El Orient FAC00009N, o FAC00009N0/AC00009N como ya os explicaba en el artículo del Orient Curator es el reloj popularmente conocido como Orient Bambino.
En concreto se trata del Bambino Segunda Generación Versión 2. Segunda Generación por el nuevo calibre que monta respecto a la anterior generación, y Versión 2 por el diseño del modelo, en concreto hay 4 versiones denominadas genéricamente como Orient Bambino.
Siempre suelo hablar en la parte final acerca del movimiento del reloj, y precisamente por la novedad que representa en la segunda generación, en este caso empezaremos por ahí, puesto que monta el nuevo calibre de manufactura Orient F6722, una evolución del anterior 48743 que equipaba este Bambino Versión 2 en la primera generación (ER2400CN/FER2400CN) de 2013.
Sigue siendo un movimiento mecánico de carga automática de diseño sencillo y fiable, con 42 horas de reserva de marcha, una precisión de -15/+25 segundos/día y una frecuencia de 21.600 vph. Un eficiente rotor de carga bidireccional, y unos ajustes de fábrica que en Orient suelen ser muy precisos.
Pero esta evolución, le ha hecho pasar de disponer de 21 rubís a 22 rubís, pero ese no es el cambio más importante. Lo fundamental, es que ahora ofrece parada de segundero y posibilidad de cuerda manual. De hecho, ese F67 es la versión con sólo fecha del F69 que ahora vemos por ejemplo en los Orient Mako, y donde además agregaron el pase rápido de fecha integrado en la corona. Una complicación que otros muchos y yo esperábamos con ganas.
El comportamiento práctico no ha sido tan bueno como esperaba. Si bien la reserva de marcha efectiva ha rozado las 45 horas, en cuanto a su desfase diario he cronometrado +16 segundos/día. Una cifra que está bien, y que cumple sobradamente las especificaciones, pero que no llega a ser brillante como Orient
nos tenía acostumbrados. Temo que la paulatina integración dentro del grupo Seiko-Epson haya limitado esos ajustes de fábrica. Quizás para no competir con sus hermanos los Seiko 4R.
Así que nos encontramos con un movimiento que partiendo de una base tan estable como era el 487 presentado en 1980, añade unas útiles complicaciones. A su ver heredero del 469 en 1965. Confirmando así que Orient es la opción perfecta en relojes mecánicos de gama baja y media, por encima de sus compatriotas el 4R35/4R36 de Seiko y por supuesto del 82xx de Citizen.
La caja de presentación es la estándar de Orient Watch, idéntica a la que viéramos con el Orient FFD0J004. Sin ser excepcional es agradable.
Anunciado en 2016, tres años después que su predecersor es por lo demás idéntico a este, tanto en apariencia, como en diseño, materiales y dimensiones. Respetando ese aire clásico de los relojes de los años 50 y 60 con una preciosa esfera de color crema, y unas manecillas en color azul, que pueden parecer desde negro hasta granate dependiendo de la iluminación.
No sólo en cuanto a estética han coincidido con Smith & Smoorcer Fisherman, o quizás sea al revés, el Fisherman con el Bambino. El caso es que en Orient han prescindido también del lumen, prevalenciendo las estética ante la función. Muchos aducen que le quitaría carácter, si bien es cierto que un lumen oscurecido imitando el radio clásico, le quedaría bien.
La bonita y cómoda corona firmada por Orient de generoso tamaño (6mm de diámetro), los número romanos y esa tipografía en cursiva indicando «Automatic» y «Water Resistant», acaban de terminar el conjunto. Como debe ser la corona es por cierto a presión, muy práctica y acorde con los relojes de aquella época.
La caja es de acero cepillado (brushed), de una calidad muy buena, y con una apariencia soberbia. El acero cepillado en vez de pulido o brillante, es más sufrido, y aguanta mejor los eventuales golpes al no tener brillo que perder. Siendo el FAC00009N un homenaje a los relojes de antaño, la ausencia de brillo lo hace todavía más conveniente. Certifica una resistencia al agua de 30M (3 ATM), lo que se considera Water Resistant. Suficiente para lavarse las manos y la lluvia. Sabéis que considero innecesario que relojes con correa de piel tengan elevados grados de estanqueidad, puesto que es esforzarse en la construcción de una resistencia al agua, que nunca usaremos salvo que queramos echar a perder la correa.
La correa es de 21mm de ancho, una tendencia en Orient que suele sobredimensionarlas incluso en relojes de vestir, y que me parece acertado tanto en lo que respecta a la estética como a la comunidad. Es de piel genuina y buena calidad, pero más rígida y menos cómoda de lo que aparenta. El detalle de la hebilla firmada que caracteriza a Orient es un detalle positivo. Al final una Morellato o similar de menos de 15€, y si es posible en color marrón, le hace ganar bastantes puntos.
