Voy a proseguir con las reflexiones relojeras, de esas a medio camino entre conjeturas, previsiones, y pensamientos, un poco como la de el fin de los relojes caros.
Lo cierto es que a partir de varias charlas, una de ellas con José Cascón de Thermidor dentro del ciclo de entrevistas a empresas relojeras de España, me explicaba que nota un aumento de ventas de relojes mecánicos, me planteaba hasta cuando iba a durar esta tendencia.
Si sois como yo, de los que os vais fijando en los relojes que lleva la gente por la calle, podréis verificar que en efecto es así, cada vez hay más muñecas que llevar relojes mecánicos. Quizás sea más notorio por el incremento de relojes open heart, esos que la esfera muestra la maquinaria. Lo vemos también con la profusión de relojes asiáticos de bajo precio que incorporan movimientos mecánicos, y algunos, que no están nada mal.
En esencia, podemos comparar un reloj mecánico con un automóvil de los años 70. A muchos, o a algunos, nos parece que tienen más esencia, son más puros en el sentido que comprendemos mejor como funcionan, y que tienen menos elementos que nos aíslen del modo de operación interno.
Un Seat 124 FL90 de 1979, con propulsión trasera, sin dirección asistida ni frenos antibloqueo, ni control de tracción, ni control de estabilidad, con cambio manual es mucho más fiel a lo que entendemos como coche que un Volkswagen Polo GTI de 2012.
Si lo que buscas es un automóvil que te permita disfrutar de la conducción, sin importarte que sea menos fiable, que consuma más, y que sea menos seguro, harías muy bien haciéndote con un coche clásico si pudieras.
Con la relojería ocurre lo mismo, un reloj mecánico se basa en tecnología ya superada, y que como en el caso del Seat 124, no aporta ninguna ventaja sobre los relojes de cuarzo actuales. De algún modo, todo son inconvenientes, con la salvedad de son reparables. Ya sabéis, menor precisión, necesidad de mantenimiento mecánico, y una lista más bien larga de incomodidades.
Igual que el Seat no es el candidato idóneo como medio de transporte de uso diario, un reloj mecánico no es el reloj ideal para el día a día. Por supuesto hay personas que como yo, valoran ese placer, y que a cambio no les importa tener que ajustar la hora una vez cada pocas semanas.
Como iba diciendo, sigue siendo algo común que se regale un reloj de lujo como regalo de pedido, un Omega, un TAG Heuer o hasta un Rolex, relojes mecánicos que tienen mucho prestigio, pero que vendrían a ser igual que un Mercedes 560SEL de los años 80. Chicos jóvenes que llevan un reloj automático, como forma de diferenciarse de la masa. Pocas de estas personas valoran o desean un reloj mecánico por méritos propios. Sus condicionantes son externos y de índole social.
Es cuestión de tiempo que dejen de usar esos relojes por «poco prácticos», y que acaben olvidados en un cajón. Siempre acaba ocurriendo cuando adquirimos un bien impulsados por la masa. ¿Cuántos compraron una cámara de fotos digital que usaron menos de diez veces? ¿Cuántos una bicicleta para hacer algo de ejercicio y que sólo hace que ocupar espacio? ¿Y aquel Smartwatch a la que la batería le dura sólo un día y hemos dejado olvidado? Pues con los relojes mecánicos, ocurrirá lo mismo.
Como en todo, algunos de esos propietarios, aquellos que compraron por comprar, habrán aprendido a valorar ese tipo de producto, y aunque la cámara digital, o el reloj mecánico no les atrajera en demasía al principio, le habrán encontrado el gusto.
No será su final, seguirá habiendo personas que valoramos esa fidelidad, y que vamos a preferir un reloj analógico mecánico a uno de cuarzo. Indudablemente seremos pocos, y las ventas de esta tecnología se reducirán, pero no desaparecerán.
Si intento responder a la pregunta inicial, la de ¿Cuánto va a durar la moda de los relojes mecánicos?, creo que esa tendencia ya va a menos.
Una reflexión muy interesante.
«Es mucho más fiel a lo que entendemos como coche», aún gustándome los automóviles antiguos (mi preferido es el R4), no estoy de acuerdo contigo. Un coche sigue siendo un coche, y cuanto más tecnología tenga más cosas te ofrecerá. Que en los años 70 no la tuviera no quiere decir nada, simplemente no estaba disponible. Es como decir que un coche de los 70 es menos coche que uno de los años 20 😀
Ahora bien, que a unos les guste más antiguos por ser más fáciles de reparar, o por permitirte morir en un instante y no correr el riesgo de quedarte tetraplégico, pues vale, en eso estamos de acuerdo.
