. Por lo que veo en mi entorno, son las personas aficionadas a este deporte tan de moda, los que se decantan por ellos. Normalmente no suelen llevar reloj, solo se lo ponen cuando practican deporte, también si salen a andar por la ciudad, ya que las prestaciones de estos artículos les hace un poco obsesivos en saber cuántas calorías queman, cuantos pasos dan, la distancia que recorren, las pulsaciones…etc. Aunque sea bajar a tirar la basura tienen que contabilizar los datos. Que pasen una buena tarde.
Me parece una muestra estadistica perfectamente válida y representativa en promedio.
Creo que a veces somos inclinados a los extremos. Y soy de esa tendencia muchas veces. Sin embargo el uso del reloj no está tan en decadencia como pensamos con frecuencia. Por otro lado la necesidad de ver la hora ya no es la única justificación para usar un reloj. Su complemento como atuendo de vestir me parece una razón muy fuerte para seguir usando un reloj en la muñeca.
Por otro lado el móvil hace bastante por sacar a los relojes de muchas muñecas. En mi caso no puedo dejar de usar el reloj por la comodidad e inmediatez para ver la hora. El hecho de sacar el móvil del bolsillo y ver la hora se me hace un gesto algo pesado. Y bueno a veces no veo necesariamente la hora, el reloj siempre me ha parecido un diminuto compañero. Ver andar la segundera o el dial o simplemente como se ve el reloj en la muñeca por su estética es algo que me encanta y no puedo dejar de hacer.
Gracias por compartir esta muestra Guti, me gusta el esmero que le colocaste y lo detallada que está. Solo me incomoda un poco el crecimiento de los smartwatch y smartbands… Comprendo su importancia y necesidad para muchos, pero aún no me entran mucho por los ojos. Creo que será cosa de la edad o quizás un poco de prejuicio cultural.
Seguramente yo estoy a medio camino de ello Xiquet de l’horta. Hace años que llevo una smartband en mi muñeca derecha, una forma de controlar mi sedentarismo y luchar contra él, es decir, les reconozco su utilidad. Pero siempre llevo en la izquierda un reloj. Creo que a día de hoy un reloj que siempre tiene la pantalla encendida y te permite ver la hora en cualquier momento, así como no preocuparte en tener que recargarlo es la mejor opción para saber la hora. De aquí a 5 años veremos qué ocurre.
¡Buena tarde para ti también!
Siempre pienso Cesar José Maestre que ver la hora en un teléfono móvil es como volver al siglo XIX cuando se utilizaban los relojes de bolsillo. Ese gesto de sacar el teléfono del bolsillo es casi idéntico al que hacían los caballeros hace 150 o 200 años. La relojería tradicional me gusta sobre todo por su romanticismo y su simplicidad. Un objeto que cumple una función, te satisface, y te hace independiente. No hay nada que conectar, vincular o emparejar. También creo que en el futuro los smarts se impondrán, igual que ocurrió en su momento con los relojes digitales. Si seguimos su ejemplo, veremos que tras una década de reinado paulatinamente volverán los analógicos, quizás también por lo que tu comentas, su uso como accesorio.
Muy buena comparación la del teléfono con el reloj de bolsillo. Me parece maravilloso que la gente se hecho a correr y haga deporte. Pero, hemos pasado de ser una sociedad mayoritariamente sedentaria, a querer ser todos atletas olímpicos. Los smartphones tienen buena culpa. Yo también salgo a correr, pero a la vieja usanza, me guío por las sensaciones que mi cuerpo me da, no necesito ningún dispositivo que me controle lo que hago, nadie como uno mismo sabe cómo está. A veces almuerzo con un grupo de amigos, algunos son runners, y me resulta tedioso ver cómo sus conversaciones giran en torno a calorías, quilómetros, pulsaciones….. Tengo la sensación que se han convertido en esclavos de los datos, que una actividad que debería ser sana, lúdica y de disfute, se ha convertido en una obligación. Como si no tuviéramos bastante con la competitividad que nos exige la sociedad en nuestras vidas y en nuestros trabajos, como para añadir la competitividad con nosotros mismos y nuestra capacidad física. Y yo, que salgo a correr con mi F-91w, me pregunto; ¿Hacen falta tantos datos?. Buenas tardes.
