Después de Raphaël Granito de Formex Swiss Watches, retomamos a los protagonistas españoles en esta ya histórica saga de entrevistas al sector relojero español, el último de ellos fue Ricardo Zamora Rojas de RzRWatches a finales de 2019.
Atelier de Chronométrie (AdC) es una manufactura relojera, concretamente ubicada en mi ciudad, Barcelona, y de la que multitud de medios internacionales se han hecho eco. Una selecta marca de relojes de aquí de la que no podía dejar pasar la oportunidad de continuar apoyando al sector relojero español y reunirme con Santiago Martínez máximo responsable de la firma.
Hola Santiago. Tenía muchas ganas de conoceros, y más aún, de que los aficionados sepan un poco más sobre AdC.
Hola Javier, puedes llamarme Santi, estaremos más cómodos. Estamos muy contentos que desde un espacio como el vuestro apoyéis a una manufactura como la nuestra.
De acuerdo Santi. Empecemos entonces: Iniciasteis vuestra andadura en 2015, lo cual es una historia reciente para lo que nos encontramos en el sector.
Sí, Atelier de Chronométrie Barcelona nació en 2015, y está formada por un equipo de 4 profesionales con una suma total entre todos de más de 40 años de experiencia en el mundo de la alta relojería. Montse y yo con Mimandcroket Vintage watches, Moebius y Eduard con más de 30 años en la restauración de relojes complicados así como de mecanizados.
La idea de AdC surgió al imaginar cómo sería un reloj moderno de ahora pero con una estética que recordara a los relojes vintage. Somos unos apasionados de los relojes de los años 30 y 40, y con AdC queríamos hacer como un viaje en el tiempo en ese sentido.
Quizás por eso en AdC no estáis interesados en crecer.
Es una iniciativa muy personal para nosotros, somos cuatro personas compartiendo la misma manera de entender la alta relojería artesanal. Para nosotros la alta relojería tiene que ser artesana sin usar tecnología moderna como las máquinas CNC. Es por ello que nuestra capacidad de producción es muy limitada, unos 10 relojes al año, máximo. Esto nos permite poner todo nuestro empeño en cada una de ellas y hacer de cada reloj una pieza única que jamás se repite para ningún otro cliente. Somos como los sastres de la relojería. Cada pieza es por tanto única: esfera, movimiento, manecillas, acabados… Y todo con una relación muy personal con el cliente.
Como es característico de un atelier, la marca/taller la formáis solamente 4 personas. Cuéntanos que hace cada uno.
Como bien comentas, el equipo nuclear está compuesto por 4 personas; Moebius Rassmman, Montse Gimeno, Eduard Mercadé y yo mismo (Santi Martínez). A parte de nosotros 4 contamos con varios colaboradores. Moebius y Eduard son los relojeros responsables de la parte técnica y mecánica, Montse es la encargada de las finanzas, del marketing y la comunicación y yo me encargo del desarrollo creativo/estético y como coordinador de proyectos. Somos un equipo muy multidisciplinar donde cada uno aporta aquello que se le da mejor.
Algo que es poco habitual, incluso en la alta relojería es que ofrecéis mantenimiento gratuito de por vida. Es decir, en el período de revisión recomendado cada 3 años, os encargáis de recibir, desmontar, limpiar, engrasar y volver a ajustar el reloj. Es algo que me encanta. ¿Cómo se os ocurrió? ¿Si se me desgasta la caja por el uso también lo cubrís? Entiendo que es algo que los clientes valoran.
Nos pareció un acto de honestidad para el cliente. Creemos que es una atención más hacia él. De la misma manera que él ha confiado en AdC para que le hagamos realidad el reloj de sus sueños, que menos que ofrecer este servicio de mantenimiento gratuito de por vida.
El desgaste del reloj por el paso del tiempo y su uso, no está incluido en el servicio gratuito.
En casi todos los relojes sólo hora, usáis como base el calibre Omega 266. Un movimiento fabricado entre 1939 y 1963. Para los cronógrafos, creo que es un Venus 185. ¿Por qué los escogisteis?
El calibre Omega 266 o 283 (para un sólo hora con segundos centrales) fue una elección que tuvimos muy clara desde el principio. Es un calibre muy robusto y fiable además que es relativamente fácil encontrarlos en el mercado de segunda mano.
