Nuevo mes, ya junio y toca nueva Galería de relojes de los lectores. Ya van nueve ediciones y seguimos viendo relojes poco comunes y muy interesantes. Si la entrega pasada nos sorprendió con una investigación arqueológica-relojera, hoy hay también una sorpresa, una animación que los viejos del lugar hace mucho tiempo que no contemplamos.
A. Bial le Métayer
Dos legendarios que han vivido tiempos mejores: B612 Made in Japan, y agua Perrier del manantial des Bouillens (Francia). Ahora es de Nestlé, tras la llamada crisis del benceno que casi la lleva al desastre (millones de botellas se comercializaron contaminadas por esa sustancia, que se utiliza en la fabricación del plástico de la botella).
Aficionadoalosrelojes
Hoy presento mi Orient FAC00008W0. No solo me gusta por su aspecto de reloj de enjundia sino que su precisión (+5 al día) ha superado mis expectativas.
Alberto Orozco
Reloj Boctok, año 1989 con su funda de cuero original.
Seiko Vivace. Reloj de cuarzo cronógrafo con alarma y cristal de zafiro. Barato y cómodo.
Reloj Manrey con unos pocos de años a sus espaldas.
Alejandro
Aquí te mando tres fotos de una curiosidad, ya que será mi primera participación (si no recuerdo mal) en la galería de tu bitácora.
Es un digital KESSEL del que desconozco el modelo concreto, que lleva desde septiembre de 2020 en mi poder (1 euro en un puesto callejero, sin correa ni pila). Pero es de la era de la crisis del cuarzo, seguramente de fabricación hongkonesa en mayor o menor parte (aún no le he visto inscripción alguna ni en el módulo, bastante limpio, impoluto… y bien montado por cierto).
La gracia la tiene por un lado su aspecto, con su frontal alegre con esas pinceladas de color en amarillo y turquesa sobre el negro brillante y esos anagramas tecnológicos tan de la época («QUARTZ CRYSTRON LC» supongo que de Liquid Crystal), la microluz halógena y cálida típica de entonces, la caja metálica (no es acero, pero resiste bien), o el botón de ajuste que requiere de alguna punta para accionarlo, y la tapa trasera a presión de acero inoxidable, en la que tampoco indica ningún dato de estanqueidad. Detalles que indican que es un superviviente nato de otra época.
Hoy dirían que es un «slow clock» digital, pues en la pantalla principal solo se ve hora y minutos. Si no fuera por los dos puntos pulsantes que indican que el reloj late, sería incluso soso a rabiar. Una de las imágenes que adjunto es un GIF animado partiendo de una ráfaga de fotos (en el que se ve marcando las 12:12 del mediodía) en el prácticamente se aprecia casi como en vivo, quizás un pelín más rápido, pero ha quedado bien para haberlo hecho probando con la función de Google Fotos en el móvil, que no deja ningún ajuste de velocidad de reproducción del .gif.
La otra parte de su encanto lo tiene en que tiene origen en Suiza. Un ingeniero suizo (un tal Kessel) fundó esta casa y empezó a fabricar allí, pero rápido tuvo que recurrir a Asia montando una fábrica en Hong Kong. Es de lo poco que he podido averiguar y de lo poco que se puede saber de la historia de la marca en su página web… la cual existe, pero se ve un tanto desactualizada y hasta casi abandonada. Esa impresión da.
Por lo demás ahí está. Su vieja pila gastada no estaba ni sulfatada ni había rastros de accidente similar, ni de óxido ni suciedad en los contactos ni módulo, que a saber los años que llevaba ahí. Era una Renata N°2 con algún punto de óxido ya, equivalente a una SR41 como la VARTA que lleva desde ayer mismo o con la LR41 alcalina y usada con la que lo probé tras la primera limpieza y con la que ha funcionado unos 5 meses. Antes de ayer aún estando limpio, le di un repaso con una gamuza y un poco de pulimento, tanto a caja, como cristal, toda la trasera y a los pulsadores como mejor pude… un brazalete de acero típico estilo al de los CASIO y muy de su época, su SR41 en condiciones nueva, y funcionando como un campeón.
No le he vigilado muy al dedillo su precisión, pero por lo visto me parece que no llega ni a los +20″ mensuales.
En fin, que una curiosidad. Estaba por entrar quizás con alguno de mis W de CASIO, o quizás con el SGW-600 o el HDD-600. O con el Festina Extra. Pero el otro día me dio por acordarme de este KESSEL y me dije «qué narices, ya que lo pongo a funcionar de nuevo y esta vez para largo tiempo, les enseño este digital tan veterano y humilde como encantador».