Yo la verdad prefiero relojes tradicionales porque me aportan mucho más la verdad que llevar una placa base en muñeca y estar preocupado de quién me llama y quien no. Para eso me he pillado una pulsera de activad que es lo que necesito. Gutu he adquirido hoy este reloj Citizen Eco-Drive Diver BN0159-15X Promaster no sé porque pero ese rojo me gusta mucho jaja
Óscar hostyn yo también soy de los que llevan una pulsera inteligente, y si volvieran a ser sin pantalla como la Xiaomi Miband 1 que empecé a usar, para mi mejor todavía.
El BN0159-15X es la leche: Certificado ISO 6425, una espectacular esfera roja, y un precio super competitivo. Para mi sólo le falta el cristal de zafiro, pero se le perdona, no hay más que ver lo bonito que es.
Yo también prefiero que lleve zafiro pero se todas formas se lo puedo cambiar en cualquier momento llevándolo a mi relojería de confianza. Pero aguantaré un poco con el que lleva y más adelante lo hago
En mi caso me ayuda mucho Xiquet de l’horta. Hago cada día al menos 10.000 pasos diarios, es mi norma. Saber cuántos llevo dados me ayuda a determinar si en la tarde necesito caminar media hora o tengo que ir una hora.
Hola Guti. Yo tengo varios relojes (cuerda Manual, automáticos y alguno de cuarzo. También 4 casio digital. No tengo smartwatch ni pulsera inteligente. No aguantaría estar cargando un reloj cada poco tiempo.
Me siento desnudo sin reloj. Incluso uso casio digital para dormir (por si se lleva algún golpe).
Hay veces que he salido con un reloj en cada muñeca, …..pero sin reloj, ni a mirar el buzón,jajaja
Creo que pertenezco a una especie en extinción, jajaja
Curioso pero realista estudio. Gracias por el artículo.
Me ha parecido súper interesante tu estudio sobre el uso de reloj. Casualmente llevo un tiempo fijándome también en la gente con la que me cruzo, y también de conocidos, y realmente veo mucha gente que no lleva reloj de pulsera.
Por lo visto esa mayoría que no usa reloj acaba usando el móvil para ver la hora. Me parece una pérdida de tiempo con lo rápido, sencillo e intuitivo que es mirarse la muñeca, es algo que no logro entender de la gente.
Y me parece una pena como pequeño amante de los relojes; no sé si será por mi edad que desde niño he usado relojes, o porqué será, pero se ve que la relojería está en decadencia.
Esperemos que no llegue a desaparecer. Saludos Guti.
Buenas noches Javier y resto de amigos.
Xiquet de l’horta yo hago a la semana alrededor de 50-65 km (en esa horquilla) llevo un garming porque me lo regalaron; salía a correr con un casio b650 de resina. Mi garming en los quilómetros falla más que una escopeta de feria (velocidad media).
Uso de reloj: en mi claustro, 30 personas 25 llevan reloj; convencional 5, 5 bandas y el resto smart… Los nenes del cole he encontrado casios (normalmente en los asiáticos), alguna pulsera de actividad y relojes publicidad…
Sobre el futuro tal vez «Deus ex machina» y todo el mundo se implanta un lentilla o unas gafas y los relojes smart pasan a la historia; o, por el contrario, hay una cataclismo y los Rangeman son una salvación…
Que pasen una buena noche.
Pues creo que somos muchos aquí los que compartimos esa sensación Andoni. Salir sin reloj me deja un tanto desorientado, como si no tuviera el control de las cosas. Es un poco lo mismo que salir de casa sin llaves, por más que haya alguien dentro, me causa cierta inseguridad. Como tu, hasta para bajar a abrir el buzón me pongo el reloj. Rara vez he usado dos relojes al mismo tiempo, pero sí que desde hace años que uso smartband y reloj al mismo tiempo.