De estos calibres sólo utilizamos la base inferior del calibre, luego a partir de ahí creamos puentes nuevos y un sinfín de piezas para crear un nuevo calibre que no tiene nada que ver. Incluso las piezas que no substituimos por nuevas (hechas siempre a mano), las redecoramos de tal manera que no parecen ni las mismas. Es un “ebauché” en toda regla.
Para los cronógrafos rattrapantes estamos utilizando el Venus 185 y el 179. Y para cronógrafos simples el Valjoux 23.
Si bien el Cal. 266 era una maravilla de su época, hablamos de unas especificaciones modestas hoy en día. 17 rubís, una frecuencia de 18.000 vph. Ante esas características, no debe ser fácil certificarlo cronómetro (COSC). ¿Verdad?
Cuando creamos nuestro primer reloj, el AdC1, decidimos certificarlo como Observatoire Chronométre en el Observatorio de Besançon. Teniendo en cuenta que las piezas del calibre están realizadas de forma artesanal, tiene mucho más mérito obtener dicho certificado. A partir de entonces si un cliente quiere, podemos certificar su reloj.
Visto que apostáis por calibres restaurados, algo que he visto en otras marcas, incluso generalistas como Circula Watches, ¿Por qué no habéis optado también a construirlos sobre cajas restauradas?
Nuestros calibres no están restaurados, utilizamos un calibre base para la creación de uno completamente nuevo. Esto mismo lo han hecho otros relojeros independientes como Kari Voutilainen con su Observatoire Chronométre en el cual utilizó un calibre Peseux 260 como base para su calibre. También otras marcas como Patek Philippe utilizan bases Lemania para la creación de sus calibres de cronógrafo. Esto, técnicamente en la industria relojera suiza se denomina “ebauche” y existe desde el siglo pasado.
Como no restauramos ningún calibre, tampoco tiene sentido para nosotros restaurar ninguna caja. Las creamos de cero.
Vuestro último modelo, el AdC8, os ha llevado 2 años de desarrollo. Una idea que puso en vuestras manos un cliente de California. ¿Cuéntanos algo de él?
Sí, es un coleccionista de California que nos propuso la idea de cómo sería un cronógrafo AdC. Para hacer algo más complicado, se decidió hacer un rattrapante.
Siempre estaremos muy agradecidos a este cliente por la confianza que tuvo en nosotros desde el primer momento y después de dos años, al estar en contacto regular con él, hemos creado lazos “afectivos” y de confianza que van más allá de la típica relación entre comprador-marca.
En general, ¿cómo nace la idea de un nuevo modelo? Como director creativo, ¿en qué te inspiras? ¿Qué pretendes aportar?
El mundo del relojería vintage y la estética de los 30-40 siempre me han condicionado mucho. Disfruto mucho viendo relojes antiguos con esferas maravillosas, algunas más complicadas, otras más simples pero siempre con algo especial… Son relojes atemporales, clásicos para siempre.
¿Cuál es la parte del proceso más complicada a la hora de diseñar y producir un AdC?
Realmente todo es complicado… Cuando creas algo desde cero se te presentan dificultades constantemente. Cuando tienes que diseñar un caja se tienen que hacer múltiples prototipos y pruebas hasta que consigues el resultado satisfactorio. Lo mismo con las esferas, crear un diseño harmónico, atractivo y proporcionado requiere de muchísimas horas de tiempo. De todas formas, la parte más laboriosa es la fabricación del calibre. La creación de nuevas piezas para el calibre base y realizadas completamente a mano requiere de mucho tiempo, precisión y pericia. El aprendizaje mediante prueba-error es una constante en nuestro día a día y existe la problemática que si se nos rompe algún componente del calibre durante el mecanizado se tiene que volver a empezar desde el principio…
Realizar unos buenos acabados también consume muchísimo tiempo y tienes que trabajar con la presión de que no puedes fallar ya que cualquier error puede ser crítico y arruinar el trabajo de meses en unos pocos segundos.
¿Me gusta ver cómo lucís con orgullo el Barcelona en las esferas. Piensas que vuestro cliente está ya cansado del Swiss Made y busca algo diferente?
