Continuando con la tónica de Out run en diferentes plataformas, hoy voy a hablaros de dos juegos que marcaron mi infancia/adolescencia.
No es ningún secreto que por aquella época, era un amante de las licencias y las conversiones. Entre las primeras, podríamos destacar el 007 Licence to Kill, o Airwolf; mientras que entre las segundas, además del citado Out Run, tendríamos Afterburner, Shinobi, Altered beast, Golden Axe, Commando, Enduro Racer, 1942, …
En particular hubo dos títulos, que por algún motivo u otro, hiceron que acabase frecuentando, acaso con demasiada asiduidad, bares y salones recreativos que los tenían, y por supuesto, que removiera cielo y tierra, hasta hacerme con los respectivos ports para el ZX.
Las conversiones, permitían trasladar gran parte de la diversión de los salones recreativos, a la comodidad de tu hogar. Sin gastar dinero (que podría ser utilizado para otros menesteres), y por supuesto, sin limitaciones de horarios, ni regañinas paternas. Naturalmente la jugabilidad, los gráficos, y el sonido, apenas tenían que ver con la recreativa original, pero con esa edad, la imaginación era capaz de aportar el resto…
El primero de ellos fue Tiger Road lanzado por Capcom en 1988, y convertido sin demasiado acierto por Probe Software ese mismo año. Casualmente, los mismos chicos, que hicieran anteriormente el trabajo con Out Run. El resultado, unos gráficos eran buenos, y una jugabilidad aceptable.
Algunos meses después, llegó Dragon Ninja de Data East, que se reprogramó para el pequeño Speccy por Imagine Software, hoy perteneciente a Atari. Sin ser excelente, el juego era bueno, tanto a nivel gráfico, como de movimientos estaba bien conseguido, pero un nivel de dificultad demasiado bajo, hacían que se perdiera interés en seguida, flaqueaba en lo que por la época, se denominaba adicción, sin las connotaciomes negativas actuales.
Nunca ir y volver del colegio fue tan divertido. Y si viesto veinte años después, resulta inverosímil que las conversiones nos pudieran recordar, aunque sólo fuera de manera remota, al original, hacedme caso si os digo que lo hacían… ¡Y de qué manera!
Al menos en la "época 48k", mi adaptación favorita fue sin duda el Green Beret de Ocean. Contando con este antecedente, recuerdo lo que un amigo y yo deseábamos que saliera la versión del Ghost n' Goblins. Finalmente apareció y fue una pequeña decepción. Y es que conversiones como la de Green Beret se dan una vez cada muuucho tiempo.
Si en aquella época hubieses visto una PSP, se te habrían caído los ojos… 😀
Por cierto el Dragon Ninja me ha recordado mucho al Double Dragon de NES (no se si tienen alguna relación, es que yo soy de otra generación… 🙂 ).
Aiss, cuantas horas delante de la tele unido a ella mediante un cable… Eso si que eran buenos tiempos!
Un saludo!
Muchas gracias Guti!
Me gustan estos reportajes.
Escribo a esta hora porque vuelvo del trabajo.
Que monton de recuerdos me ha traido leerte.
El tiempo que hacía que no recordaba el tema de las salas de máquinas recreativas y las partidas a 25 pesetas,sino recuerdo mal.
Solo podía ir un rato los sábados por la tarde.
Recuerdo el entrar y buscar a ver sino había nadie jugando en nuestra máquina preferida.
Esas luces,esos ruiditos que salian de los altavoces de las máquinas,bufff.
Tenía dormido este recuerdo y al leer sobre los salones de recreativas me ha venido de repente las imagenes.
Gracias por estos reportajes que me trasladan en el tiempo.Me gustan.
Un saludo!!
Gracias Pedro L. Cuando lo escribía también me trajo muchos recuerdos. De hecho cuando jugabas al Spectrum en casa, tu imaginación ponía mucho de su parte, tanto, que te parecía que estabas jugando a la misma recreativa.