Respecto a la tendencia, creo que mientras se sigan fabricando esos modelos de lujo, y siga habiendo chinos y árabes ricos, no van a desaparecer.
Tienes razón bianamaran, creo que me dejé llevar por el «romanticismo» y la frase quedó exagerada. Es cierto, un coche de ahora es igual o más coche que los de antes. Más eficientes, y más seguros que al final es lo que importa. Lo que quería decir, aunque mal expresado, es que un reloj de cuarzo es más eficiente, más barato y más preciso que un mecánico. Pero el mecánico, por ser reparable, por entender como funciona, y por lo que supuso en su época, para algunos (pocos), es muy atractivo.
Al 99% de los usuarios de relojes no le importa si un reloj es mecánico o cuarzo, a lo sumo lo diferencian si es digital o análogo y especialmente si es metálico (si la malla es metálica les resulta muy importante) o de goma.
Como lo expresaste es una moda. Cuando pase la moda tener un mecánico será de «pasado de moda» No obstante algunos de los que usan hoy relojes mecánicos y no son realmente aficionados a los relojes adquirirá el vicio relojeril hasta llegar al punto de ver a la altra relojería como un yonky a la heroína 🙂
En lo personal como aficionado a los relojes de condición económica casi indigente veo a los relojes mecánicos (siguiendo con tu analogía a los coches) casi como a un Ferrari. De solo pensar de tener que llevarlo a un relojero para su mantenimiento me pongo pálido por lo que me va a cobrar. Y el tener que cuidarlo de golpes algo similar.
Creo que la moda de los relojes mecánicos seguirá firme y aumentará en las clases con mayor nivel económico, pero de la baja desaparecerá. Y creo que así será para las altas porque hoy día un reloj sería la única cosa mecánica que podremos usar porque ya todo lo demás es puramente electrónico.
Hoy tenemos la tecnología para tener casas mega inteligentes pero a casi nadie que pueda pagarla le importa demasiado. También tenemos ropa tecnológica y cómoda pero nadie la usa. Los coches podrían ser de líneas mucho más futuristas pero a nadie les gusta, etc. Es decir, aunque se pueda adquirir todas esas cosas como que en definitiva abruman un poco y una maquinaria de reloj inspira y seguirá inspirando respeto por su ingenio y miniaturización. Es como llevar un pequeño museo en la muñeca un reloj mecánico. Es hermoso.
Los smartwatches serán en breve más que nada un artículo para quienes realmente necesitan explotar sus funciones o para ese tipo de persona que anda todo el día vestida con ropa deportiva pero no hace deporte jamás.
No sé si sea justo llamarlo una moda, Guti. Llevan existiendo unos 100 años. Quizá los digitales y los de cuarzo sean la moda temporal
Tienes razón en Arcano en que por un motivo u otro solemos frenar muchos de los avances. En algunos casos porque verdaderamente no estamos aún preparados para esas innovaciones. Pero en otros, porque nos asustan o simplemente porque no interesa ponerlas en el mercado.
Lo que me pregunto Kabe es cuantos de esos usuarios que ahora llevan un reloj mecánico, lo hacen porque les gusta, y cuantos lo hacen por moda o prestigio social.
No he leído «aún» todo el post, pero creo que le viene ni que pintado algo que estoy leyendo ahora:
https://naukas.com/2018/07/21/que-es-una-maquina/
Contiene una frase que va ideal:
<>
La he fastidiado y no ha salido la frase:
«Puede ocurrir, incluso, que la finalidad del artefacto fuera ser regalado como motivo decorativo, por tanto su exactitud para medir el tiempo sería irrelevante.»
No sé si los relojes mecánicos se han puesto de moda o no, pero si ese fuese el caso mucho me temo que Guti tiene razón. Lo digo porque últimamente he visto un enorme desconocimiento de lo que es un reloj – mecánico o de cuarzo – en general.
Hace unos días estuve en fiesta con compañeros de trabajo, actuales y pasados. En uno de los corrillos que se formaron, saqué a colación mi afición relojera. Un antiguo compañero de trabajo me dijo que su padre – ya jubilado – tenía un viejo Orient con el que estaba muy contento, pero que había dejado de usarlo debido a mal estado del cristal, producto del paso del tiempo, golpes y demás.
