Después de publicar el artículo Marcas de ropa deportiva españolas, decidí contactar por email a todas las marcas mencionadas en el listado. Les hacía saber que el artículo estaba disponible, y les daba la oportunidad de que lo revisaran por si había algo incorrecto. También les ofrecía la posibilidad de probar alguno de sus productos.
Un poco como en ¿De quién es culpa la crisis relojera actual?, eso me llevó a descubrir de quién es la culpa en el sector textil español, al menos en parte.
Hablamos de cerca de 80 empresas en el listado, unas pocas (5 o 6), no tenían email disponible, o bien el formulario de contacto de su web no funcionaba. Exceptuando las marcas que ya conozco o con las que ya he tratado, del resto, solamente tres respondieron a mis correos. Estamos hablando de 3 sobre más de 60, o lo que es lo mismo 57 de 60 que no respondieron.
En algunos casos, hasta recibí diez confirmaciones de lectura del mensaje, señal que al menos alguien los abrió. De otros recibí la confirmación de eliminación sin haber sido leídos, pero de la mayoría, nada en absoluto.
Empresas que lo leyeron (¡hasta cinco veces!) y jamás me respondieron. Otras que lo borraron sin leer, pese a que lo envié hasta en seis ocasiones. Y lo peor del caso, todos ellos, demostrando una increíble ingenuidad puesto que sí enviaron las correspondientes confirmaciones de lectura o de eliminación.
Que yo sepa, no hay ninguna ley que obligue a proporcionar un email de información o un formulario de contacto en nuestra página web (salvo para el uso de datos personales), entonces ¿para qué ponerlo si no lo van a mirar, o si lo miran no lo van a responder?
Os podéis imaginar la imagen que causa que algún cliente o potencial cliente les contacte, para alguna duda sobre sus productos, para notificar algo incorrecto en la web, o peor aún, porque han tenido un problema en su pedido, y que les sea imposible, no ya solucionarlo, incluso obtener una respuesta.
No sé si los que ofrecen un número de teléfono de contacto harán lo mismo, es probable, números que no estén actualizados, que llames y siempre comunique porque lo dejan descolgado, o que el teléfono empiece a sonar y nadie te lo coja. Si todo lo hacen así, no me extraña que digan que el sector del textil y el calzado está en crisis en España, o que la competencia asiática, o de las grandes multinacionales es imparable. Algo de razón tendrán, pero la amenaza no está fuera, sino que la amenaza son ellos mismos. Mirad, Henry Ford decía «Una empresa dedicada en exclusiva al servicio, sólo se preocupará por las ganancias; éstas serán inmensas». Fijaros desde que Ford abandonó esa política cómo les van las cosas… Así que a las empresas de nuestro país, que salvo Paredes, J’hayber o Yumas.
Más les valdría seguir algunos de los consejos que dimos en ¿Qué no tienes que hacer si montas una relojería online?, porque si la atención al cliente que dan es así, no me extraña que otros les pasen por delante, aunque sean chinos.
De Catlike no me extraña, son cutres hasta para leer emails 😀
Es evidente que hay mucha crisis en el sector, indudablemente muchas marcas han desaparecido, pero tampoco es que ellos se esfuercen mucho por evitarlo. Tanto es así que la mayoría lo que quieren es prejubilar y cerrar.
Para alguien a quien le gustan las empresas, yotambienestoyenamoradodeingridsjoberg, e incluso marcas de aquí, y que siempre ha hecho todo lo posible por apoyarlas, es un jarro de agua fría.
Gimartex o Catlike que han recibido el email 10 veces y lo han borrado sin abrirlo, e incluso de Luanvi o Joylu que habiéndolo visto ni siquiera han sido capaces de responder con un gracias, dan una mala imagen. Lo peor, es que incluso han enviado las confirmaciones de lectura o eliminación, algo que los clientes de correo siempre preguntan. Pura dejadez también en eso, flagrante en el caso de Iván que la envía en su propio nombre.
Esto me hace pensar si de verdad esas empresas tienen ganas de cambiar las cosas y de seguir adelante. Puede que simplemente quieran que venga Nike, ESPN o Adidas, y se hagan con la empresa a cambio de un buen fajo de billetes… La verdad que otra opción no se me ocurre. Luego muchos de estos son los primeros que se quejan en los medios. Que si las multinacionales, que si la competencia asiática, pero sin llegar a hacer examen de consciencia viendo si hicieron todo lo que tenían que hacer.
