Hoy es de esos días en los que da la impresión de que tampoco pasa nada.
Es miércoles, y el sueño de la semana se empieza a acumular, lo que hace que hasta las 11 o 12 del mediodía que me depejo todo pase sin ser yo exactamente el que está allí en medio.
La rutina se empieza a hacer pesada. 3 días haciendo lo mismo, y casi sin vida propia.
Tengo tantas cosas que hacer, que solo el pensarlo me cansa todavía más.
Aún así, hoy tampoco ha pasado nada.