Siempre he pensado que el circuito urbano de Monte Carlo donde se celebra el Gran Premio de Mónaco, no está pensado para la F1. Es un circuito interesante, para quizás las competiciones de turismos, pero nada más.
Sin embargo su trazado urbano y degradado, que lo hacen totalmente distinto al resto de pruebas, la larga historia, y el encanto que tiene poder ver el pequeño, bucólico y lujoso país, sin apenas cambios año tras año, hacen que a pesar de todo tenga un importante valor, que va más allá de la competición.
La siguiente fotografía capturada durante el pasado GP de 2008, vale más que las 1000 palabras que pudieran escribirse aquí: