Kronhauser Silver Opaline

Después de la reseña del Benetti Watches UNO SW2, proseguimos con la relojería, nuevamente centrándonos en las micromarcas.

Kronhauser es una muy reciente, y por tanto muy desconocida micromarca de relojería alemana. Su historia pública se remonta a solamente abril de 2019, momento en el cual su fundador, Thomas Bosse decidió lanzar su proyecto en Kickstarter. Pese a que la campaña de micromecenazgo sólo estuvo disponible en Alemania, aquello fue suficiente para que recibiera casi 40 pedidos, una cantidad más que suficiente para convencer a Thomas de la viabilidad del proyecto.

Las primeras unidades se entregaron en junio de 2019, lo que marcó el punto de inflexión de lo que ahora es Kronhauser UG en Everswinkel, al norte de Westfalia. Sólo tienen un modelo, que por tanto no lleva nombre, aunque si que han sido bautizadas sus dos variantes, la de esfera azul oscuro Dark Blue Sunburst, y mi favorita, la blanca con el poético nombre de Silver Opaline, y que es la que protagoniza este artículo, en concreto con su correa artesanal de color marrón denominada Vintage Cognac.

Kronhauser Silver Opaline

Ficha técnica

Género Hombres
Caja Acero inoxidable 316L. 40mm de diámetro sin contar la corona. 11mm de alto
Corona A presión de acero
Esfera Blanca
Bisel Fijo de acero
Cristal Zafiro
Lumen No
Trasera Cristal de exhibición atornillado
Correa Piel color marrón 20mm de ancho
Funciones Hora, minutos, segundos, día del mes
Resistencia al agua 5 ATM
Peso 75g
Movimiento Miyota 821A
Complicaciones Carga automática unidireccional, remonte manual, parada de segundero
Prestaciones -20/+40 segundos/día. 38 horas de reserva de marcha. 21.600 vph. 21 rubís
Origen Alemania
Garantía 2 años
PVP 398€ (En Kickstarter 298€)
Distribuidor Kronhauser UG

Presentación

Estamos acostumbrados a que las micromarcas nos sorprendan en cuanto a presentación. Todos los Kronhauser, incluyendo este Silver-Opaline Vintage Cognac se entregan en una caja alargada de cartón en color negro. Es elegante, pero sencilla.

Kronhauser Silver Opaline

Cuando la abrimos, apreciamos mucho más el trato personal de la marca, una cuidada tarjeta alargada de garantía, pero además, el buen detalle de una tarjeta de agradecimiento similar a la anterior. El reloj viene muy bien protegido gracias a una esponjita negra que lo cubre en su totalidad.

Kronhauser Silver Opaline

Diseño y construcción

La esfera de color blanco destaca por la simplicidad de lineas y de tonos. Todo es blanco o negro, lo que crea un contraste óptimo y la hace muy legible. Sus caja de acero inoxidable y 40mm de diámetro sin contar la corona, está pulida a espejo y es estanca hasta 50M o 5 ATM. Por sus dimensiones lo hacen un intermedio que nos sirve para todo, desde informal, hasta más elegante, aunque en ese caso, recomendaría la versión con correa de acero tipo milanesa.

Los numerales son arábigos, y las manecillas bastante estilizadas y finas. Sin embargo como tienen la longitud que me parece ideal, es decir, que segundera y minutera llegan justo hasta el extremo opuesto de la esfera, eso hace que sean fáciles de encontrar en cualquier momento. El conjunto sigue fielmente las directrices de la Escuela de la Bauhaus, en donde si algo no es necesario, mejor que no esté. Por eso salvo la marca con su logotipo, y la inscripción «AUTOMATIC», no hay nada que sobre en ella. El pequeño juego que rompe esa tendencia es el fechador, invertido puesto que está en fondo negro y caracteres blancos y que para mi es un acierto. No así la lupa de aumento sobre éste, que si bien es muy útil, estéticamente le hace perder, sobre todo en ángulos que no son completamente cenitales. La lente o cíclope va sobre el cristal que es de zafiro y plano, de nuevo predominando la usabilidad. Extrañamente no lleva ningún tratamiento antireflejante en el cristal, no es que le haga demasiada falta, pero predominando la fácil lectura sería algo conveniente.