Al principio cuando empezamos hace cinco años, a la gente le chocaba mucho que existiera una marca de alta relojería en Barcelona. Era algo como raro… pero poco a poco parece que se va tendiendo hacia una democratización de la alta relojería. De hecho el talento es talento y no entiende de fronteras. Hay maravillosos relojeros fuera de Suiza; desde Japón, Holanda, Finlandia, Alemania, Francia, Hungría, etc. ¿Por qué no en Barcelona?
Relacionado con eso: Salvo el movimiento, ¿de dónde provienen vuestros componentes? Son también Made in Spain?
Todo está hecho en Barcelona. La única parte que se produce en Suiza son las esferas. Aquí no encontramos a nadie que nos pudiera ofrecer la calidad que buscamos. Pero el desarrollo tanto creativo como técnico de las esferas las realizamos nosotros aquí en Barcelona, en Suiza únicamente ejecutan nuestras ideas e indicaciones.
Mientras preparaba la entrevista estaba mirando en vuestra web. Entre los modelos que aparecen había estos: AdC#1, AdC#2, AdC#3, AdC#4, AdC#5, AdC#6, AdC#7, AdC#8, AdC#9, AdC#11, AdC#12, AdC#14, AdC#15, AdC#18, AdC#88. ¿Dónde están los AdC#10 y AdC#13 que faltan? ¿Y el 88 que es?
El 13 lo quisimos obviar por temas supersticiosos. Y el 10 está reservado para un futuro proyecto que tenemos en mente.
La historia del 88 es muy curiosa. Cuando estábamos creando el número 8 original, un nuevo “sólo hora” fue cuando nos surgió el pedido de hacer el rattrapante. El cliente (de origen asiático) nos pidió si podía elegir para su nuevo reloj (el rattrapante) el número 8 ya que en la cultura asiática es considerado el “ lucky number” y como ya teníamos estampado el número 8 en la platina del calibre del reloj, la única solución que tuvimos fue añadir otro 8. Por eso se quedó en el 88.
Son un total de 15 modelos diferentes en apenas 5 años de historia que tenéis. Eso es ser mucho más prolífico que en marcas gigantescas. Imagino que lleváis varios proyectos en paralelo, pero aún y así, ¿cómo podéis ser tan ágiles?
No, no son modelos, nosotros sólo hacemos piezas únicas, no son colecciones. Son encargos de clientes que se han realizado o que se están realizando.
En un momento en que incluso las marcas de lujo y de alta relojería tienen automatizados muchos de sus procesos, ¿qué crees que aporta la artesanía que no se pueda lograr con maquinaria? Me explicabas que de las 280 piezas de un Venus 185, habéis creado 50 nuevas piezas y modificado y decorado manualmente las 230 restantes. Si hacemos referencia a componentes de un calibre, donde la precisión es fundamental, una CNC probablemente produzca piezas con mejor tolerancia que un artesano experimentado.
La artesanía fue la clave del mundo durante muchísimos siglos. Y también lo fue de la alta relojería. El proceso de industrialización ha ido relegando cada vez más y con el paso de las décadas a la artesanía en algo casi “anecdótico”. Para nosotros la principal ventaja de la artesanía es que nos permite hacer piezas únicas cada vez y tratar a cada cliente como creemos que debe ser tratado, de forma única. La artesanía nos permite convertir cada creación en una experiencia tanto para nosotros como para el cliente. Nunca olvidan el proceso de trabajo que ha llevado la creación de su reloj ni de alguna manera ser copartícipes en su creación. Eso es un valor añadido que un producto industrial no puede ofrecer.
Dime una virtud y un defecto que creas que tienen las piezas de AdC.
Virtud: Cada una está hecho con mucho amor. Defecto… les veo defecto en todo, ¡pero ese es mi principal defecto!
Para cada nuevo reloj siempre queremos hacer el mejor reloj posible.
¿Qué reloj llevas puesto ahora?
¡¡Normalmente no llevo reloj!! Para mí son piezas de arte.
¿Cuál es el modelo de Atelier de Chronométrie del que estás más orgulloso? ¿Y tú reloj favorito de otra marca?
Nuestro el AdC8. De otra marca el Patek Philippe referencia 96.
¿Podrías decirme alguna marca relojera que admires? Esa que dirías, me gustaría que Atelier de Chronométrie siguiera sus pasos.