Esta afición se está perdiendo Gerardo. Cuando todos necesitaban y usaban reloj, era inevitable que algunos profundizasen en el tema y les acabase gustando. Ahora muchos no tienen la oportunidad de hacerlo, por eso que la labor de descubrir la relojería a amigos, familiares, conocidos, o incluso desconocidos mediante un blog o un canal de Youtube es tan interesante.
Me gusta, y me sorprende lo de los relojes de publicidad Sergi. Era algo bastante extendido en nuestra época pero que pensaba que se había perdido. Una buena forma de «regalar» algo a un chaval y que poco a poco lo vaya conociendo. ¿Quién sabe? Quizás con el paso de los años lleguen a ser amantes o divulgadores.
Buena currada, mirando y apuntando datos.
En el trabajo, mi entorno cercano podría redondearse en 100/120 personas. De las cuales hay 1 Eco-drive, un festina crono, media docena aproximada de G-Shock, otra media de F-91 o similar, mi Steeldive (o DW-291 si se requiere), y 40/50 smart.
Luego quedan unos 30/50 a muñeca pelada.
Insisto que la cantidad de gente no es muy exacta, eso si, los que llevan reloj de agujas están perfectamente contabilizados.
También mencionar que es una muestra un poco sesgada, ya que es una zona con potentes campos magnéticos, así que es aconsejable digitales o al menos un mecánico con una buena resistencia a ellos. (No uséis esto de excusa para pedir un milgauss, no funciona en casa, garantizado.)
Lopatin, pues si esas observaciones se generalizasen al mundo real, Casio debería estar dando saltos de alegría. 12 unidades contra 40 o 50 smarts es un gran porcentaje. Tu muestra es sesgada, pero la mía también. Ese es el problema de hacer un estudio serio, se necesitan medios y parece que ningún organismo está interesado en hacerlo. Digo yo, que a la industria suiza sería algo que le interesaría mucho. ¿Por qué digo sesgado? Pues porque lo hice durante las mañanas, cuando es más probable que la gente va a trabajar y por ello lleva reloj, porque es un barrio de clase media… En fin, multitud de parámetros que influyen.
Buen trabajo, por curiosidad me gustaría saber qué medio usabas para el conteo y recogida de datos en la calle, pues supongo no tirarías de memoria. Pienso que quizás nos estamos excediendo con el recelo hacia los smartwatches, a fin de cuentas este mismo artículo es un ejemplo, un excelente compendio de datos interesantes que valoramos, del mismo modo que un smart puede ofrecernos también información útil con la que trabajar. Otro aspecto importante de los smartwatches es haber vuelto a poner en valor para mucha gente la ventaja de ver la hora al instante; además de hacer que el paso del smartwatch a la relojería tradicional sea un camino más corto que entre los que seguían -y siguen aún hoy día-, viendo la hora con el móvil. Por tanto, no me parece descabellado pensar que aunque desaparezca la generación que vivió el apogeo de la relojería mecánica, ésta pueda continuar tal como ahora como complemento de vestir para eventos formales. Éso sí, para el futuro como Sergi, también creo que pueden ser las gafas la verdadera amenaza que acabe con todo.
Pues verás Jostma, inicialmente pensé que lo llevaría en la cabeza. Básicamente era mantener en la memoria 4 contadores: Reloj, nada, smartband o smartwatch. Sin embargo tras un par de pruebas descubrí que me traspapelaba con las cuentas. Pensé en usar un contador manual, de esos que tienen un botón, pero claro, eso sólo solucionaba un totalizador, no los cuatro.
