Soy consciente que resulte extraño dedicar un artículo a mi segundo reloj, y en cambio no hablar del primero. En Mi historia relojeril, ya intuisteis la razón. Mi primer reloj fue un reloj digital de dama, con la caja dorada y correa de cuero. Sólo me gustó por ser mi primer reloj, porque ya de niño odiaba los dorados y en cuanto a funciones era bastante básico. De esos que muestran solamente horas y minutos.
Mi segundo reloj fue mucho más especial. Porque aunque mantenía el dorado, motivo por el cual no me gustó de entrada. En cambio era un reloj analógico, un reloj de mayor. Era una pieza heredada, y en aquella época los relojes analógicos eran casi todos mecánicos. En este caso, de cuerda manual.
Así que ese reloj que estéticamente no me gustaba, poco a poco fue conquistándome. Darle cuerda por la mañana, el tic-tac, y hasta el lumen, que pese a lo desgastado que estaba resultaba espectacular. Muchos años después, precisamente las marcas apostaron con ese concepto en adhesivos y juguetes para niños.
Era un reloj serio, definitivamente no pegaba con la edad de un niño. Si bien no era habitual ver a niños de mi edad con reloj, los que llevaban uno solían ser modelos del pasado, de esos que los familiares o amigos habían rescatado de un cajón. Me sentía orgulloso de él, y lo lucía con entusiasmo.
En la muñeca se notaba grande y pesado, nada que ver con aquel primer digital barato. Pasó el tiempo, y gracias al Casio F-87W que vino después, me olvidé de él.
Creo que era un Sandoz del que no ha quedado ni rastro. Solamente su recuerdo, así que ahora, casi 40 años después de aquello me doy cuenta que ese segundo reloj logró que me gustasen los relojes mecánicos, y que me agrade sentir su peso en la muñeca.
Por cierto que la alfombra que se muestra en la fotografía de casa de mis padres, ahora la tengo yo como la Duralex Lys.La habréis visto de fondo en algunas de mis fotografías. Hecha a medida y en España, cuando ambas cosas era una práctica bastante común, que sin llegar a ser barato, no eran prohibitivo como ahora.
Todos esos recuerdos son muy bonitos y entrañables aunque por la edad son algo difusos y nos van y vienen a la mente pequeños detalles que vamos recordando.
De esos primeros relojes no suele quedar ninguno porque a esas edades por muy cuidadoso que sea uno es muy difícil conservar un reloj o un juguete si se usa a diario si no se usa si se suele conservar (me ha pasado con juguetes de mis hijos).
Mi primer reloj (a los 8 años) fue un Fortaine de cuerda con el bisel giratorio era un reloj fuerte y resistente pero se perdió por la casa de mis padres a los pocos años de tenerlo, el segundo reloj fue un Continental digital cuadrado precioso, después vendría un Halin con alarma y a la cuarta la vencida por fin el Casio 12 melodías.
Que suerte tienes de tener una foto de aquella época en donde se vea bien el reloj 😀 Las fotos de entonces eran caras, y había que molestarse bastante para sacarlas (pillar carrete, ir a revelarlas, esperar, volver a la tienda, pagar y recogerlas), nada que ver con lo que hoy tienen los chavales…! Una foto en nuestros tiempos era casi un tesoro!
Si que era un lujo cadenacuatro.com. No solamente era el precio de revelarla, sino lo que costaban las cámaras fotográficas. De hecho esta ya has visto que es un cuadro que tienen colgado mis padres en casa. Esa es la prueba de lo especial que era para ellos.
Si fuera hoy en día, habrían cambiado 30 veces de móvil y no se habría salvado ninguna.
Muy buen articulo Guti.Sintetiza todos esos recuerdos y sentimientos anclados a nuestra memoria,que como dice PepeCasio van y vienen,en función de fotografías,sobretodo añejas o relojes que iban siempre con nosotros.
Los chavales hoy en dia,que solo han conocido el móvil,y el selfie,pues ni idea de lo que conllevaba buscar buenas fotos,ya que en aquellas cámaras antiguas,los carretes eran de 12 o 24,me parece,y valían su dinero la buena foto o el desperdiciarlas.
Aunque ahora es más comodo del móvil al pc o enviarlas de movil a movil,también en mi caso,tenía cierto encanto,por la ilusión que me hacía la espera del revelado,y que salieran todas,y la preparación de la camara y zoom,que si apertura,ect…para capturar una buena foto y la satisfacción cuando las ibas a buscar y veías que te habian salido todas bien.
Eso si se ha perdido en mi caso.
Y siempre en un carrete me salían un par negras,jejeje.
Saludos
Ahora me viene a la memoria Pedro L, que aunque las fotos negras las habían revelado igual, las tiendas de fotografía te las descartaban y no te las cobraban. ¡Qué tiempos!
