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Los que más perduran en la memoria, y que aún se venden, son probablemente los alemanes de Staedtler Noris, con sus reconocibles franjas de color amarillo y negro, que ya de niños nos llamaban la atención. De hecho, una de mis fantasías infantiles, y que llevaré a cabo en directo en este artículo, es tener al mismo tiempo un Staedtler Noris de grafito de cada una de las durezas disponibles. Es decir Nº0 (2B); Nº1 (B); Nº2 (HB); Nº3 (H) y Nº4 (2H). Evidentemente hay más gradaciones por encima y por debajo (desde la 9H hasta la 9B), por ejemplo Faber-Castell las tiene, pero estas serían las más habituales. Quizás su rival más acérrimo, de hecho remontándose a casi sus orígenes está en Faber-Castell con su con su modelo 9000.
El uso del nombre Staedtler se remonta al lejano año 1662, cuando se establece Friedrich Staedtler, un artesano fabricante de lápices. Posteriormente, entre 1900 y 1901 se crearon las marcas Mars y Noris, empezando a fabricar el conocido lápiz Noris, que por aquella época era de color azul. A partir de 1954 fue cuando adoptaron las rayas amarillas y negras, aunque en el Reíno Unido siguen siendo aún negros y rojos.
En lo que respecta a España, en 2010 se vendieron más de 23 millones de lápices Noris de Staedtler. La cifra a nivel mundial aumenta hasta 14.000 millones de lápices anualmente de todas las marcas, por lo que estimo que el menos 4.000 millones, deben Staedtler. La nada despreciable cifra de 10 millones cada día. Y todos ellos se fabrican en Alemania (Made in Germany) con madera certificada procedente de bosques sostenibles, fundamentalmente de abeto blanco o cedro.
Aunque rápidamente abandoné los lapiceros de grafito, en favor de los porta-minas (mechanical pens), que me parecieron más cómodos, y también más sostenibles; al igual que ocurre con un reloj mecánico, son instrumentos de escritura con mucho encanto. Saber que el popular modelo Noris 120, denominado de ese modo desde 1967, se sigue vendiendo sin apenas cambios, es una prueba de su fiabilidad y funcionalidad.
La mayoría de lápices del mercado ofrecen una graduación de su mina, en Noris se clasifican de este modo:
– Nº0: 2B: (Naranja): Doble blando (74% grafito).
– Nº1: B: (Negro): Blando (71% grafito).
– Nº2: HB (Rojo): Medio (68% grafito).
– Nº3: H (Azul): Duro (63% grafito).
– Nº4: 2H (Verde): Doble dureza (60% grafito).
Esencialmente los más blandos tienen mayor cantidad de grafito, esencialmente una variedad de carbón, mientras que los más duros, agregan arcilla a su composición. Cuanto más blandos son, más oscuro es el color de su escritura y viceversa. Como detalle curioso, la clasificación basada en numerales es la habitual de Estados Unidos, mientras que el resto del mundo suele utilizara las letras, significando H (Hard) y B (Black). En otras marcas, al intermedio HB se le denomina F.
El modelo medio HB es el que recomendado para propósitos generales, incluyendo la escritura. Las minas más duran producen lineas más finas y trazos más precisos, así que suelen utilizarse en dibujo técnico, o como base suave en bocetos que luego deben ser repasados. Los blandos suelen usarse en disciplinas artísticas ya que ofrecen mucha pigmentación y facilitan el sombreado. A los niños suelen gustarles también, porque su mina es más resistente.
Los lapiceros Noris de Staedtler cuestan unos 0,50€ cada uno, unitariamente son económicos y muy duraderos, aunque fabricantes chinos ofrecen este producto por unos 10 céntimos, así que hay que tener cuidado con las falsificaciones. Si buscas algo más de calidad y mayor gama de durezas, tienes los también de Staedtler Mars Lumograph. En cuanto a gamas inferiores, los Alpino Junior que ya no se producen en España, o los Bic Evolution son más baratos, pero considerando que salvo que los perdamos son muy longevos, no me parece recomendable ahorrarse 20 céntimos.
Son preciosos. Anda que no tienen años. El típico todo uso era (y es) el número 2 HB, el del punto rojo.
Pero yo también pienso lo mismo: si la madera se recicla (o se termina haciendo compost con el paso de muchos años imagino -¿y de los lavados y demás??-) y se controla el origen de la misma anda. Pero ¿no queda siempre la duda? Yo también pienso que por duraderos (de la mano de culturizar a la gente en cuidar de lo que tiene, no de tira para comprar otro a la mínima), hasta un portaminas de plastiquete, que puede ser quizás en vez de origen en petróleo pues por sintetizar otros materiales en otros procesos… puede ser más sostenible ¿no? Salvo que rompa, que es raro y difícil por mero uso normal, sólo hace falta fabricar las minas.
En lápices de madera, desde luego yo no llegué a probar otros iguales ni semejantes. Todos eran peores, la mina partía hasta sacando punta con buenos sacapuntas (y la madera, también). No había mucha elección, los buenos de verdad y fiables, eran estos. Los Noris. Pasaba como en los de lápices de colores, entre los más extendidos, a los Pino había que darles de comer aparte.