¡Un saludo!
Guardatiempo
Mr Jones Number Cruncher y Mr Jones Robotto Shi, dos ejemplos creativos de horas saltantes y visualización digital.
SevenseaS Monoblock RSWF Edition, con un lume que parece una linterna, aunque luego no sea tan duradero.
Me encanta la trasera del AEGAON Peacemaker 53.
Gracias a todos los que os habéis mandado fotografías. Si tú también quieres participar, envíame tu foto o fotos del reloj que quieras, el nombre con el que quieres aparecer, y una pequeña descripción de las imágenes a:
No olvides poner en el asunto la palabra «Galería». Y recuerda que las imágenes deben de ser recientes e inéditas.
Una galería muy variada y curiosa la de este mes.
¡Ay ese B612! De ese tomó CASIO el diseño de su frontal, añadiéndole un poquito de color a sus detalles (línea de contorno azul CASIO, logo WR50 en rojo), y tomando para todo lo demás el W-26B de resina como base… y se sacaron de la manga el W-202 que vendían a 20-25 euros en relojerías físicas. Un Collection que siempre recomendaré. Dos años ya que cumplió conmigo el mismo mes de mayo pasado, y cada vez me gusta más. Tiene mucho encanto.
Empecé con los relojes con los CASIO de la familia W (el segundo que aún conservo, y el primero que lo recuerdo vagamente seguramente también era algún W de los modelos menos recordados y popularizados quizás, pues era redondo como algunos G-Shock, además de blanco… en plenos años ’80). Y al final tras tantos años con otros modelos CASIO y no CASIO, me están reencontrando y capturando los mismos los W en los últimos 8 meses sobre todo (culpa del W-202, que en principio lo uso más en verano, pero sobre todo para dormir, que es comodísimo).
Es verdad Alejandro. Al final la mayoría de digitales Casio, salvo contadas excepciones están muy inspirados en el pasado, tomando elementos de aquí y de allá. Es algo bueno para los nostálgicos como nosotros, pero creo que demuestran una falta de creatividad por su parte.
Buenos días D. Javier, D. Alejandro y resto de amigos.
Preciosos relojes. Me alegra la vista ver un Seiko analógico con alarma, que raros ahora, los casio y el digital suizo.
Enhorabuena amigos.
Una pregunta, ¿El bambino será el mejor reloj relación calidad precio en estilo gráfico? [quitando los asiáticos].
Bona vesprada.
Desconocía completamente la existencia de la marca Kessel. Siempre se aprende en la galería de los lectores. El reloj me parece el ejemplo perfecto para enseñar lo que era un reloj digital en los 70.
La trasera del Aegaon es muy bonita.
Respecto a lo que comenta Sergi, si tomamos los precios del mercado gris y, a veces, de Amazon sin duda estaría en el podio, yo estoy contentísimo que él. A precio joyería, es decir, más de 200 euros pues ya creo que no.
Me encanta el Kessel.
Así fue mi primer digital allá por 1980 (pero en resina).
Fecha en el botón de arriba, luz en el de abajo y el gran misterio del ajuste a través del botón central casi oculto (le tenía que pedir a un hermano mayor que me lo ajustara, porque para mí era entrar en «terra incognita»).
Gracias a todos por compartir sus relojes.
Este mes no pude participar, pues no finalizaron un proyecto para mostrar en Galería, será en la próxima.
Acerca de los relojes, ese Kessel es desconocido para mí, y acerca de los otros, pues se ve a leguas, relojes muy bonitos. Qué bueno por los participantes, gracias por el espacio Guti y saludos a todos.
Gracias Sergi. Yo creo que en gamas de entrada, Orient/Orient TriStar es imbatible. Era mi marca favorita, ahora es Kronos, pero Orient y Casio debe ser la marca que más relojes tengo. A precios oficiosos dan mucho por muy poco, el Bambino se puede conseguir en Europa por unos 110€ que es un precio genial (su PVP son de 285€). Además con calibre manufactura algo que solamente Vostok puede decir, y que aunque también tengo bastantes de esa marca, los controles de calidad son irregulares.
Lo que sí me parece que Seiko se está estancando un poco en cuanto a materiales. Destacaron por ser de las marcas asequibles que apostaron por el titanio, que montaban cristales de zafiro… A día de hoy seguimos viendo biseles de aluminio en vez de zafiro o cerámicos. Me parece que Seiko les ha cortado un poco las alas.