Kronhauser Silver Opaline

No llevan ningún tipo de lumen aplicado, aunque sorprendentemente la versión oscura con el mismo diseño de manecillas, si que incorpora Luminova. Un juego adicional, es que en realidad manecillas, numerales y marcadores son de color azul oscuro. Normalmente los veremos negros, pero cuando la luz incida de manera adecuada, podremos apreciar su tonalidad original. Ciertamente la esfera es el punto fuerte de este Kronhauser Silver Opaline, donde se nota que Thomas y su equipo han hecho un buen trabajo, llama la atención de forma cautivante, quizás por tener un acabado arenado que no la hace ni completamente mate, ni completamente brillante. El complemento es la corona, a presión y firmada.

Kronhauser Silver Opaline

La trasera utiliza la peculiar solución de cristal de exhibición atornillado, estéticamente es bonita, aunque quizás algo más plano y sencillo habría conjuntado mejor. En todo caso, se ve de maravilla, aunque lo que hay detrás, sea un sencillo Miyota que decorado tipo Côtes de Genève, pero sin personalizar.

Kronhauser Silver Opaline

Otro punto destacable es la correa. Fabricada artesanalmente y con costuras y pespuntes exteriores en hilo blanco. Le da un aspecto muy rústico, en color marrón claro, de 20mm de anchura de asas y de piel Made in Germany. Prueba de su calidad es que Kronhauser las vende a 49€. La hebilla no va firmada, algo a lo que no solemos estar acostumbrados.

Kronhauser Silver Opaline

Movimiento

La máquina que mueve al Silver-Opaline es una sencilla Miyota 821A de Citizen, esencialmente la misma que en el Thermidor Divers Automatic. Es un calibre de carga automática unidireccional sencillo, aunque también fiable y robusto. Nos ofrece remonte manual, parada de segundero (hacking), late a 21.600 vph y cuenta con 21 rubís. Un viejo conocido para muchos. Es curioso porque mientras que en las especificaciones (800 KB. en formato PDF) de Miyota acreditan una reserva de marcha de 42 horas, los de Kronhauser la reducen a 38. Casualmente la misma cifra que un ETA 2824 y sus clones, que puede resultar de un error tipográfico, o que indique que originalmente tuvieran pensada esa maquinaria.

La desviación diaria es discreta, cifrada de -20/+40 segundos/día, aunque afortunadamente debe venir ajustada desde Everswinkel, porque el mío rondaba los 10-12 segundos diarios que no es mala cifra.

Pienso que se quedaron cortos, puede que apuntar a un 2824 suizo fuera tirar demasiado alto, pero en este reloj un Miyota 9015 le venía que ni pintado. A malas, un Seiko 4R15, o incluso el casi estándar defacto actual, el SII/TMI NH35.

Kronhauser Silver Opaline

Sensaciones

Desde que vi este reloj en fotografías me gustó mucho, todas las versiones blancas o Silver Opaline tenían algo especial, algo que llamaba la atención. Quizás por lo diáfana que es, pero que al mismo tiempo no prescinde de nada de lo que necesitemos, ni siquiera las marcas horarias y minuteras, es una pieza con la que te sientes bien en la muñeca. Parece ser que una de las claves es como ya adelantaba la esfera blanca, que ha sido primero arenada, y después galvanizada en plateado.