Al final decidí ir anotando memotecnicamente en el smartphone. En un documento de Word en blanco, cada vez que veía un reloj ponía una R, si llevaba la muñeca desnuda un 0, si tenía smartwatch una S, y pulsera inteligente una B. Terminado el trabajo de campo, fue trivial convertir una cadena del estilo a «R000RSSSB…» a una lista de palabras que pudiera cargar en Excel y analizar desde ahí.
También veo esa interpretación que tu le das, que llevar un smartwatch en cierta forma es positivo, gente que antes no llevaba nada en su muñeca ahora lleva un reloj inteligente.
Creo que es un análisis bastante acertado con el promedio de lo que se ve. También me fijo en los brazos de la gente y de un tiempo para aquí veo mucho smartwatch, sobre todo clónicos del Apple y, por lo que me han contado alguna tienda, se venden bastante bien. Creo que a no tardar ese trozo de la tarta de analógicos serán smartwatches y smartbands. Los relojes convencionales van a ir a menos, obviamente no van a desaparecer, pero se irán arrinconando más y más.
Gracias, sería interesente repetetir el estudio dentro de un par de años para ver la evolución de esos porcentajes.
Pienso lo mismo Timekeeper. Los relojes tradicionales irán a menos, el problema es que para los que nos gustan esos digitales y esos analógicos, no será más difíciles conseguirlos a buen precio. Habrá que recurrir a mercados emergentes, importaciones paralelas… O sino, resignarse a pagar más.
Ahora que tengo la metodología clara, mi idea era repetirlo el verano que viene Jostma. A fin de cuentas salgo a pasear cada mañana, y el tiempo invertido lo aprovecho en caminar. Pensaba en hacer mediciones más amplias, quizás durante 7 o 10 días para ampliar la muestra. Pero me surgía la duda de si sería fiable. Es decir, se supone que más o menos por los mismos lugares y más o menos a la misma hora terminas encontrando más o menos a la misma gente. Cabría la posibilidad de que una persona la hubiese contado durante muchos de esos días. Figuraría como personas diferentes, pero sería la misma. Tengo que darle unas vueltas…
Suelo llevar una miband en la muñeca derecha para medir pasos, el ejercicio que hago en el gimn o fuera, me despierta con un zumbido por la mañana, … Y en la muñeca izquierda llevo un reloj al uso, el 100% de las veces mecánico. Pues bien, mucha gente me pregunta porqué llevo dos relojes. Y he de explicar que solo llevo uno …
Bienvenido al club Antonio Ager. Te comprendo perfectamente, y aunque ahora es una práctica un poco más extendida, sigue siendo rara. Cuando empecé en 2015 con la Xiaomi Miband 1S que no tenía pantalla, no pasaba nada. Sin embargo, al año siguiente con el lanzamiento de la 2, empecé a enfrentarme a esa pregunta que dices… A día de hoy hace mucho que no me la hacen, quizás es porque mi entorno ya lo ha normalizado. Creo que es cuestión de tiempo que en tu caso también ocurra.
De hecho hasta el nombre lo dice, una cosa es una pulsera conectada o smartband, que no dice reloj por ningún sitio, y otra es un smart watch que sí lo dice. En este último caso, sería discutible si un aparato que tiene la pantalla apagada es un reloj o no. Desde el punto de vista histórico, aunque me pese, debo concluir que sí, así eran los primeros relojes LED.
Hola Guti,soy un fiel seguidor de tus comentarios,videos y demás publicaciones desde hace ya un tiempo.Sin duda es una currada que te has pegado al contar la personas que llevan o carecen de reloj en su muñeca.Como anécdota te diré que,de vez en cuando,suelo hacer lo mismo cuando paseo por mi ciudad o incluso cuando entro a un bar,centro comercial,etc.A nosotros,los amantes de los relojes,nos da un poco de pena no ver a la juventud con un reloj en su muñeca,debido sobre todo a los móviles.En mi caso particular desde muy pequeño le he inculcado a mi hijo de 16 años la afición por la relojería(con éxito)y actualmente siempre se pone uno de los 3 que ya tiene,cosa que no hacen sus amigos,por ejemplo.Estoy muy orgulloso de ello.También me coge prestado alguno de los míos entre los que se encuentra algún Seiko,Citizen e incluso un Zeppelin.Saludos y enhorabuena por tus trabajos.
