Lo que aportan las marcas blancas
Las marcas blancas, o marcas de distribuidor, tienen adeptos y enemigos por un igual. Los que las defienden argumentan que gracias a ellas ahorramos en la cesta de la compra, y que además fuerza a las marcas tradicionales a ajustar sus precios. Los detractores por otro lado, estiman que ello se debe a recortes en la calidad del producto.
Como suele ser habitual, es probable que ambos bandos tengan parte de razón, por eso mi argumento en favor de la marca blanca sigue otros derroteros. Ya visteis en Grupos alimentarios multinacionales, que la mayoría de enseñas que conocemos están en manos de unos pocos grupos multinacionales, empresas globales con una excelente visión comercial, pero a las que les importa dos pepinos el mercado local. He comentado en varias ocasiones porque es mejor comprar marcas de aquí, y no me repetiré con eso tampoco.
Lo que me gusta de las marcas blanca, es que dan la oportunidad a pequeños y medianos proveedores. Compañías que tienen un gran producto, y son capaces de ponerlo en el mercado a un precio asequible. Empresas a las que sólo les falta reconocimiento de marca. Algo que les de impulso para obtener una mayor distribución. En muchos casos, esas compañías, habrían acabado cerrando si no fuera por su trabajo como proveedor para las grandes cadenas de alimentación. Como en el caso del Jabón Pardo, es como poco, un buen complemento a su negocio.
El sector de las marcas de distribución es tremendamente competitivo. Lo que prima es la calidad/precio. Apenas importa el marketing, o el valor percibido, así que de manera natural, es un negocio meritocrático. Un proceso acelerado donde al final suelen quedar solamente los mejores. Por ello no nos extraña que haya determinados artículos donde la marca blanca sea incluso mejor que la líder del segmento.
Hago mis compras habituales en Mercadona e Hipercor, y de Mercadona me gusta que indiquen quien es el fabricante de esa marca. Sin subterfugios como hacen otras cadenas de alimentación que sólo indican el CIF. Como si eso fuera un secreto que puedes buscar a golpe de móvil. En ese aspecto, me parece que Mercadona es más transparente, y no se avergüenza de sus proveedores. En realidad me gustaría pensar que está orgullosa de ellos.
Siendo objetivos, a este tipo de marcas, solamente les falta una cosa, la innovación. Porque la ventaja de un conglomerado empresarial gigante es que tiene tantos recursos, que es capaz de innovar y mejorar el producto, mientras que por su lado, las marcas de distribución van a la zaga, y como mucho copian, o se inspiran, dependiendo de como queramos verlo. Es algo importante, pero considero que no tanto como nos quieran hacer pensar. ¿De verdad es tan beneficioso un yogur de última generación comparado con los de hace 5 años? No los venden como innovaciones disruptivas, y no dejan de ser pequeñas novedades, mejoras incrementales. La historia del yogur se remonta a hace más de 6.000 años, ¡y tanto no ha cambiado!
Siguiendo con las marcas de alimentación el caso de la mayonesa, es otro que me llama la atención. Plagado de marcas multinacionales Heinz, Kraft o Calvé donde es complicado hacerse con marcas de aquí como Musa (antes Moreno y Hojiblanca) si no fuera porque tenemos Hacendado. Esa es la pura realidad, las marcas locales, apenas sobreviven hoy como marca blanca.
Siempre hablo del poder y la responsabilidad que tenemos como consumidores. Porque nuestras compras pueden premiar, si así lo deseamos, a estos fabricantes regionales. Podemos hacer que crezcan, y así que esos productos que nos gustan, vuelvan a las estanterías con su propia marca. Me pregunto cuantas de estas empresas independientes habrían desaparecido si no fuera por las marcas blancas… Así terminamos con el caso extremo. Marcas que han optado por abandonar su negocio propio, y se dedican a ser proveedores preferentes y exclusivos de una cadena de supermercados como ha ocurrido con Laboratorios Maverick.
Si como yo, eres de los que de vez en cuando revisa el etiquetado de los productos, te habrás dado cuenta de cuantas hay. Pequeños David que luchan contra Goliat, y que al menos de momento, cuentan con la marca blanca como aliado. Claro que como es un mercado tan agresivo, e infiel, no te extrañe que ese producto que tanto te agradaba, cambie de un día para otro de proveedor, y deje de gustarte. Es el problema que tienen.