Ahí está. Creo que tanto tú como yo hemos «negociado» con marcas internacionales de ropa deportiva de primer nivel (léase Adidos, Noko o Pomo, cambio los nombres porque paso de darles publicidad gratuita). Esas marcas puede que nunca se presten a nada porque simplemente no lo necesitan: ni difundirse, ni aparecer en los medios. Saben que venden por inercia, y que incluso se pelea la gente por sus productos (y algunos con razón, porque son buenos productos, pero no entremos en eso). Al caso:
Decía que esas firmas, que son tan elitistas, siempre y en todos los casos tienen un sistema que te responde el correo. Puede que te manden a hacer puñetas, pero te responden. E incluso luego tienen un sistema donde las puedes calificar, y hasta esa puntuación respecto a cómo te han atendido va luego a la matriz. Que hagan algo con ella o no es otro cantar, claro. Pero se preocupan.
Estas otras marcas pueden que tengan mil correos al día y les importe un pepino un correo que diga: «¿quieres que hable de tu producto?», pero si es así, oye, pones un sistema de respuesta automática, o lo dejas para más adelante y lo pones en espera, o no pongas el correo en tu web ni pongas ese medio de contacto.
En su lugar, optan por una agencia de prensa, cuanto más cutre mejor, que al final acaba haciendo lo mismo.
Pero claro, qué se puede esperar si el único correo que les preocupa es a su proveedor chino diciendoles «mandame cien mil camisetas de tus trabajadores esclavos», a diez céntimos la caja, y venderla luego aquí a cien euros la caja. Cómo van a defender eso. Eso es indefendible.
Lo expones de una forma muy cruda yotambienestoyenamoradodeingridsjoberg, pero ciertamente es así. Esos detalles son los que hacen la diferencia entre una gran multinacional, y una empresa que va de quejica creyéndose ser los mejores del mundo.
Si no quieres que la gente te escriba, no pongas tu email en la web, que al final no es obligatorio. Si lo pones, responde. Ponte en el lugar de quien hace un artículo como el que menciono. Estuve horas y horas investigando y recopilando, un «Muchas gracias» como decía es suficiente, máxime si les haces publicidad gratuita, incluyendo un enlace que es algo por lo que muchos cobran, y que ahora que lo pienso, no descarto eliminar.
Al final ese post en cuestión que tampoco les preocupó, lleva más de 1000 visualizaciones, 150 nuevas cada semana que son de gente que potencialmente les interesan sus marcas. Pues ni así. Ellos demuestran que «su marca» no les importa. ¿Por qué debería preocuparnos a nosotros?
Quizás no sea relevante, pero las últimas deportivas que compré fueron Puma, y no produce ningún inconveniente darles publicidad, porque también se la di a ellos.
¿Y por qué deberían responder a tus correos, a los míos o a los de nadie?
Posiblemente haya unas razones para que no respondan. Puede que en muchas de esas empresas estén hartos de recibir mensajes de correo de ‘donnadies’ con mucha jeta que ofrecen poner una reseña en su blog a cambio de una muestra gratis. O puede que la persona responsable del correo de la empresa X esté tan atareada que ni siquiera tenga tiempo a responder con un «Gracias» o dar acuse de recibo.
¿Atención al cliente? Tengo serias dudas de que el cliente en general realmente quieran atención. Lo que se lleva ahora es, primero, la emoción efímera y barata de estrenar y, a continuación, usar y tirar. ¿Seguro que sólo es culpa de las empresas?
Hace unos minutos molí café para el desayuno de mañana por la mañana utilizando un viejo molinillo eléctrico de marca la Braun. Se trata de un aparato fabricado en los años 70 que rescaté del desván de mi casa. Funciona perfectamente; la única reparación que hubo que hacer fue cambiar el cable de alimentación, que estaba pelado: la hice yo, fue fácil y no necesité ninguna herramienta especial. Podré seguir moliendo café con este aparato unas cuantas décadas más.
Ya no se hacen aparatos como este molinillo por la sencilla razón de que no tienen demanda. ¿Atención al cliente? En muchos casos el cliente no la pide: pide, en cambio, baratijas con una presentación muy cuidada a la que, para disimular, se les llaman productos ‘low cost’.
Tal y como yo lo veo unrelojista es una cuestión de atención y de educación. Si alguien se toma la molestia de recopilar un listado de casi 80 marcas deportivas, y luego de contactarlas una a una indicándoles que lo pueden revisar, creo que un gracias sería lo mínimo.