Me enseño una foto de ese reloj, y ciertamente el cristal estaba en tan mal estado que apenas se veía esfera.
Cuando le dije que un relojero podría cambiarle el cristal por menos de 20 EUR, se quedó sorprendido. Tengo la impresión de que la idea que tenía mi interlocutor en la cabeza era que el cambio del cristal costaría tanto dinero que no merecería la pena hacerlo; y que si el reloj estaba guardado en un cajón, y no había acabado en el cubo de la basura, era por el valor sentimental del objeto.
Yo también me quedé sorprendido: quienes tenemos un coche tenemos una idea aproximada de cuánto cuesta, por ejemplo, cambiar consumibles como neumáticos, aceite o frenos. En cambio, de un reloj, un objeto aún más cotidiano que un coche, se sabe mucho menos.
Muy interesante el enlace Fernando, la verdad que eres capaz de aportar contenidos super-interesantes.
La frase de su función como regalo, es una de las posibilidades que sugiero. Pero cuesta de sostenerse. Es decir, esos regalos, podrían dejar de tener valor precisamente porque su utilidad es pequeña. Es como regalar lingotes de oro, pueden ser valiosos, pero salvo su valor económico, no nos sirven de mucho. Más útil sería regalar dinero directamente.
Es cierto un relojista. Hay mucho desconocimiento en ese sentido. Claro que tampoco es fácil encontrar hoy en día un relojero que sea capaz de realizar operaciones yendo más allá de un simple cambio de pila.
Supongo que es el pez que se muerde la cola. No hay relojeros que lo hagan porque no hay gente que sepa que pueden hacerlo. Y viceversa claro.
¿Moda?
Hace unos días una ministra anticipó el fin de los coches diésel. Lo fabricantes, los mismos que han trucado los resultados de contaminación y no han invertido en I+D, han puesto el grito en el cielo, creyendo que somos lerdos y que no nos enteramos en en varias capitales europeas van a estar prohibido en breve.
Por qué los relojes automáticos se deben imponer: por sostenibilidad, ecología y responsabilidad.
Pocas profesiones en nuestra sociedad necesitan la precisión de un reloj digital, y lo sabemos: te vas a un congreso…no mejor a unas jornadas y solo se es puntual el primer día, cuando te lleva el tren o el avión, y si no hay retrasos. Luego es todo un desfase, el ponente que se desaparece con una de la bailarinas del espectáculo que amenizo la inaguración. Las resacas matinales tras la celebración de reencuentros, más impuntualidades difíciles de explicar, eso sí, todos con sus flamantes relojes de cuarzo o su Casio…
Después llegas a un cruce de avenidas en mitad de la nada, rodeado de zonas verdes, y con la confluencia de dos ríos a menos de 500 metros, y alguien se le ocurre poner un contenedor de pilas botón ahí mismo, a otros, con su buena voluntad llenar el deposito, y no sé sabe cómo, acaban todas esparcidas por la calzada, con lo que contaminan las dichosas botoncitos.
Sí es un poco anatema, pero esta sociedad no esta capacitada ni necesita, salvo excepciones, un reloj digital o de cuarzo.
Y por no entrar en el tema del mantenimiento que es local, y la obsolescencia programada de todo lo electrónico.
Un comentario excelente Sergio. Por un lado hablas de la innecesariedad y la prescinbilidad de la puntualidad extrema en un reloj. Es totalmente cierto, y muy bien citas algunos ejemplos habituales en donde la falta de puntualidad es un defecto humano, y no de medición.
Pero lo más interesante es el apunte sobre la sostenibilidad de un reloj mecánico. Un reloj concebido para durar muchos años, que si se complementa con una buena calidad constructiva y buenos materiales, nos dan un reloj para toda la vida. Sin embargo el fallo vuelve a ser humano, y la mayoría no desean o no están preparados para tener un reloj que les dure 40 años. Prefieren que les dure 4 o menos, e irlo cambiando. Eso deriva en tu conclusión final, el mantenimiento local de los relojes. La mayoría de gente no es consciente que un reloj mecánico necesita sus revisiones y sus cuidados. Era algo asumido por nuestros abuelos, pero no por la generación actual que no conoce cosas reparables.
Como siempre digo, depende de nosotros escoger lo que queremos para el futuro, y desde aquí, yo aportaré mi granito de arena.