Por regla general no me gusta comparar AdC con otras marcas. Cada una busca su propio camino y así tiene que ser. Pero respeto mucho a Kari Voutilainen y contrastada capacidad como buen empresario así como excelente relojero tanto mecánica como estéticamente.
¿Cuál dirías que ha sido vuestro mayor fracaso? ¿Y vuestro mayor éxito?
Es difícil porque al ser siempre piezas por encargo y únicas, cada una ya es en sí un éxito…
Para poner a los lectores en contexto. Vuestros precios para relojes sólo hora de acero parten de los 38.000 euros. Mientras que el nuevo AdC8 con cronógrafo rattrapante empieza en los 85.000€. ¿Cómo es el típico cliente de AdC?
Un coleccionista muy avanzado que le encanta la estética clásica y atemporal y que a la vez busca algo muy especial. Un reloj que formará parte de su colección permanente.
Me explicabas que producís no más de 10 piezas al año. ¿Cuántos clientes distintos tenéis? Quiero decir, ¿suelen ser pocos que repiten compra?
No puedo darte muchos detalles. Son personas que prefieren permanecer en el anonimato. Sí que puedo explicarte que nuestros clientes son muy variados. Y sí, alguno ya ha repetido.
Si me permites una pregunta indiscreta… ¿Cuánto cuesta el modelo más caro?
Por ahora el más alto es el AdC8 pero estamos recibiendo peticiones para hacer relojes mucho más complicados y por tanto los precios de dichos proyectos serán mucho más altos.
¿Por qué debería comprarme un Atelier de Chronométrie en vez de un Patek Philippe, un Breguet, o un Vacheron Constantin?
De Atelier de Chronometrie, sólo habrá ese, el que te compres y tendrá parte de ti. De los otros, habrá miles y todos iguales. Calcula las horas del trabajo artesano durante una media de un año y medio a dos años de trabajo… Con AdC adquirir un reloj se convierte en una experiencia y no sólo una transacción económica.
Si lo piensas, son precios más típicos de un automóvil medio o incluso de una vivienda. Yo, como alguien que no podría permitirse uno de vuestros relojes, o al menos no a corto plazo, ¿te has planteado algún modelo más asequible? Una pieza menos exclusiva pero a la vez más accesible para los aficionados?
No, a día de hoy estamos centrados en desplegar todo el potencial creativo de AdC.
¿En qué estáis trabajando ahora?
En todos los pedidos que tenemos en curso: el AdC9, 11, 12, 14, 15, 16, 17,18, 19 y 20. Entre ellos dos cronógrafos simples y un nuevo rattrapante.
Antes hablábamos del Made in Spain. En España hay pocas marcas que apuesten por el Made in Spain, por ejemplo Ophion o EXTatico; lo hacen con muchas dificultades. El resto, apuestan por deslocalizar, y viendo el éxito dentro y fuera de nuestras fronteras de Grupo Festina, parece que funciona. ¿Crees que volveremos a recuperar una parte de la industria relojera en España?
Nosotros desde el inicio hemos tenido claro que aquí había talento y que no era necesario ir a buscarlo fuera… Es tener la determinación de aportar por ello. Creo que esa es la clave.
Siempre que hablo con algún protagonista como tú, surge el mismo pensamiento. La relojería se está polarizando. Mucha gente ya no lleva reloj. En cambio los que siguen usándolo tienen mayores conocimientos, les gusta el tema. La oferta se separa cada vez más entre relojes muy baratos y relojes muy caros. ¿Lo ves igual?
Creo que sí. El que lleva un reloj mecánico en la era digital (donde el móvil/smartwatch te da la hora) es porque valora y aprecia la relojería en toda su esencia y le apasiona. El reloj ha sido y será la joya de los hombres. El mundo del coleccionismo de relojería no va a desaparecer. Hay muchos coleccionistas jóvenes apasionados por la alta relojería.
Te agradezco mucho que me hayas recibido Santi. Espero que podamos volvernos a ver pronto.
Por supuesto que sí. Igualmente.
Buenos días D. Javier , D. Santiago y lectores de la bitácora.
Primero darte la enhorabuena D. Javier por la entrevista, creo que es un salto cualitativo en cuanto a forma y contenido. Gracias al entrevistado, por su juego y voluntad en el espacio que compartimos.