Pues mira lo que vi y me compré yo este sábado pasado no, el otro, al verlo en mi chino de la esquina de confianza: un Molin PM360 de 0,5 mm (https://www.molin.es/portaminas-3/). Lo vi, de sección triangular, azul con brillos metálicos púrpura, las terminaciones metálicas pulidas y el pulsador, también triangular pero transparente dejando un efecto muy chulo por cómo deja ver la pequeña goma incorporada en el portaminas. Muy bonito y con buena pinta siendo además muy económico y cayó (creo que me costó 1,75 €, a 2 euros no llegó). Con su estuche de minas de recambio HB incluído (que tengo en casa de otros). Y como recordé que en el bolso no llevo una goma de borrar, pillé el típico gomón blanco MILAN. Vi también unos cuadernos A-5 típicos de espiral, sin perforaciones ni nada, de papel de 65 gramos, pero papel completamente blanco, como folios, y por 3 y poco salió todo.
Eso sí, tiene una curiosidad: indica en el lapicero tras la marca y con las letras moleteadas y serigrafiadas «Spain». Pues justo en esa cara del lapicero, justo arriba, tiene grabadas pero sin pintar ni destacar «KOREA». xDD
Pero sí, yo también me quedé más con los portaminas desde aún el colegio. Muy prácticos, y muy, pero que muy duraderos. Si el que conservo de esa época, del 0,5 que en alguna parte ya está un poco feo por decoloración del plástico blanco, pero sigue entero y funcional (es el que pretendo al que sustituya el Molin en el lapicero y su uso). Y conservo el Rotring rojo y metálico que venía con el estuche de estilógrafos y regla, que sigue como nuevo. Más uno 0,7 mm. que me venía en un boli BIC de los clásicos de 4 colores, pero sin el verde, y en su lugar va el portaminas recargable (hecho en Japón). Y mi joya de la corona por gusto y con permiso del Rotring del 0,5 mm: mi portaminas de 2 mm con su sacapuntas incorporado en el tapón-pulsador. Es decir, la mina que calzan a fin de cuentas los lápices como los Noris. Un BIC Criterium.
Este último tipo es el que cuando los conocí aún siendo muy niño en el colegio, relegaron para siempre a los lápices de madera en mi caso. Igual de efectivos, prácticos y quizás hasta más cómodos y limpios a la hora de afilar la punta. Todavía me acuerdo estando en casa, y volvió mi padre no recuerdo de qué «Ale, mira qué chulada que he visto en la papelería»… ya que aún no se veían mucho. Y traía el que fuera el primero de ese tipo, en verde. Y desde entonces. No formarse tanta viruta al sacar punta, llevar misma mina que el lápiz de madera pero poderlo llevar como un bolígrafo o pluma, tiene sus ventajas. Y en ciertos momentos dibujando, hasta da juego sacar un tanto más de mina, para según qué dando más ángulo y rozando más superficie de mina.
No creas Alejandro, tengo cosas de Corea y no son malas. Sobre Molin yo también he comprado algunas cosas de ellos en bazares chinos, no están mal, y al menos la empresa es española. Lo del Spain me sorprende más en los lapiceros Alpino. Algo tan nuestro que llevan años produciéndose en China (estoy trabajando en un artículo) y que siguen luciendo el algo engañoso Spain.
Los lápices Staedtler Noris, muy buenos para su precio, aunque me quedo con ganas de probar los Faber-Castell. Eso sí, el diseño negro y amarillo me encanta, quizás porque es el que siempre hemos visto.
Recuerdo de niño que usaba el rojo, como tu, sin embargo ahora para escribir, el Nº3 me parece mejor, te deja más precisión en la escritura.
Estos han sido mis lápices de toda la vida en la escuela y el instituto y ahora son también los que les compro a mis niñas. En la carrera ya empecé a usar portaminas, sobre todo por las distintas medidas de minas para los trazos, yo creo que todos teníamos los Faber Castell verdes que había antes, ahora hay de todos los colores.
Yo no creo que el portaminas sea más ecológico que el lápiz de madera, al fin y al cabo, para hacer los de madera las fabricas plantan árboles que de otra forma no plantarían y mientras que los cortan o no, algo de oxígeno darán, además el residuo de madera es más limpio que es plástico. Lo peor del de madera respecto al otro es cuando se queda pequeño de tanto hacerle punta y casi no se puede coger. Aunque los de Faber Castell venden una funda que sirve de alargador y por el lado de la mina de capuchón.
En realidad, cuando se hacían los planos en papel o en el dibujo tecnico, se utilizaban las minas duras para los trazos auxiliares, no solo porque sean más finas o más precisas, sino porque no «guarreaban» el papel y luego al borrarlas no dejaban marca. Luego las líneas se hacían con F, que mancha menos que el HB, cuando no iba a tinta, claro.
Muy buen post Guti.De repente,al ver las imágenes de los lápices,con esas franjas negras y amarillas,me ha retrotraído a la infancia,a la época escolar.Me han venido recuerdos de libros,gomas de borrar,reglas,cuadernos,compas y por supuesto estos lápices Staedtler.Imágenes de pupitres,compañeros,de los cuales solo mantengo contacto con uno,no solo por lo vivido en el colegio,sino por toda la adolescencia que vino después,incluyendo la edad adulta a dia de hoy,esos juegos de patio en el recreo,despreocupados,cuando el mundo nos parecía un lugar seguro y confortable,ajenos aún al ajetreo y al lío de montepío que conlleva la vida adulta.
Es ahora en esta época del año cuando comenzaba para nosotros,seguramente para la mayoría de nosotros esas maravillosas jornadas de juegos con compañeros de barrio y vecinos,ahora que habiamos finalizado las clases.O bien otros era época de vacaciones a un pueblo o ciudad distinta de la habitual y esa emoción e ilusión de reencontrarse con esos amigos que dejabamos atrás todo un año y nuestra ansia de volver a juntarnos y compartir de nuevo tardes de juegos,pandillas y amores de verano.En mi caso eran encuentros en la Navidad.
Todas estas imágenes y recuerdos me han vuelto al ver las imágenes de este post y después de su lectura.Que poco hace falta a veces para volver una y otra vez a esa parte de nuestras vidas,en la que eramos felices con muchas menos cosas de hoy en dia.Incluso escribiendo con el protagonista del post,quizá una carta a una chica especial que dejabamos atrás al termino del periodo estival o de navidad y regresabamos de nuevo al colegio con la ilusión y esperanza del reencuentro siguiente.
Esto me lleva a preguntarme si los niños de hoy,dentro de unos años,ven las imágenes del post,de nuestros lápices de infancia Staedtler le asaltaran tantos recuerdos como quizá a nosotros.
O quizá eso solo ocurra cuando vean una tablet o un telefono movil.
Habría que estudiar en detalle el proceso Jose Carlos. Quiero decir, la madera del lápiz se pinta, se consume energía en su fabricación, y al final, cuando se agota ya no queda nada. El portaminas al menos puedes usarlo decenas o cientos de veces, cambiando solamente la mina de grafito. Así que aunque el plástico no sea biodegradable, cabe pensar que se aprovecha mejor por ser reutilizable.
Claro que si vamos al encanto, pocos útiles de escritura tienen tanto como los Staedtler Noris. Ha debido ser el primer lapicero de millones de niños (y yo uno de ellos).
Recuerdos de vacaciones Pedro. Días sin colegio que se te hacían largos, que al final deseabas volver a empezar la escuela. Nada parecido a lo que ocurre ahora.
Ya, si no decía lo del detalle del portaminas Molin por mala calidad, se ve y siente bastante bien, hasta fino de acabados como el aspecto que tiene. Un pelín basto el acabado quizás de la abrazadera de sujeción del clip, pero bueno, nada preocupante. Por cierto, patiné, no es el de 0,5 mm, es el 0,7 mm, que es de un púrpura oscuro con reflejos metálicos guapísimo.
Y los lápices a los que me refería que creía recordar que eran Pino, eran esos, los Alpino, xD. ¿También fabrican fuera pero incluyen el Spain? Mientras no indiquen «made in Spain», supongo que reflejarán que la empresa siguen siendo española y sita aquí. Dentro de lo malo, es lo menos malo.
Staedler la verdad es que hacía cosas de mucha calidad. He repasado un poco, y he recordado algunos portaminas que usé y que tenía olvidados, eran Staedlter, de sus básicos. Siempre han tenido buena calidad, y además con detalles que les diferenciaban. De hecho recuerdo que tenían los bolígrafos desechables que más me gustaban, y que se tuteaban sin complejos con el gran BIC de entonces (que fue perdiendo calidad paulatinamente, anda que pocos se me atascaron a mí en nada y menos en la segunda mitad de los ’90 estando nuevos, y eran originales), los Stick 430:
https://cloud10.todocoleccion.online/tc/2015/08/28/10/50953088_27291580.jpg
A mi gusto, dentro de desechables más bonitos, elegantes y mucho mejor rematados que los BIC. Desde el capuchón y su clip, hasta a sus remates en general, la punta que tenían completamente metálica… si eran hasta bonitos, los joíos. Daba pena tener que tirarlos.
Sí que recuerdo los Staedtler Stick. Y mira, los he buscado, y todavía se venden: https://www.staedtler.es/es/productos/instrumentos-de-escritura-con-tinta/boligrafos/stick-430-boligrafo/
Lo del Spain es cierto, es legal, no engaña, pero se presta a confusión. En todo caso, al menos son empresas españolas (Alpino y Molin), que ya es algo.
En realidad el F es entre un H y un HB, es «Firm» («Firme»).
Contrariamente a lo que la gente piensa, un lápiz con mucho grafito no es el que más intenso escribe, se va muy rápido del papel.
Con lápices yo siemprehe tenido una lucha férrea. No he encontrado uno que me gustase. En Staedler apenas noto diferencia entre un verde y un rojo, o entre el rojo y el negro.