La Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo (FECEMD) propone desde hace algunos años el uso de Listas Robinson de Exclusión Publicitaria a sus asociados.
Estas listas deben ser cotejadas con las de públicos objetivos antes de lanzar campañas de marketing directo o interactivo, de manera que si estás interesado en dejar de recibir comunicaciones no deseadas, ya sean telefónicas, por correo postal o por email, o por SMS, no tienes más que inscribirte a la lista, y al menos te librarás de aquellas que sean de asociados a la FECEMD, que no es poco.
El problema es cómo se implementa tecnológicamente la Lista Robinson. Me explico. Si una empresa quiere enviar publicidad de forma legal, tendrá que cruzar dos listas. La primera: la de sus contactos. La segunda la propia lista Robinson. Y luego eliminar de la primera lista a todos aquellos que estén en la segunda.
El problema que tenemos con esto es que si la empresa tiene "malas intenciones" le estás sirviendo en bandeja una lista de correos, moviles, etc, reales y actualizados, que luego puede ceder o vender a terceros o en el merado negro.
¿Realmente se está haciendo así?. Dicen que la mejor manera de proteger tu mail es no dar nunca tu mail.
La solución tecnológica optima pasaría por un servicio de consulta, mediante el cual la empresa preguntara "¿Están estos correos que yo tengo en mi base de datos, yu que te envio, en la Lista Robinson?" y que el sistema respondiera con un SI o un NO. Pero en ningun caso revelando o publicando la lista completa Robinson.
Nada que añadir a lo expuesto por Pepe. Es más, desconfiaría incluso de la solución óptima. ¿Quién vigila al vigilante? De tener éxito, una lista Robinson con un millón de direcciones sería un pastel demasiado goloso como para no sucumbir a la tentación del maletín. Y el problema de comenzar a recibir spam es que nunca sabes dónde se ha producido la "filtración".
Efectivamente, mejor la prevención. Y si se escapa algo, filtrado. No hay otra.
Pepe, entiendo tus suspicacias, pero te doy fe de que cuando estuve en una agencia de marketing directo asociada a la FECEMD se hacía tal cual expongo. Obviamente es una forma de conseguir direcciones de personas de manera ilegal, aunque estoy seguro que con el precio al que lo ofrece la FECEMD, que además exige que seas miembro de ella, puedes obtener una cantidad mayor desde otras fuentes.