Aficionadoalosrelojes, yo conocí a Kessel en los 80, los vendían por catálogo en varios sitios. Me imagino que eran la alternativa barata a las casas japonesas. No ofrecían módulos muy avanzados en comparación a sus rivales, pero tenían características que hoy se considerarían premium en un digital: cajas de acero, cristales minerales…
Ese es el problema de Orient, que no son 200€ en tienda, son 285€ para un Bambino que consigues a poco más de 100€ en Amazon.it, también legal, y también Europa. Si en la tienda se estiran y te hacen un generoso descuento del 20% el reloj se te va a quedar igualmente en 230€… Demasiado y fuera de mercado.
No sé si toda la culpa es de Platisur, pero sin tener los detalles veo movimientos. Orient ya tiene una web oficial para España, así que me imagino que no pasará mucho tiempo hasta que sean ellos los que se encarguen de la distribución, y espero que sea a precios mucho más bajos porque sino acabarán con las relojerías. Citizen España es un desastre, pero la política de precios la hace muy bien.
¿Si no recuerdo mal el tuyo fue Sanyo no, Divina Gálica? No recuerdo como eran los manuales de instrucciones de Sanyo, pero sí los de Casio que aunque todo nos sonase raro te permitían familiarizarte con todas las funciones del reloj. Recuerdo en cambio los de otras marcas honkonesas tipo Kessel. Una pequeña hojita en chino e inglés con cuatro detalles…
Contamos contigo para la próxima Ricardo. Las galerías de disfrutan mucho mirándolas, pero más aún participando.
Pues la verdad es que no podría afirmarlo Guti.
Los recuerdos son un tanto borrosos (tenía 8 años entonces). Además era la época mágica de los bazares, en los que te encontrabas «prodigios electrónicos» de todo tipo y marca, junto con objetos que no comprendías que hacían allí, como jarrones «chinos» o radios «para escuchar las conversaciones de los pilotos de avión» (eso no se me olvida) y cosas por el estilo.
La época en la que uno era una especie de Indiana Jones encontrando tesoros en la cueva de Alí Babá.
Quizás por eso a pesar de todo, acabo siempre llevando un Casio de resina en la muñeca, porque (con respeto para quién no opine lo mismo) jamás querré desprenderme de aquellos años en los que todo era nuevo (ahora sólo versionamos una y otra vez lo ya creado, sirvan de muestra los smartphones plegables para volver a los móviles tipo «concha»).
Cuando leía tu comentario Divina Gálica he pensado en como se ha devaluado el término de Alí Babá. De ser una gruta llena de tesoros y esperanzas a ser una plataforma de comercio de baratijas al por mayor. Y Casio no sólo es que ofreciera tecnología, es que la ofrecía a buen precio. El Casio de entonces probablemente sea la Xiaomi de hoy en día.
Por lo que cuentas tenemos una edad similar, me temo que demasiado mayores para algunas cosas y quizás no nos hayamos adaptado. Conservo mucha tecnología de la que tuve entonces: relojes, ordenadores, electrónica; y otra que me he comprado más recientemente para rememorar aquello.
Alí (lo que sea) es lo que en España fueron las tiendas «de los veinte duros» o «todo a 100» (pesetas, claro) pero a lo bestia vía Internet.
Estoy de acuerdo contigo Alejandro, es el equivalente de aquellos bazares. En eso me doy cuenta como ha cambiado nuestra percepción. En los 90 cuando empezaron a aparecer las tiendas de 20 duros sabíamos que era basura, cosas para cumplir con un regalo o una chorrada. Pero ahora creo que la gente no lo tiene tan claro… Es como si por horarios, por precio, o porque hay tantas fueran el primer recurso para comprar algo que necesitamos.
Yo en realidad me refería a los «auténticos» bazares de los 80, en los que te podías comprar desde una cámara Pentax a una radio multibanda, aliñado todo con algún objeto de decoración de dudoso gusto y complicada ubicación en la casa.
Algo así como Vilches en Sevilla o las tiendas regentadas por indios en la calle Triana de Las Palmas.
Ahh eso sí era otra cosa Divina Gálica. En Barcelona hubo muchas, ahora queda algún caso aislado, pero nada. Eran muy variadas, las había que tenían de todo, otras especializadas en relojes o en audio. Recuerdo que la mayoría de los dependientes se notaban que eran entusiastas de eso y que sabían un montón. Eso por no hablar de que podías regatear y decir «en el de allí me lo dejan a 2.500», y el tío siempre te igualaba el precio y te regalaba una caja de pilas o lo que fuera.