Bienvenido Javier y gracias por leerme y seguirme. Creo que es una deformación de aficionado, a muchos nos ocurre. Estemos donde estemos, nos fijamos en los relojes de la gente. Otros prestan atención a la ropa, los zapatos o el coche. Justamente la idea de este artículo salió de algo así. Siempre observamos las muñecas, pero nunca hemos llegado a tomar nota de cómo de frecuente es.
Mi enhorabuena por la afición en tu hijo. La relojería necesita sangre joven que llegue con fuerza al mundillo. Eso lo enriquecerá todavía más, tanto a él, como a la relojería.
Trabajé durante treinta años de ejecutivo agresivo, “ma non troppo” y aunque llevó ya casi siete años retirando, sigo con mis deformaciones profesionales, y es que cuando tenías reuniones de negocios, lo primero que te miran es el reloj y los zapatos, luego la camisa (mejor llevar bordadas las iniciales, es señal de que es a medida). Y una vez visto esto, se determinaba el estatus de la persona con la que te tenías que entender o contender, según el caso. Y rigen las mismas normas que hace cientos de años, los negocios se hacen con personas del mismo nivel, no harás negocio con el CEO de una empresa mediana si tú estatus está por debajo. Normalmente los primeros espadas se reúnen y luego dejan a sus segundos hombres (pocas mujeres, pero muy peligrosas por su valía) el trabajo más farragoso y a veces sucio.
Reza aquello de “así es el trapo, así es el trato”.
Y volviendo a lo que nos trae, nada de relojes ostentosos, buenos pero discretos y sencillos, pulsera de piel y calibres medianos o pequeños. No se te ocurra ir con un Rolex submariner que pareces un albañil del ladrillazo. Un Hamilton clásico es lo mejor, no ostentas, pero denotas buen gusto, que para esas reuniones (las de mi nivel, un 6,5 o un 7 del 0 al 10) ni Rolex, ni Patek Philippe, ni Cartier o similares, mucho menos de oro, salvo excepciones como un Maurice Lacroix que es un reloj fino pero aparatoso y no excesivamente caro.
Afortunadamente tengo algún reloj de cierto nivel, y nunca me los puse, ni tampoco para bodas, bautizos, o comuniones, solo para mis ojos, casi, salvo formalismos pero a nivel particular, que ya los negocios pasaron a la historia. No quiero llamar la atención en nada, muchas veces, vestido de “civil”, mis hijas me decían que me comprara algo más colorido, alegre y llamativo, que parecía el del “Cuentamé”.
Y bueno, en ese mundo se seguirán viendo y cada vez más, pues para ir elegante, la sencillez y la discreción son fundamentales, y el reloj es el único aditamento que un hombre puede lucir, no así las mujeres. Nada de pulseras, ni de smartwatchs, ni de cadenas. Solo un anillo de boda si acaso, y estrecho.
Pues esta es mi pequeña aportación del mundillo relojero de los ejecutivos de medio pelo, que son unas personas que se convierten de ejecutivos a ejecutados sin darse cuenta, y un mundo en el que hay que transitar con la cabeza fría, muy fría, y un buen reloj en la muñeca, imprescindible.
Un saludo
Muchas gracias Caito. Es verdad que muchos se guían por las apariencias, por las asunciones que unos mejores zapatos implican un mayor poder adquisitivo y que un superior nivel económico implica una mayor profesionalidad. Yo también me moví en esas esferas medias y descubrí como en muchos casos todo era atrezzo. Esos zapatos de calidad que se habían comprado con gran sacrificio, o los bordados en la camisa hechos en el taller de costura del barrio por 5€. Sería interesante constatar cuantos de esos que vemos vistiendo camisas de 200€, luego llevan calzoncillos de Carrefour en donde nadie los ve.