Kronhauser Silver Opaline

La correa le da un punto de contraste que nada tiene que ver con el resto de reloj. La mayoría de gente que me ha mostrado su opinión se ha mostrado en desacuerdo con esa correa en ese reloj, habiendo preferido probablemente el Velours Blau, que afortunadamente puedes comprar a parte, o montarle cualquier otra correa. Quizás esa sea la intención de la marca, lo que justifica que las correas traigan un cómodo sistema de cambio rápido, para el que no nos hacen falta herramientas especiales. La correa es muy gruesa, pero suave y flexible, por tanto cómoda. Como en unos buenos zapatos, hay que darle un par de días de tiempo, más que nada para que las trabillas dejen pasar fácilmente la tira de piel.

Visualmente uno se acostumbra rápidamente a la lupa. Si bien al principio era lo que menos me agradaba del reloj, llega un momento que inconscientemente tu mente sabe que la lleva, así que sin que tengas que pensarlo, y muchas veces sin ser consciente, te guiará la muñeca para que ésta coincida con la fecha desde el ángulo en que la estés mirando.

Kronhauser Silver Opaline

En cuanto al logotipo de la marca, me sonaba de algo cada vez que lo veía en la esfera o en la corona, seis casas dispuestas entorno a una circunferencia. Al final encontré la reministencia, Eterna, que lo hace casi igual, pero con cinco bolas alrededor.

Conclusiones

Un reloj muy bien elaborado, y que cada vez que lo miras descubres algún punto de equilibrio diferente. Concesiones estéticas que se contrarrestan unas a otras y que sin muchas veces saber porqué, son las causantes de que el reloj nos guste. Sólo el precio lo aleja de la mayor parte del público, hablamos de 398€ por un guardatiempo equipado con un sencillo calibre Miyota automático. Realmente a los 298€ de la campaña de lanzamiento, se posicionaba competitivamente, pero en el nivel actual lo tenemos por encima de por ejemplo el Tissot Everytime Swissmatic.

Claro que un reloj, para la mayoría de aficionados no suele ser una compra racional y justificada, sino que en la decisión prima mucho la estética, y ahí si que el Kronhauser tiene mucho que decir.

Actualizado a martes 8 de octubre de 2019. 14:53:
Tenemos dos interesantes novedades. La primera es que parece que en Kronhauser me hayan leído la mente. El precio actual se ha rebajado de 398€ a 298€, justo el mismo que tenía durante la campaña en Kickstarter.

La otra novedad es la presentación de la esfera en color negro, el modelo Jet Black, que al igual que el Silver Opaline se ofrece en diferentes combinaciones de correa.

Kronhauser Silver Opaline

▲ Más ▼ Menos
Esfera especial y atractiva
Diseño bonito
Calibre algo básico
Precio elevado

8 comentarios en “Kronhauser Silver Opaline”

  1. Precisamente por ser tan Bauhauss y minimalista, pienso que le sobran 250 eurazos al precio de salida. La lupa también, y tanto la marca como el automatic en la esfera deberían ser mucho más reducidos. Pero vamos, que tranquilamente.

    Con ese precio, por tener una estanqueidad 2 Atm. superior, un miyotita con parada de segundero del mismo estilo, vamos a decir como animal de compañía que por la correa superior y precisamente por la sencillez de la esfera (también más sencilla para producirla)… ya estaría 10-20 euros por encima de lo que me costó mi Festina F16975-01, que es Miyota 82S5 sin parada de segundero con el mismo y mínimo acabado sin personalizar aunque sí reza Miyota en la masa oscilante, caja de acero 316L aunque ni alardean de ello, 3 Atm. de estanqueidad, fondo visto pero con tapa roscada (no atornillada por cierto), correa de piel estupenda, pero con una esfera mucho más elaborada, incluyendo lumen en agujas y diales -lo digo por su mayor coste, obviamente-, cristal mineral no de zafiro pero sin embargo abombado, bien rematado y también de buena visibilidad y vistosidad).

    Pero claro, «las sensaciones» del paquete y el Germany. Como el Swiss Made hasta en un Swatch. Cómo se columpian a veces. Para que digamos.