A mi me importa un pimiento que la marca sea una anunciada a bombo y platillo (con el consiguiente coste de marketing) o que resulte líder en mercados extranjeros, si el producto es de buena calidad y además está a un precio competitivo, bienvenido sea. Cierto es que si no somos los consumidores quienes apoyemos con nuestras compras los productos locales, serán las multinacionales las que obliguen al cierre o acaben absorbiendo la gran mayoría de empresas, perdiendo puestos de trabajo, afectando a la economía y arrancándonos en muchos casos un pedacito de historia. Desde luego hay muchas marcas blancas que no tienen nada que envidiar a las primeras marcas o como has comentado lassuperan, el jabón quitamanchas Beltrán de Mercadona, yogures de Lidl, cosmética Deliplus del Mercadona… van mucho mejor que muchas primeras marcas que he probado, espero no cambien su política y puedan seguir ofreciéndonos sus productos. Un saludo Guti y gracias por tus artículos.
Claro Julián, es la misma lectura que yo le doy. Cuanto menos marketing de marca haya, menos publicidad pagamos, y más producto. En el fondo lo que queremos es un buen producto, no buenas campañas de comunicación.
Desgraciadamente todo va un poco de la mano, sin campañas de comunicación, ese producto no llega al público. No se conoce. Es cierto que hay medios independientes entre los que me incluyo que intentan difundir esas marcas. Pero su alcance es tan pequeño que son solamente un granito de arena en el desierto.
Muchas gracias a ti por leerme y por tus acertados aportes.
Un buen punto de vista sin duda. Yo también soy defensor -en general- de las marcas blancas, el mayor problema que les veo es que es mucho más complejo encontrar una de calidad razonable, e incluso el mismo fabricante a veces fabrica productos medianamante buenos, y productos muy malos, así que ni del fabricante te puedes fiar.
Por lo general Mercadona sí tiene buenas marcas blancas, pero claro, controlan muy de cerca a sus proveedores porque saben que ese es uno de los pilares de su éxito y crecimiento, mientras que otras redes de distribución, con tal de que les ofrezcan el producto barato, no vigilan nada.
Por supuesto CadenaCuatro.com ese es, desgraciadamente un daño colateral. Las marcas buenas, o marcas caras, o primeras marcas, cuentan con mucho presupuesto. Podemos hablar de Danone, pero también de Tissot, de Audi, de Adidas, … por citar sólo algunas que no me dan demasiado rabia. Una gran marca invierte un gran dinero en publicidad. Pero no se van a arriesgar a hacerlo con productos que son muy malos. Sería contraproducente.
Por tanto las marcas caras, casi nunca tienen productos malos. Tal vez sean normales, o buenos o muy buenos, pero casi nunca malos. Con marcas que no invierten en publicidad, puedes en efecto encontrarte productos excelentes por cuatro duros, igual que puedes encontrarte basura. Esa es la dificultad. La forma de encontrarlo, es con el boca a boca, ya sea físico, o virtual. Tu mismo dices que las de Mercadona suelen ser buenas, esa información ayuda. Por el contrario, las de Día suelen ser malas.
¿Te refieres a las marcas propias de supermercados por ejemplo?
Sí, exacto Manuel.
Pues, creo que las marcas propias en los supermercados son buenas, encuentras productos a buen precio y de buena calidad (no todos claro).
Para mí, las marcas blancas aportan perspectiva, sobre el valor real del producto, y el peso que le damos a factores secundarios.
No sé si allá en España, pero aparte de las marcas blancas de supermercados, de este lado del charco, tenemos las de los clubes de precios, de las cuales «Kirkland Signature es muy buena». Sin embargo, la que mas recuerdos me trae, y no es marca de una tienda per se, es «Springfield». El mercado local fue comprado a sus dueños precisamente por sus cadenas de distribución de esta marca, por Chedraui/Carrefour.
Exactamente, esa es mi opinión en el artículo Manuel.
Gracias por tu comentario.
Los clubs de descuento es algo totalmente desconocido en España. Un tipo de venta tan popular en Latinoamérica y el Caribe que sorprende que aquí no haya llegado.
Conozco Pricesmart, de origen estadounidense, y puedo confirmar que sus marcas, la mayoría tienen una buena calidad. No excelente, pero más que suficiente. Como siempre ocurre, unos pocos productos son de calidad algo baja, pero son minoría.
Trabajé en áreas de comercialización al respecto. Voy a dar mi punto porque algo sé de la manera de comercializar de las grandes superficies y cadenas.
El negocio de ellos básicamente pasa por fundir a las empresas locales. Tienen tiempo, paciencia y recuersos. El gerente de producto de cada área se encarga de averiguar el precio de coste real de cada uno y en relación a eso presionará a la empresa local productora.
Esta empresa hará números y verá que le conviene aceptar al oferta del poderoso, no porque sea negocio venderle sino porque baja costos para la mercaderías que comercialize por otras vías.
Luego en las siguientes compras del poderoso, sabiendo que la productora se endudó para cubir la demanda de mayor producción le presionará para precios más bajos, disntinas maneras de pago a más plazo, etc. Asfixia.
Manotazo de ahogado subir los precios para los distribuidores por otras vías. Inflación y más ganancia para el poderoso porque podrá vender más barato no solo por su volumen de compra sino por el propio precio que el la empresa tuvo que subir para no fundirse momentáneamente a sus otras cadenas de comercialización.
El tema de las empresas que venden a los poderosos es solo hacerlo a un precio que les deje ganancias por si mismas, sino siempre perderán a mediano y largo plazo. Es la ley de la selva.
Es un tema propio del capitalismo. Dinero inflado
hay de sobra en el mundo pero no hay tantos negocios en los cuales invertirlos, así que el negocio pasa por fundir empresas locales y generar pobreza por doquier.
Cada puestro de trabajo que generan las grandes cadenas y/o distribuidores sacan dos. Cada dolar que generan de ganancias para volar a suiza le sacaron dos a los pequeños empresarios o no tanto locales.
Dan un buen servicio y conveniente para quienes no dependen de la cadena productiva local, por ejemplo empleados públicos y acomodados varios gracias al Estado.
Conclusión: más fascismo, más pobreza, más capitalismo, más poder del Estado… y todo en las propias narices de los liberales. No hay nada mejor para el fascismo que la libertad de mercado falsa que tanto se pregona y el capitalismo salvaje. Antes tenían al comunismo y sus derivados, pero ahora han perfeccionado el sistema y las masas estupidizadas festejan que les están apretando el lazo cada vez más, con el socialismo disfrazado de cordero cuando es el lobo mutante y más poderoso que el de otrora.
Perdón por el aparente desvarío, pero detrás de las marcas blancas es lo que hay. O ya el poderoso logró fundir a los locales y produce su propia marca porque ya tiene la distribución asegurada, o todavía está en proceso de fundirlos.
El negocio mejor no es producir algo, sino tener mucho dinero para comerciar con lo que producen los demás. Y dinero sobra
Muchas gracias por tu comentario Arcano. Se agradece mucho la opinión de alguien que ha vivido el asunto de primera mano. Al final es lo mismo que se repite una y otra vez. El pez grande, siempre acaba comiéndose al pequeño, y nadie hace nada por evitarlo. Empezando por el Estado como bien apuntas.
Así es lamenteablemente. Como suelo decir cada mejora que tiene el que vive de su trabajo no es gracias al «sistema» económico, ni los políticos en el poder circunstanciales, sino a simple escurrimiento de los avances tecnológicos. Pero ahora esto se están complicando porque las máquinas no están generando nuevas modalidedes de empleo sino que directamente sacarán trabajos sin brindar un nuevo acomodamiento del mundo laboral y nuevas áreas.
Está habiendo un proceso muy rápido en el mundo. Hasta hace poco los políticos transaban con los reyezuelos locales, pero ahora aquellos ya están haciéndolo con los grandes reyes internacionales.
Estoy en uruguay y acá como es chica la plaza los procesos son rápidos y muy claros. Por ejemplo las galletitas y la cerveza son monopolios. Son una basura realmente ambas y carísimas.
Claro, se puede fabricar galletitas artesanales, pero quién la distribuye? Esto encarece el producto y solo puede ser vendido a pequeños almacenes de pequeñas localidades. Si el almacén está bien administrado pronto crece y recibe las ofertas de exclusividad del monopolio y perdés el punto de venta. Y terminás vendiendo a almaceneros pobres o que se mal administran, al cual cobrarles la mercadería es un tercer trabajo además de la producción y distribución.
En suma, detrás de cada marca blanca hay empresarios fundidos o por fundirse.
Acá las marcas blancas directamente vienen de chile. Los supermercados también son dos monopolios, uno francés y otro un fondo de inversión de jubilados de USA.
Han destruído todo. Sumado a los políticos que TODOS tienen una gran transa con los grandes importadores. La economía está destruída y no hay trabajo.
Tenemos impuestos escandinavos en un país del tercer mundo. Políticos megaricos y el oficialismo no tiene oposición real, solo circo. Y mas vale ser empleado público que médico. Y si tenés una empresa que no tenga contrato con el Estado vas muerto.
Y supuestamente tenemos un gobierno de «izquierda» que favorece a la clase trabajadora…. a los trabajadores de los sindicatos públicos. Es increíble.
Parece que no tiene que ver con tu artículo pero sí, porque detrás de las marcas blancas hay una empresa productora que pierde el prestigio de su trabajo, de su producción, de sus capacidades de crecer y expandirse.
Es como si CASIO se viera obligada a vender sus relojes sin marca a los chinos que fabrican sus falsificaciones
Creo que tendemos a ser alarmistas Arcano. En ningún momento digo que las cosas vayan bien, pero si que históricamente siempre nos quejamos. Es obvio que los ricos cada vez roban, o tienen más, por eso hay más ricos y lo son más. Pero el resto, los que no lo somos, vivimos mejor que antes, y eso se debe a que la tecnología nos permite tener un mejor nivel de vida.
Por ejemplo con la máquina de vapor, los dueños de las máquinas se hicieron de oro, en una proporción nunca antes vista. Sin embargo los obreros, mejoraron también sus condiciones de vida, aunque fuera levemente. Solamente porque la actividad física intensa, ahora la hacía la máquina. Creo que desde entonces se han ido sucediendo estos cambios. Los ricos tienen cada vez más, y el resto lo mismo o menos, pero atenuado por los avances técnicos, ni nos damos cuenta de ello.
claro, escribí lo mismo en el penúltimo comentario. Pero luego fui a que la nueva revolución tecnológica sí va a frenar el progreso porque no desocupará manos para hacer otras cosas «mejores» digamos por ejemplo en bienes o servicios. Porque habrán menos trabajos para las masas y estas además no podrán pagar por bienes o servicios.
El capitalismo que es un sistema exitoso para los países ricos o que se benefician de la riqueza de los demás tiene como premisa, factótum y utilidad en el desarrollo de las economías. Es decir mientras estas crecen y/o nace más gente que pueda participar del sistema la cosa marcha. Pero se llegó a un tope ya. Porque el crecimiento no puede ser infinito por diversas razones.
De hecho vamos raudamente a economías comunistas en los hechos porque los Estados están creciendo de forma alarmante como empleadores o contratantes y por la necesidad de brindar políticas sociales para que los desocupados no mueran de hambre, porque no hay trabajo suficiente.
Y ahora se viene la época de las masas desocupadas y en definitiva gente sobrante para el sistema. Ya se está hablando de la renta básica universal y el impuesto a los robots, pero solo son paleativos si se piensa un poco.
Nosotros los sudacas nos reímos de por ejemplo la crisis española. Porque a no ser que seas viejo, que no lo sos, y que tengas buenos datos de lo que fue vivir en le época de vuestra guerra civil, que seguramente los tenés, en general no estamos muy lejos de casi comer pasto en los países que no son europeos.
Hay dos mundos en sudamérica. Un montón de gente que vive como las cigarras y otros, la gran mayoría, que la estamos pasando muy mal. Fijate que en uruguay ya más del 20% de los que trabajan son empleados estatales. Y del resto supongo un 20% más lo hace empleador por empresas contratistas del Estado. Es una locura. No hay industria, no hay nada. Yo por ejemplo no conozco hoy a nadie que trabaje produciendo nada, todos trabajan en servicios.
Ya te puse que las marcas blancas vienen de chile principalmente, o ya de empresas en camino de fundirse de las pocas que hay.
A lo que voy es que hoy día si querés fabricar algo no podés. Volvamos al tema de los relojes para usarlos de ejemplo. Nadie puede fabricarlos a no ser que tengas capitales suizos, japoneses, chinos o alemanes. Ni teléfonos, ni robots, ni autos, ni ropas, ni casas. No se puede fabricar nada ya.
Yo viví la mitad de mi vida en un zona de fábricas, muchas fábricas textiles, curtiembres y demás. Y ya hace tres décadas que no queda en funcionamiento ninguna.
Creo que eso es algo que simplemente ha empezado en Sudamérica Arcano, pero que va a irse extendiendo a la mayoría de países del mundo. Salvo que algo cambie, o salvo que cambiemos nosotros.
En mi casa y familia pasó algo curioso hace muchos años que nos hizo probar, o como mínimo, ponernos alerta respectoa a alguna marca en concreto. Y desde entonces nos suele funcionar.
Pasó que mi padre llevaba unos pocos años perfectamente conforme con su última compañía de seguro del coche. No daba partes, el precio se mantenía, y tan buen precio le pareció que fue la primera vez que tocó el todo riesgo (el de antes de verdad, sin franquicias, el que se fue al garete por el abuso de la gente).
Pero de buenas a primeras un año, dos… cada año subió un pellizco, que se convirtió en un pellizco bueno llegado al tercero. Sin partes. Deduciendo, pensamos en asociarlo a que quizás a la aseguradora entre alguna de las cosas le estaba saliendo demasiado costosa la publicidad completa y casi omnipresente en un equipo de Fórmula 1, localizaciones clave en todos los circuitos, patrocinio televisivo, de podium, sala de prensa… porque estaba en todos lados.
Así que en cuanto estamos conformes con algún producto, pero vemos que empieza a aparecer mucho en televisión o por ahí, ya mínimo consiguen el efecto contrario con nosotros: ya estamos al loro y miramos alternativas. Porque como notemos que se empiezan a columpiar con el precio y/o bajando la calidad cambiamos de tercio rápido.
Y si la publicidad les sale muy cara, pues que pinchen la burbuja. En su mano está… también. No sólo escudándose en lo que la gente pide. Si ellos deciden pagar según qué, cómo y a quiénes, cachés, dándoles igual que hoy se muestren con ellos y mañana con la competencia simple y llanamente… pues ellos mismos. Pero luego que no le pasen la factura a todos los clientes: que le pasen la factura de la equivocación al ejército corporativo de «yuppies» que tomaron esas decisiones, gastos (y en muchas ocasiones alguna que otra comisión extra) y que corten cabezas si es necesario.
Hace unos meses me pasó buscando bicicleta. Si no te interesas por bicis de 300-400 para arriba apenas se esmeran. En muchos sitios si no son deportivas de 600-800 para arriba menos (si ven que no vas a ir de dominguero que se disfrace de arriba a abajo y se gaste lo que vale una moto, vamos). Eso sí, si ya por divertirte ante el descaro empiezas a sacar pegas «pero si todo esto hasta el chasis es hecho al peso en China y todos remarcan», o «puesto este grupo es el mismo bajo de gama que las del Decartón que he visto»… empiezan a buscar excusas debajo de las piedras… excusas que las tengo que pagar yo, claro está. Pero exigir ya que se me está pidiendo una cantidad y en consonancia a ella, no. Eso no, hombre.
Pero yo sabía lo que buscaba. Y sabía que era cuestión de esperar. Y al final llegó: bicicleta apropiada, sencilla a precio razonable. Eso sí, tuvo que ser unidad qeu por ser de hace 2-3 temporadas pues en vez de venderse a los más de 350 euros de en su día, pues yo la pillé por 200. Pero bici con las características que necesitaba, sin características de altas prestaciones, ni menos de 10 kilos de peso, ni carbono y materiales con todos los cartelitos que tanto atraen a los amigos de lo ajeno.
Y una bici de calidad en su precio, tampoco una patata. Pero una bici europea, y al menos fabricada en Europa. Que haberlas, haylas.
Entre mercadotecnia e intermediarios y sus acuerdos entre ellos, que el cliente pague: pues yo digo lo que decía mi abuelo paterno, regente muchísimos años de una humilde tasca: en el vender está la ganancia. Refiriéndose claro está a vender mucho, clientela, por dar calidad al precio razonable… y que repitan.
El humo para quién lo compre. Y si no se vende, pues que le corten el grifo y recorten en el que lo creó y a semejante precio. xD
Exactamente. Las marcas con mejor relación calidad-precio suelen ser aquellas que no invierten en publicidad. Claro que entonces, ¿cómo las encuentras? Pues porque te gusta el tema (como tu con las bicis), porque necesitas moverte (lo que te pasó con Mutua Madrileña), o por espacios independientes como éste, que intentamos difundirlas.
Eso me lleva a pensar en cuánto durará esto. Quiero decir, me divierte escribir, y bueno, con publicidad me compensa el dinero que me cuesta de mantenimiento. ¿Pero y cuándo desaparezca la publicidad? En ese sentido internet es muy frágil.