Me parece una idea de negocio muy interesante. Barcelona, a pesar de los últimos tiempos, es un referente mundial en el diseño, el emprendimiento y el progreso. A parte, dentro de sus enamorados ( amantes de Barcelona) tiene grandes fortunas y gente con posibles para poder adquirir estos ingenios horologicos. Obras de arte y pensamiento es lo que venden mi más sincera enhorabuena D. Santiago.
Aunque no pueda permitirme uno de sus ingenios valoro el emprendimiento y el buen hacer. Sigan dando valor a la ciudad de los prodigios, el Mediterráneo y España.
PD. Enhorabuena Javier.
Muy buena entrevista, aunque Santiago te dejó en evidencia en un par de ocasiones, Guti 😀
Por otro lado, no entiendo por qué «desarman» un calibre, para volver a «armarlo» con sus piezas, ¿no sería mejor entonces hacerlo de cero y está? (Porque si son capaces de lo uno, no debería haber motivo para no ser capaces de lo otro).
Gracias Sergi. Y por supuesto agradecer también a Santi y su equipo (Montse en particular) el tiempo dedicado. Aunque sean piezas únicas que se alejan de la posibilidades de cada uno de nosotros, son contenidos como estos los que nos hacen poder disfrutar, e incluso soñar con ellos.
Justo de ahí vino uno de los malentendidos Le Metayer. Creo que es dialéctica. En mi opinión restaurar un calibre implica dejarlo en las mejores condiciones posibles, incluso si ello implica construir todas sus piezas de nuevo. El término que debería haber utilizado como correcto es en cambio reconstruir, que es lo que AdC hace.
Gran entrevista, Guti. Enhorabuena.
Hay un punto con el que estoy en desacuerdo: la renuncia al uso de CNC. Entiendo que se prefiera la fabricación manual o artesanal cuando ésta dé mejores resultados que una producción más «industrializada», pero dudo mucho que la fabricación utilizando tecnología CNC dé resultados peores en este caso.
Supongo que dentro de la relojería hay una clientela que está en desacuerdo con mi opinión, que considera que la fabricación manual de piezas es un fin en sí mismo y que está dispuesto a pagar por ello; es su dinero y que lo gasten como consideren oportuno, faltaría más.
Se hablaba en la entrevista de polarización, y yo veo también otra polarización. Si tienes un reloj económico, renuncias a las reparaciones: el fabricante no te va vender repuestos – ni a ti, ni a tu relojero -, o te los va a vender a precios poco razonables. Para tener acceso a reparaciones más allá de las elementales, debes irte a relojes caros. En los relojes económicos se renuncia a la meta de la durabilidad.
A mí me gustaría que hubiese una «clase media» de relojes fácilmente reparables y, por tanto, «durables». No serían tan económicos, pero sería sí fácil comprar esferas nuevas, eslabones en los casos de armis, también cajas y todo tipo de piezas, tanto en caso de movimientos mecánicos como de cuarzo.
Muy interesante la entrevista Guti, gracias por tus artículos mi amigo.
Personalmente estoy contigo un relojista. Creo que la artesanía tiene valor cuando los resultados mejoran a la automatización. Si éstos son iguales no valen la pena. Claro que yo soy eminentemente práctico, y no me gustan demasiado los intangibles. Imagino que habrá algunos quienes valoren, y estén dispuestos a pagarlo, que gracias a esa artesanía su pieza es realmente única.
Lo de la clase media va cada vez a menos, no sólo en relojería, en todo. Lo cual es una lástima porque nos aleja de las cosas que nos gustan.
Te agradezco tus palabras Ricardo, como siempre.
Un saludo y cuídate mucho.
Buenas noches amigos
Una pregunta, que marcas Top hay españolas Pita…. También mexicanas D. Ricardo.
Muchas gracias.
Me has hecho repasar el Listado de marcas españolas. Yo destacaría estas:
Atelier de Chronométrie Barcelona (AtC)
Crepas Watches (Compañía Relojera Especializada Para Actividades Subacuáticas)
EXTatico
GoldSur
Jaguar (Grupo Festina) -Suiza pero de dueño español-
Kronos
Ophion
Perrelet (Grupo Festina) -Igual que Jaguar. Suiza pero de dueño español-
Pita Barcelona
Tactico
Unity Watch
Realmente me han salido más de las que pensaba, lo cual me alegra.
