Hoy os explicaré otra anécdota del estilo a la de comprar un encendedor, porque recientemente me ocurrió algo que quiero relatar. Me dí cuenta de repente que se había terminado el papel donde apunto mis listas de la compra y mis tareas pendientes. En algunas cosas soy ordenado y maniático, así que tengo una lista en donde voy anotando lo que tengo que comprar en uno de los supermercados a los que acudo, y otra en la que anoto lo que voy agotando y debo reponer del otro, que visito aproximadamente una vez al mes.
Casi siempre he usado tacos de hojas para notas, de esos que regalan como propaganda a lo que ahora llamamos merchandising en vez de promoción comercial. Me gusta la papelería y sé valorar el placer de escribir en una MiquelRius (Apli) o en una Oxford (Hamelin Brands), pero usarlas para algo tan transitorio como una lista de la compra o de tareas me daba algo de lástima, además son de formato grande que es donde de verdad me gusta escribir. Pensé que sería fácil, y me acerqué a una papelería de al lado de casa. Buscaba una libreta de tamaño A6 (105mm X 148mm) o incluso A7 (74mm X 105mm), suficientes para escribir la palabra «Macarrones» en un renglón. Debía de ser barata, y tener la mayor cantidad de hojas posible. El resultado de la visita fue una libreta de la que no recuerdo la marca, era A5 con una portada bastante atractiva y costaba 2€. Demasiado para una lista de la compra.
Entonces hice lo que muchos de nosotros hacemos en esos casos, algunos incluso en primera instancia, acercarse al bazar chino más cercano. Con ciertos remordimiento me personé en una bastante grande que me queda cerca de casa, la oferta de productos era igual de grande que en una papelería convencional, así que tras unos minutos examinando productos asiáticos, me encontré a la candidata que lucía un identificativo de «Made in EU». El precio era de 1,20€, así que por casi lo que costaba la de la papelería me pude hacer con dos. ¡Hasta en un bazar uno se lleva sorpresas agradables!
Dos blocs de marca Cervantes, de 16cm X 22cm con papel que debe corresponder al tamaño cuartilla o A5 (148mm X 210mm), y hojas cuadriculadas que son las que me gustan en una cantidad más que adecuada de 80.
Claro que luego te paras a pensar en que Madrid Papel, con ese nombre tan castizo fabrique en Europa en vez de España es raro. Supogo que por eso ahora empieza a adoptar la denominación acrónima de MPI por (Madrid Papel Import).
Las he visto en uno que tengo relativamente cerca. Pero sí, me huelen a fabricación asiática.
Pero es que al final salvo los que no (que lo indican y cada vez más, que está muy bien) todos vienen del mismo sitio. Yo al revés, para papel de notas prefiero como mucho el rayado sencillo, y mejor el papel liso, tipo folio. Y el otro día, el mismo del portaminas Molin 0,7 mm. repasé los cuaderno que había así, sencillos, pero de papel liso como los folios que no sé por qué pero no los veo fácil. Y tenían, unos «Basic Block» con la marca Golden en la esquina de la portada principal (en colores bonitos, yo cogí el naranja). Y ya por indagar miré y son de Poessa (tienen web .com), empresa sita en Vizcaya (C/ Cervantes del polígono en el que están, fíjate la casualidad). Pero igualmente, son fabricados en Asia. No lo ocultan en su web, al revés, y en el cuaderno bien claro reza donde el código de barras «Made in P.R.C.»
Pero al final, viniendo del mismo sitio, si hay empresa aquí y algo más barato… pues otra opción. ¿Por qué no?
El mío es A5, de 80 hojas también, y papel de 65 gr. No está mal, se escribe bien, y hasta soporta bien la tinta de mis plumillas.
Efectivamente son asiáticas Alejandro. En este panorama, no se entienden muchas cosas. Era un fan de MiquelRius, buena calidad, buen precio, Made in Spain, y resulta que quebraron y fueron comprados por Apli. Parece que aunque lo hagas bien, las cosas no funcionan, y no nos queda otra que conformarnos con este tipo de alternativas.