Vaya…
Nunca pensé que tuvieras una foto asi. Un recuerdo ciertamente invaluable para vos. Y que generosamente nos compartes. La alfombra. La vestimenda que portabas. Los muebles que se aprecian. Y tu alegria envosada en tu sonrisa. (Creo tendrias 6-7 años). Con el devido respeto. Me recordo la casa de mis padres y mi niñes. También teniamos alfombra. Vestia ropa de la marca Zaga. Muy juvenil. Y mi primer reloj no fue a los 7. Creo. Que hasta los 12. Y fue un Casio Data-Bank de calculadora y mil funciones aparte… Bueno. Era un niño, y mi padre me lo rejalo en mi cumpleaños. Fue un negrito.
Me encanto este recuerdo tuyo Guti.
Fue un viaje por el tiempo…
Cuando te regalan algo que te gusta Marco Sosa, en nuestro caso relojes, tienes un recuerdo que te dura toda la vida. En mi caso, es imborrable el impacto que me causó también mi primer Casio (un F-87W), mi primer ordenador (un ZX Spectrum), …
Nos gustaban tanto que para nosotros eran tesoros, objetos preciosos que usábamos lo máximo posible y tratábamos con todo el cariño y el cuidado del mundo.
Gracias por tus palabras.
Madre mía Guti,recuerdo también aquel spectrum,nuestro primer «ordenador»,y aquellas cintas de cassettes que tardaban una eternidad en cargar,y aún así era unas virguerías para nosotros.Creo recordar que algunos juegos de cassette tardaban media hora o mas en cargar.Corrigeme si no es así.
Da risa recordar aquellos dias,como cambia la perspectiva con los años.
Saludos!
Mis hermanos pequeños tenían un ordenador Sony de cinta cassette, solo lo querían para jugar, su juego favorito era el de los Goblins.
Yo empecé en la informática con XP, tuvo que venir mi hermano pequeño a encender el ordenador y explicarme como iba aquello.
A los dos años era yo el que iba a repararle su ordenador y el de mis otros hermanos,tanto de hardware como software.
Lo normal Pedro L era que tardasen 10 o 15 minutos en cargar. Eso si cargaban claro, porque si al final de todo daban un error, la frustración era máxima. Si que recuerdo que un amigo tenía el modelo de 128K. En él, el juego Robocop se cargaba entero en memoria, y era más de media hora de espera.
Seguro que estos te van a traer muchos recuerdos:
– Del arcade al Spectrum.
– Los mejores juegos de Spectrum.
Recuerdo Goblins pepe Casio yo jugué también aunque en PC. Es curioso como cuando algo nos motiva, le dedicamos tanto esfuerzo y tiempo que al final acabamos dominándolo.
Javier lo mío con la informática es una historia muy larga y es como dices, esfuerzo, tiempo, motivación para al final dominar todo este bonito y a la vez complejo mundo de los ordenadores.
Ahora estoy descansando de todo este mundo y con el tema de mi antigua afición a Casio estoy mejor y más tranquilo.
Perdona por cambiar de tema dentro de los artículos publicados.
Veo que Pedro también tuvo Spectrum.
Podemos hablar de todo lo que nos apetezca Pepe Casio, no hay ningún problema. Se trata de compartir aficiones.
¡Qué afortunado fue!
Yo tuve mi primer reloj a las 7 años como mucho tardar, en cuanto en unos días en casa a mi madre le dio por irme colando como se leía la hora, jeje. Y el primer reloj fue un CASIO blanco, que hoy sería en tamaño similar a algunos Baby-G, pero con un aspecto similar al de los primeros G-Shock redondos con las subesferas aquellas que registraban segundos, y una tercera normalmente fracciones de 10 segundos. Me duró años, y se jubiló por quedárseme pequeño.
Pero a mí recuerdo que me atraía mucho un Duward que tuvo mi padre guardado años y años en el cajón (y terminó deshaciéndose de él). Lo tenía de recuerdo de su tiempo en la mili de joven, cuando lo compró. Misma época en la que algo le pasó que el reloj terminó en chapuzón, humedad hasta en la esfera, el cristal (plexi me imagino) cascado de arriba a abajo… total, que murió y se lo quedó de recuerdo.
Era todo de acero, con armis, con el corte del cristal y dial cuadrado con cierta redondez tan típica de los 70, con tono verdoso y diales y agujas dorados. La de veces que me dejaba cogerlo en casa y me lo probaba en la muñeca… que por entonces pues imagínate viendo tu misma foto, pero con ese tipo de reloj, Una pasada.
Luego ya para foto, anda que pocas veces se reía a mi costa cuando me dejaba con mi ilusión intentar coger y tirar una foto con la réflex Zénit 11 que tenía… ¡casi ni podía aguantarla más o menos estable, y menos manejar enfoque y alcanzar a la vez con el dedo al disparador! Los tanques no son para niños, y los soviéticos menos xD.