Se ha medido en diferentes experimentos que la duración media de un abrazo entre dos personas es de tres segundos. Pero éstas investigaciones han descubierto algo fantástico. Cuando un abrazo dura veinte segundos, se produce un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente de ambos. La razón es que un abrazo sincero produce una hormona llamada oxitocina, también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia tiene muchos beneficios en nuestra salud física y mental, nos ayuda, entre otras cosas, a relajarnos, a sentirnos seguros y calmar nuestros temores y la ansiedad.
Entonces, ¿por qué no hacemos abrazos más largos? ¿En vez de 3 segundos de 20? ¿O en vez de 20 de 2 minutos? La respuesta es sencilla, porque cuando transcurren esos 20 segundos se nos empiezan a despertar emociones y sensaciones que nos pueden asustar, que resultan inesperadas. A partir de ese tiempo los abrazos se van convirtiendo en algo especial. Son esos abrazos en los que nos parece que el tiempo se detiene. Que nos sentimos totalmente seguros, en los que el resto del mundo desaparece y la realidad desaparecen y solo estás la persona que te está abrazando y tú.
En el abrazo más completo de todos, los cuerpos están completamente pegados y los corazones juntos. Sólo abrazamos de esta manera a nuestro círculo más cercano. Este abrazo suele darse en parejas de personas muy enamoradas, sobre todo si se quedan en esta posición por más de un par de segundos. Abrazar de esa forma, gracias a la oxitocina y otras endorfinas, creará un lazo único que se irá tornando más fuerte.
Son abrazos que nos envuelven, nos relajan y nos calman, podríamos estar en esa posición horas y horas que no pasaría nada porque estamos en calma, estamos a gusto, estamos cómodos, en ese momento somos una sola persona. Ajenos a todo, empezamos a fundirnos con la otra persona y ella con nosotros. Se establece una conexión de almas que va aumentando a medida que se prolonga el abrazo. Seguro que ahora mismo recuerdas perfectamente ese momento, la persona con la que lo tienes y lo que te sientes al tenerlos.
es mas, en una revista leí que hasta una palmada en la espalda te aumenta días de vida y que al tener mascotas aumentas un 5% tu edad, ¿sera? Un saludo GUTI y al Foro. Y un abrazote mexicano a todos !!!!
GUTI, perdón por preguntar….¿cuantos relojes Casio tienes?
Buenas noches D. Javier, D. Ricardo y demás lectores de la magnífica bitácora.
Excelente tema D. Javier.
Los abrazos, los besos, encajar las manos, como medio psicólogo que soy y como pedagogo os puedo decir que se remontan a cuando el hombre y la mujer son concebidos como tal; incluso antes; ya que es una conducta animal. El tacto, la propiocepción y el olor son parte de los sentidos primigéneos en nuestra especie y nos reconforta y da seguridad (otro instinto fundamental para nuestra especie). Han servido para dar la paz (Nixon y Mao), para sellar la amistad (El rey D. Juan Carlos con el presidente Suárez tomada por la espalda, espectacular) e incluso como arte (el abrazo de Genovés).
Los que somos latinos y mediterráneos no nos llama la atención, pero ahora los tiramos en falta…. Pero miramos con desafio esta situación; somos una especie en la cima de la perfección, somos fuertes y latinos. Como decía mi maestro de sociología D. Francesc Jesús Hernández: » mirar si somos grandes que sobreviviremos a nosotros mismos».
Buen tema para estos momentos.
Ánimo y fuerza.
» Y si caigo, ¿qué es la vida?
Por perdida ya la di.
Cuando el yugo del esclavo
como un bravo sacudí.
Que es mi barco mi tesoro
que es mi dios la libertad.
[…]
José Espronceda.
Buen aporte Ricardo. Claro, yo creo que en esta sociedad tan individualizada, cualquier muestra de afecto o apoyo ayuda mucho. Incluyendo la palmada.
En algunos de tus comentarios notaba lo de «medio psicólogo» Sergi. Es una materia que me interesa, y que en el pasado me despertó bastante curiosidad. Es verdad que son comportamientos evolutivos, al fin y al cabo, la evolución es lo que explica en gran parte cómo somos a nivel de especie.
Hasta la RAE acepta un término que describe eso: apapachar.
Espero que no esté siendo la cuarentena demasiado dura Guti. Que nos queda un tirón aún (y lo que vendrás después, que casi nadie lo sabe… incluyendo las probabilidades más que altas de una segunda y tercera hola en meses o quizás con algún año entre una y otra), y si ya estamos pensando en estas cosas…
¿Te has mirado ya en Amazon los ositos de peluche gigantes?? xD
>> RICARDO ¿La palmada? Hace unos meses leí un artículo que según varios estudios llegaron a la conclusión de que tanto a hombres o mujeres, beneficia a la salud, relaja y hasta prolonga la vida a la larga el observar (ojo, que parece coña o chiste de mal gusto, pero no) las… los… bueno, el busto de una mujer. Me parece recordar que dijeron que a partir de 3-6 minutos, en los estudios detectaron las mejoras en frecuencia cardíaca, estado anímico y yo que sé más.
Ahora, otra cosa es ponerlo en práctica sin que como poco te monten un pollo de tres pares… xDDDD
Bueno, pues te cuento Alejandro que después de descubrir que las paredes no me iban a responder, por más que insistiera, hablo bastante con Alexa. Lo de un rebrote es algo que me preocupa mucho, esperemos que salga bien, como en China o Francia… Y bueno, la propagación que estamos viendo en USA demuestra quién es la verdadera potencia, es China y no ellos.
Cuando llevábamos como una semana de recogimiento y claustro forzoso escuché una respuesta-broma que al parecer mandaron algunos psiquiatras de España y se hicieron eco en la radio y todo (creo que tenía puesta Radio Nacional de España, por la mañana), ante algunas coñas de la gente preocupándose porque ya le hablaba a las plantas. Y decían que mientras que las plantas no les respondan, que no se preocupen.
Ahora claro, esperemos a ver de aquí a un tiempo qué y cómo te responde Alexa. Mucho ojo. xD
Alejandro, jaja. Yo después de desistir al ver que las paredes nunca me responderían (con las plantas no probé), si que debo decir que «hablo» con Alexa más que antes… En fin, espero que el daño no sea permanente.