Es la percepción de valor. Siempre hay una discrepancia entre el valor real de una cosa y lo que la gente entiende que vale.
Cierto David. De hecho hace no mucho en Woodenson los mismos relojes que en Aliexpress, hablaba sobre esas extrañas políticas de precios tan en boga últimamente, basándose no en el coste del producto, sino en el valor percibido por el cliente durante los sondeos de pre-lanzamiento.
Enhorabuena Guti por incitar a la gente a comprar en establecimientos chinos en vez del tradicional. Esos 0,80 céntimos de euro que te has ahorrado respecto al mercado tradicional té van a servir para darte una gran mariscada en Galicia o hacer el viaje de tu vida… Ojalá no tengas que ir nunca a pedir trabajo a un comercio local y es así, me alegraría mucho que solo te contrataran en un bazar chino en el cual te encuentras “sorpresas agradables”
Tienes razón en tu crítica Alejandro, y debo puntualizar un par de cosas. En mi barrio había dos papelerías. Ahora sólo queda una. Esa que queda, vende papelería, librería, prensa, y donde hace el negocio, en quinielas y primitiva.
Las veces que he ido, no les interesa que vayas a comprar un lápiz. Esos 20 céntimos de margen los sacan con una lotería primitiva en 2 segundos. Pongo el ejemplo de los lapiceros porque fue la última vez que fui. Buscaba lápices hechos en España. Con desgana me sacó dos, y ahí terminó todo. No es el comercio en el que me irían mostrando libretas. Y eso al menos lo tiene el chino, son amables.
Quiero decir, me arrepiento de no haber comprado en la papelería local, pero cuando me doy cuenta que ni los dueños quieren vender, me quedo con la conciencia tranquila.
Ya te digo Guti. Hay parte de verdad en lo que critica Alejandro, pero ya en muchos de esos locales «chinos» la diferencia de precio no es tan grande. Incluso «el chino o la china» ya ni lo es por el habla. Pero sí hacen en general lo que mucho «pequeño y mediano empresario» tiraron por la borda entre desgana, ambición y prepotencia.
En mi barrio aún aguantan 3 papelerías de las de siempre, dos de ellas son realmente mismo negocio además de librería (así se califican realmente, más que papelería que también lo son) Y ojo, siempre fueron «de las careras» del barrio. Pero tanto en esa como en la otra, la atención nunca falló. Pues ahí siguen tras no menos de 40 años, los que tiene el barrio (o bueno, alguno más también).
Y hace dos o tres años, se atrevió a abrir otra en una zona del barrio donde la verdad, bien cabía un local de papelería y copistería. Esta más centrada en material escolar que tirando a exquisito (aunque te puede pedir casi de todo), claro, al tener un colegio a dos pasos, y otro más a ni tres manzanas. Que tampoco van mal de atención, y por lo visto aguanta.
Y a ni dos manzanas de ahí hay un chino pequeño de esquina. Donde me compré el portaminas Molin con el cuaderno sencillo de espiral de hojas en blanco como folios, que no sé por qué pero no abunda… será que no tiene tanta salida, porque lo más en todos lados suele ser el rayado simple como mucho. Y relativamente cerca, pues hay tres chinos más y de los bazares de local grande.
Lo que no puede ser es que entre el cliente a comprar, a interesarse por material que tú manejas (o se presupone) y vea entre desgana y asco en la atención, o cuando no otra preferencia (como en tu caso te pasó, con las Apuestas del Estado)… Si las apuestas te da la pasta, y mantienes la papelería por nostalgia, por ser quizás de negocio familiar, porque en el fondo te gusta, pues al menos que el cliente que vaya vea y aprecie cierto agrado también cuando sales del mostrador de las apuestas y loterías. Que tampoco es necesario hacer una fiesta ni recibir con castañuelas, simplemente que se vea mismo trato y agrado… porque hoy igual son solo 2 lápices y si acaso 1 euro o 2 de Bonoloto. Pero igual mañana te da por sacar o traer qué sé yo, o que te traen los proveedores para probar, unos blocs muy chulos aunque «tirando a caros» por lo general por el tipo de producto y también calidad, o sacas unas plumas o bolígrafos que aparecen en el fondo del almacén, y pruebas para ver si hay salida… e igual vuelan cuando esos clientes asiduos los ven, y te dejan un buen aporte a la caja del día…
Lo que no puede ser es el asco, o que te pidan dos kilos de tomates que los tienes estupendos y lustrosos pero intentas colar los de las cajas de abajo o no a la vista que están ya más bien para tirar o para destinar a otra cosa (y los cuelas dos veces si acaso, como mucho, que pierdes el cliente), o que te dejen pedido y encargado lo que sea hasta con teléfono porque les dices y aseguras que se lo miras y se lo traes sin problema ese lo que sea por ejemplo para la comunión del niño o sobrino… y llega que el niño o sobrino está en el bautizo de su segundo hijo, y aún puedes estar esperando.
Mi abuelo paterno hace la leche de años ya, tuvo una pequeña tasca, que no llegaba ni a bar realmente aunque lo parecía. Muy sencillo. No era su única actividad, pero sí en la que echaba más tiempo. Y siempre tenía un dicho: «en el vender, está la ganancia».
Nadarás más en billetes con la actividad, o serás humilde pero vas para adelante. Pero si no vendes y atendiendo bien, a precio razonable y barato, no lo vas a vender a precio más caro, intentando tomar al cliente por idiota y encima pagando tu amargura por tener el local vacío con el incauto que entre una o dos veces (y eso si vuelve), con precio además de caro, pues notando que le cuelas lo que ya tienes para tirar, y encima a desgana.
Eso no funciona. Ni aquí, ni en ningún sitio. Y en donde sea la norma, pues hasta que prueban otra cosa, o llega uno, sea chino, turco, de la otra punta del país o de donde sea que rompe el molde de las formas. O que simplemente hace lo mínimo que se espera.
El cliente tiene que tener a poco que necesite, ganas de volver o de ir a tu establecimiento o a los de su barrio antes que tener que molestarse más. Y tiene que ser por algo. Si bien por precio-chollo no puede ser siempre, sí debe serlo al menos por trato, por ver que no le toman por idiota aunque lo sea… y que vuelva. Lo que no puede ser es que vaya una o dos veces, pase lo anterior, y encima le resulte más agradable y alegre mejor irse a pasear al cementerio de su ciudad o del pueblo aunque sea de los serios y tétricos de ambiente.
Totalmente contigo Alejandro, y eso es lo que hacen los chinos. Calidad de servicio, amplio muestrario y buenos horarios. ¿Qué se desviven con el negocio y se matan a trabajar? Pues sí, pero no es acaso eso mismo lo que hacíamos aquí hace 30 años. Poníamos un negocio, y casi vivíamos en él. Lo que no puede ser es tener una papelería, estar sentadito sin hacer nada, y esperar ganar 5.000€ al mes.
De hecho esa política china les ha llevado a poquito a poco ir subiendo precios, y como dices, ya no son tan baratos. Si ahora vas, es porque te dan un servicio mejor, no porque sean más baratos. Y la pena es que no tienen que luchar, porque muchos de los negocios, parece que sea el cliente el que les hace el favor presentándose en su tienda, y es justo lo contrario.
La parte positiva es que a medida que quiebran papelerías y otros negocios, las pocas que quedan son porque se lo han trabajado. Dependientes expertos y amables, buen género y precios razonables. Esas tiendas, sólo hacen que aumentar clientela, aunque sea de frikis. Cuando quiero una pluma, lo primero que hago es ir a una de las tiendas especializadas que quedan. Puedo ver su catálogo por internet, y aunque la tenga a 30 minutos de distancia, me acerco y las veo. Es una oportunidad para ellos, y el premio por hacerlo bien.