En casa de mis padres hay un exprimidor de la misma época. También Braun, de aquellos que eran Made in Spain. En su momento eran productos caros, pero efectivamente, han salido mucho más baratos con el tiempo que los equivalentes actuales de 20€.
Si no eres «tutubero» haciendo lo típico que ídem. Pero teniendo unos buenos miles de seguidores que si no te ven como comecocos vedemotos sin puta idea -perdón, quise poner influyente, cosas del corrector y la inteligencia artificial, que ya se adelantan-, entonces no les vale. En ese caso mejor la fórmula de pagar el pastizal a los de la mercadotecnia y el contrato con la estrella de turno, carísimos espacios televisivos, etc.
Mmm, vaya cosa, y luego se preguntan porque se van los clientes con la competencia.
He conocido varias fábricas de confección y no me extraña lo que cuentas, casi, veo que no ha cambiado mucho: marcas con talleres más o menos pequeños, a veces con personal en negro en casa, o parte de la producción en Asia. Donde los jefes, pueden estar en administración, cortando, planchando, y lidiando con los retrasos en el pago de las tiendas, cambiando un fluorescentes o mil cosas más. Delegando la parte comercial al tradicional sistema de agentes comerciales.
El marketing y comercio electrónico, requiere inversión, tiempo, algo de personal y estrategia. Creo que la idiosincrasia de este sector, lo lastra. Siempre habrá alguno que destaque, pero el resto están anclados al siglo pasado y irán pereciendo con la jubilación de los gerentes y del pequeño comercio.
No debería preocuparnos, donde no triunfa una empresa, llega otra. Pero en estos tiempos lo que si que afecta es el coste social. Antes el espacio lo ocupaba otra empresa española, o una alemana, con trabajadores españoles emigrado, ahora lo ocupa una asiática, dejando aquí al personal sin perspectivas, pero no echemos balones fuera, es responsabilidad nuestra y subsidiariamente de los departamentos de industria y educación.
Sergio, yo creo que parte de ese proceder o idiosincrasia como lo denominas, refiriéndome a la red comercial creo que tampoco es algo tan arcaico. E incluso creo que si lo hacen bien, es lo más eficaz para lo más cercano. Que quién sabe, si un día se sacude el tema de exportación puede ser el clavo ardiendo al que agarrarse para seguir funcionando.
No siempre lo digital e Internet es lo mejor y lo más efectivo. También hay mucho personal con doctrinas cerradas en esto que se han estrellado… y alguien lo paga, y a alguien da la mala imagen, y también tiran por la borda con sus decisiones muy buen trabajo constante que ya se había hecho.
Pero si lo primero lo llevan cogido con alfileres y, ahora sí, como dices con esos procederes, malo.
Un ejemplo de lo que digo es el grupo Festina. Que más de una vez he leído que algo que siguen cuidando es algo que ya cuajaron de la etapa de Lotus, la red comercial y sus relaciones. Es decir, lo más cercano.
Y sin embargo en lo digital, basta buscar y leer opiniones de usuarios, que hacen aguas… y de ahí también la fama que tienen en la red, que como su efecto amplificador tenga efecto… agárrate.
Si hubiera un lumbreras dicho de lo primero «esto es arcaico, del siglo pasado y de hace dos», no tengo ni idea lo que les estaría costando al grupo. Quizás ni existiría. Porque tampoco todo lo que se lee del grupo por Internet ni de sus productos es la norma ni verdad… si no, tampoco con su red comercial se sostendría, cuanto menos lo dicho, con lo digital que sus buenas partidas presupuestarias le costará, pero no va como debería. O al menos no da esa sensación.
Tienes sin duda un corrector muy hábil Alejandro. Ahora la tendencia parece que son los micro-influencers. Gente en Instagram que aún teniendo menos seguidores, éstos son más afines a él. Al tener menos followers sus tarifas son más baratas, pero además, al estar más allegados, venden en porcentaje más.
Gran frase Sergio. El problema es en efecto que el hueco que deja una empresa, lo cubre una asiática y como todos sabemos, es pan para hoy y hambre para mañana. El cambio al modelo digital, además de esfuerzo y dinero, requiere ganas de hacerlo. Una mentalidad que los dueños no tienen, y que sólo se da en algunos casos. Aquellos en los que los sucesores más jóvenes y bien preparados, empiezan a darle la vuelta al negocio. Conozco muy de cerca unos cuantos casos así, y los resultados se notan, pasando de ser una empresa local de tres al cuarto a una que empieza a exportar.