La trasera es roscada y de acero inoxidable, pero ciega, una decisión que debe responder únicamente a la contención de costes, porque a mi modo de ver, con cristal de exhibición habría resultado estupenda.
Incorpora la leyenda de Japan Movement, lo que quiere decir que la maquinaria es Made in Japan, pero el reloj no. Una tendencia que desgraciadamente va ampliándose en Orient, y que ya no solamente afecta a los modelos más asequibles.
Orient hace gala de diseños muy variados en su catálogo, donde la mayoría son creaciones propias más que inspiraciones en otros relojes. El Bambino es una demostración más de diseño creado por la casa japonesa, donde sus lineas clásicas se entremezclan con las tendencias actuales. Sus 40,5mm de diámetro sin contar la corona, lo hacen incluso levemente grande para ser un reloj de vestir. Acaba siendo un intermedio entre un reloj elegante y lo que hubiera sido un reloj de aviador.
El reloj es muy plano, solamente 11,8mm de alto, como si fuera un reloj de cuerda de aquella época. Lo que no debemos olvidar es que en realidad es automático, y sus maquinarias, siempre son más voluminosas que las de cuerda manual. En ese sentido, otro 10 para Orient, que ha logrado construir un reloj mecánico automático así de delgado.
El cristal es mineral y abombado. Tan curvado y convexo que resulta aún más prominente que en un Vostok Amphibia. Salvo una discutible estética, los cristales curvos no aportan ninguna ventaja, y por eso no suelen gustarme. Se leen peor, son más caros de fabricar, y en el caso del Bambino donde sobresale tanto, es el primer candidato a llevarse un golpe. Si al menos hubieran optado por un cristal de zafiro sintético, sería más resistente a los arañazos fruto de golpes accidentales no muy fuertes.
Incluso lo del cristal, es una opinión subjetiva, de forma que el único defecto que le puedo encontrar a este reloj, es la política de precios de Orient. Particularmente en España. Hablamos de un reloj con una tarifa de 285€ (300$ en el mercado estadounidense), que yo diría es ligeramente caro. El verdadero problema, es que teniendo paciencia y sabiendo buscar, podemos llegar a adquirir este reloj por algo menos de 130€ que es menos de la mitad de su precio oficial. En mi caso, y sin paciencia, fueron menos de 170€ en una tienda europea. En Estados Unidos, los distribuidores suelen hacer campañas regularmente con descuentos del 30% o incluso del 50%, que vendrían a dejar el reloj en el precio al que se consigue. Sin embargo en España, esto no ocurre. El mejor precio que encontrarás en tiendas es de 215€, sigue siendo demasiado elevado.
No critico que el reloj no valga esos 285€. Si lo comparamos con la competencia, quizás 225€ o hasta 250€ serían un precio razonable. Y ese precio, es factible de conseguir en una relojería. El problema es que al estar tan inflados, les complica las ventas a las relojerías, que naturalmente, los acaban retirando de sus escaparates. Como en Europa no es tan exagerado, me temo que gran parte de la culpa será del distribuidor para España (Platisur).
Si debo destacar algo de este reloj, es lo bonito que me resulta. Sus lineas clásicas con la esfera en color crema lo hacen muy elegante. A su vez, las agujas de color azul le dan una apariencia diferente, que aunque pueda parecer que no casa, resulta realmente espectacular.
Muy bonito, y además con números romanos, como me gustan a mí los analógicos. Lástima de las agujas azules y números metálicos, yo lo habría puesto en negro -por lo del contraste-, pero es solo por poner alguna pega, ya que el reloj es precioso en todos los sentidos. Una pena lo de la trasera sin cristal, sí, pero en un reloj de ese estilo es comprensible.
El mayor defecto a mi modo de ver, sin embargo, y en este coincido contigo, es el cristal tan curvo. Soy al igual que tú un enemigo acérrimo de los cristales abombados, no puedo verlo, y ver un cristal tan curvo en un reloj tan bonito es estropearlo.
Elegante y llamativo, pero coincido con vosotros, el cristal tan expuesto no me gusta. Mi primer reloj fue un Orient automático, como regalo de comunión, y la verdad, siempre iba con el cristal roto, por lo expuesto del diseño.
Ese es un motivo por el que esta abandonado por casa de mis padres, en uno de los arreglos cambiamos de relojero no sé por qué y nos hicieron una chapuza, y el de confianza ya no lo quiso arreglar. Un asunto pendiente que tengo. A ver si encuentro un relojero con ganas de solucionarlo.
Por lo cual me surge una duda, ¿qué tal el servicio pos-venta en España?
El diseño ha sido valiente y arriesgado, y es de agradecer, le da personalidad al producto.
Gracias bianamaran. No te se decir si los numerales también en azul habría mejorado el conjunto, quizás lo hubieran hecho demasiado oscuro. Tendría que verlo.