@UN RELOJISTA
Los hay. Pero si la mayoría de la gente no quiere tener culturilla de ello (hablo sin ir más lejos de España), pues como quién. Un calibre estándar Miyota, Citizen, Seiko, Orient, suizos varios (todavía)… se pueden reparar. A malas, igual por precio un relojero puede reemplazar el calibre entero por otro nuevo o un módulo del mismo por relativamente poco dinero.
En maquinarias de cuarzo desde las más humildes por coste lo mismo, se reemplazan por otras. Otras no precisamente de rango de gama alta ni mucho menos, si el relojero sabe, también se desmontan, limpian y/o reparan.
Luego también va habiendo fabricantes que hasta en cuarzos, buscan tener y ofrecer en el mercado calibres muy decentes y reparables, como por ejemplo Ronda en muchas de sus gamas. Yo mismo tengo un Jaguar J654 con un Ronda Startech 5040.D Big Date que es así en sus dos versiones de menos o más rubíes: completamente metálico y dispone de recambios, muy preciso (apenas se desvía sobre 10-15″ al año por lo que le llevo controlado). En un momento dado, un relojero de verdad le puede meter mano. Y si el estropicio fuera muy gordo, pues calibre nuevo, y de calidad.
Por relojes con estas maquinarias hay desde apenas 200 euros o alrededor (por ejemplo, los Candino que además muchos llevan Ronda), hasta ni mucho menos llegar a los 1.000 euros. Ya según gustos y lo que cada cual quiera o pueda ahorrar o gastar, gama, si suizo o japonés de manufactura más o menos popular, y también por qué no, lo llamado «marcas de moda» y por supuesto muchas micromarcas. Pero te entra en más o menos ese rango de precios hasta los característicos Mondaine.
Y buscando un poquito, también hay muchos buenos Miyota y demás en un montón de casas. Desde la denostada Festina-Lotus con todas sus marcas (incluído STP, ojo), pasando por muchas otras, como por ejemplo Breil, y muchas más. Pero claro; y esto hablando de marcas europeas al menos; no es en todos sus modelos, ni tampoco suele serlo en las marcas de moda que se dedican a todo (aunque algunas veces también eligen modelos de relojes para remarcarlos que son decentes y de calidad). Antes de comprar por impulso, hay que buscar sobre ese modelo que nos ha hecho tilín y averiguar.
Haberlos haylos. No todos los catálogos son diseño de caja y calibre «usar y tirar» cuando fallan, porque en muchos cuando un relojero que no sabe los abre, se descubre el pastel. Ni tampoco todas las marcas venden mierda (literalmente). Pero claro, la mayor parte de la gente que va a comprarse un buen reloj con un presupuesto de calle, de andar por casa… ¿por qué se guía? ¿Cuánta gente busca antes o después de ver un modelo por Internet? ¿En qué lugares y ambientes preguntarán o pedirán opiniones «de fiar»? Pues eso es lo que pasa.
Hay tantas marcas y tantos modelos Alejandro, que para alguien que no sea un aficionado a la relojería y que un reloj sea una necesidad, ya sea funcional o estética, la búsqueda de un reloj adecuado es casi imposible ante tanta oferta. Y también ante tan poco información, porque se escribe mucho de relojes, pero información real y opiniones veraces más bien pocas, pues no ayudan.
Es complicado de entender:
Es como que quisiera un ordenador con procesador I3, y tomaran uno como base, le sacaran cosas y le agregaran otras iguales.
Parece que Intel se está perdiendo el modelo de negocios de AdC.
Como yo lo veo es una interpretación diferentes samoa. Un reloj que sólo da la hora no es una necesidad hoy en día, es un lujo. Quiero decir que puedes cumplir esa función con un reloj chino de 5€. Si estás dispuesto a gastar miles de euros es que buscas algo más que sólo la hora. La artesanía, el arte, el refinamiento y la exclusividad.
En ese sentido hay gente que se construye su propio Amstrad CPC. Es millones de veces menos potente que un Intel i9, y en algunos casos incluso más caros. Pero se busca otra cosa con ello, no la utilidad que pueda ofrecer un ordenador actual.