Si en 1949 le hubieran dicho a George Orwell que muy superado 1984, un concurso de la televisión estaría conducido por el Gran Hermano, y que una plaza en Barcelona llevaría su nombre, como poco, todo le habría sonado muy extraño.
Ahora bien, si además le dijeran que la plaza bautizada en su honor. la Plaça George Orwell, iba a estar vigilada por cámaras de seguridad, en un radio de medio kilómetro, al más puro estilo de la policía del pensamiento, no habría tenido más remedio que ceder ante el Partido…
Muchas gracias a Robotto por mandarme la fotografía.
Le podrían «perdonarán» a Orwell que pusiera al descubierto la clase de gente que se le venía encima al mundo entero, o que pusiese al descubierto sus tácticas y técnicas en ingeniería social, hasta dónde podrían ser capaces de llegar para obtener el poder absoluto y el consecuente control absoluto; pero nunca le perdonarán el que eligiese cerdos (Rebelión enla Granja) para referirse a los nuevos amos del cotarro.
Esto es Humor Negro, claro…
Una observación muy inteligente Ngr. Como es el orgullo de los mandamases, ¿verdad? Están tan acostumbrados a que les acusen que ni les afecta, pero luego les llamas cerdos, y se lía la de San Quintín.
Luego cuando caiga el avión que lleve a uno de esos personajes que cumplen la función de parásitos en el gobierno, al menos la mitad de la población podrá festejar.
Pues sí samoa. Sólo que al final estas cosas parece que sólo les ocurran a quienes no lo merecen en vez de al contrario.