    Como tengan un mínimo éxito, ya los veo justificando dos o tres cambios menores, y pidiendo por el mismo reloj 200 euros más. Acuérdate de mi si pasa Guti. xD

  2. Bueno, es que hasta digo más, cuando lo miré hace dos meses o así que me dio por entrar en la web de Smith & Smoorcer (ya que estamos hablando de marcas novísimas en relojería) a ver si podía meterle mano a algún ejemplar mecánico… el Cíclope que viene con un señor Sellita, zafiro y toda la pesca (no recuerdo si era WR50 o WR100) y tapa roscada, rondaba ese precio, cerca de los 500 euros.

    Me tienen últimamente entre Seiko con sus nuevos 5 con fachada de SKX007 y los precios de los 5 en general en tienda desde hace dos años, y a veces los alemanes y europeos, que me pongo a la hora de darme caprichos como el viejo del golpe de remo de los Simpsons. xD

  3. Muy bonito, yo también soy de esfera blanca y manecillas hasta el extremo. La lupa seguramente ha sido con la intención de aportar equilibrio y toque premium entre tanta sencillez.

  4. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Para mi ese es el principal problema Alejandro, su precio. Es verdad que el «Made in Germany» se paga, y que el diseño es precioso, sin embargo esa humilde maquinaria la encontramos en relojes de 70€ o incluso menos. Espero que esos cambios vengan antes de tener éxito. Como micromarca es difícil establecer contactos y buenos precios, y ese reloj merecía al menos un Seiko NH35 con un precio de al menos 100€ menos.

    Para mi Smith&Smoorcer tiene el Ecumine, un diseño que me gusta mucho, parecido al Fisherman pero automático, todo ello a 390€. No me extraña que esté agotado, más aún montando el calibre STP1-11 del Grupo Fossil, del que se dice que equivale a un ETA 2824 o Sellita SW-200 en grado Elaboré.

  5. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Me alegra jostma porque no somos muchos los maniáticos de las esferas blancas y las manecillas largas. La lupa encuentro que es útil, a mi que de cerca ya no veo muy bien me sirve. El problema es que estéticamente es fea, en especial cuando no lo miras completamente horizontal.

  6. Por el dinero que se pide me parece exigible tratamiento anti-reflejos y lumen.

    El lumen podía haber sido bien sencillo de añadir sin romper con la filosofía de la escuela Bauhaus. Por una parte, habría que aplicar lumen en las agujas, claro está; por otra, en la esfera a cada marca de hora le añadimos un punto de lumen que estaría ubicado entre la raya y el número.

    En cuanto a la correa, yo la veo bien. Algo cara, quizás: en AliExpress he comprado una muy parecida – al menos visualmente – de piel auténtica por mucho menos dinero (eso sí, ‘tirada’ de precio no.estaba).

    A quien no le guste la correa – lo que respeto, sobre gustos no hay nada escrito -, le diré que las sensaciones que transmite una correa de este tipo difícilmente se pueden reproducir a través de vídeos y fotografías. Como dice Guti, hay que darle 2 ó 3 días de uso. La piel de la correa se ablanda un poco y se empieza a hacer cómoda; y, por otra parte, los pequeños cambios de color que se dan en la zona de la misma donde la cerramos con la hebilla … visualmente son una gozada.

  7. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Totalmente con lo de la correa un relojista. No lo he mencionado, pero a mi me gusta mucho también como se va adaptando a los dobleces. Es cómo si se personalizara a nosotros, como si acabara siendo un parte nuestra.

  8. En mi opinión lo que más me gusta a priori del reloj es que la minutera vaya al borde, algo que no suele ser la norma aunque debería.

    En un reloj tan minimalista es difícil hacer una apreciación sin tenerlo en la mano y además usarlo. Pero no me lo compraría por la ecuación precio/calidad que ya han opinado. Además no me gusta que el nombre de la marca sea tan preponderante y el logo tan insulso. Hasta el «automátic» no aporta nada. Quedaría mucho mejor con una esfera estéril.

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