Yo tampoco entiendo el motivo de los cristales tan abombados, salvo como concesión estética a los relojes de antaño que montaban plexi. En todo caso tan curvos son más delicados, más caros de producir, y en el mejor de los casos no aportan ninguna ventaja práctica.
No he probado el SAT de Orient Sergio. Probablemente sea bueno, y de precios altos. Mejor busca un relojero de esos que vende relojes mecánicos, y confíaselo a él.
Tengo la version 4, mas grande, sin numerales, en la version gris con oro rosa. Es mi reloj de diario, lo ha sido por los dos meses que lo he tenido. Elegí esa combinación por que me daban mala espina las correas de cuero/cocodrilo de las otras. Se veían duras. La gris/oro rosa viene con una correa deportiva de gamuza café, y compré una correa de cuero hecha a mano color café oscuro con costuras doradas.
Me gusta toda este serie (con la posible excepción de la versión 2, demasiado sencilla) por que son relojes de vestir (la versión 4 es quizá demasiado grande para ser reloj de vestir), pero mas grandes que el clásico 34-36 mm del reloj de vestir vintage, que, en mi, con mis muñecas, se ve casi ridículo.
Es curioso Kabe porque a mi mi versión 2 es la que menos simple me parece. Tiene que haber gustos y opiniones para todos.
Lo que si me gusta mucho de tu v4 (42mm) es el tamaño, mucho más actual que los 40,5mm. No obstante no ha debido funcionar, porque los siguientes Bambino Small Seconds, y Bambino Open Heart vuelven a ser de 40,5mm lo cual no acabo de entender.
Tienes razón, Guti, la versión sencilla es la 3, no la 2.
Me cuadra Kabe. Para mi la v3 es la más sosa de todas.
El diseño retro del dial, en la que considero perfecta conjunción de manecillas de acero azulado, color crema de la esfera y numerales romanos, ha sido lo que me ha convencido para adquirirlo.
Pues en ese caso enhorabuena José Maria Aguasca Ribot. Son unas lineas muy clásicas, pero a su vez, apto para casi cualquier ocasión. Además viendo a los precios que se puede encontrar, realmente vale la pena.
Ya nos contarás cuando lo tengas.
Pues releo a esta fecha esta prueba, y tras tener en estos años tanto los Thermidor «vintage» (que su plexi sin ser curvo, sobresale bastante como bien sabes del tuyo), y ya para año y medio el Festina F16792 que sí tiene un cristal literamente curvo y abombado (no tanto como el bambino), y tengo que partir una lanza en favor de ellos.
Tampoco pueden ser todos los cristales y relojes planos, sin reflejo alguno y con el cristal a ras del bisel o incluso por debajo de éste. Entonces sería todo demasiado aburrido.
Mirando mi Festina, además con el diseño radial de su esfera, sin su cristal curvo no sería igual. No captaría ni incidiría la luz igual ni daría muchos de sus variaciones de color y reflejos en toda su esfera y agujas. Y seguro que en el Bambino, sucederá a su forma tres cuartos de lo mismo. Y la legibilidad de la esfera, me da que la dan también antes muchas más cosas a que el cristal sea curvo. Como el reloj esté bien hecho, se ve estupendamente.
Encima no hablamos de relojes para una cierta exigencia ni relojes herramienta en donde primen otras cosas. Son relojes que incluso pueden ser de diario si no son habituales escenarios hostiles. Como hace medio siglo era la vida mucho más dura, más o menos ese estilo de relojes que hoy llamamos «de vestir» (léase de guapos, con traje si cabe… que somos más clasistas y categóricos ahora que hace un siglo si nos ponemos) son los que había. Y con vidas cotidianas mucho más duras que ahora, y han llegado a patadas hasta nuestros días con su cristal curvo en buenas condiciones y funcionando. Resumiendo, no debería ser tanto drama. Y sin embargo, son otro estilo, que desde luego sin ello, pues mi Festina, este Bambino, o los Festina Extra y tantos otros, pues no serían iguales.
Ahí está en Orient el mismo Curator. Mismo espíritu de reloj pero en otro estilo. Cristal plano a ras y otro estilo. Pues para quién guste. Yo por ejemplo si los comparo, a mí el Curator me parece entre soso y a medio acabar, y me sobra su subesfera indicador de carga, lo veo demasiado diáfano. Y me gustan algunos modelos de relojes también planos por así decirlo, pero porque me aportan su caja y por otros detalles por otro lado. Pero si veo por ejemplo el Curator y este Bambino… pues yo veo y leo el Bambino estupendamente, y tiene una gracia en todo el conjunto que lo conforma aunado al aspecto clásico y hasta cálido (por cercano, reconfortante) que al Curator por ejemplo no le veo, que me deja frío, noto que le faltan cosas e incluso le sobra lo dicho, otras.
Es como si Smith & Smoorcer hubieran hecho su Fisherman pues eso, más plano en general: cristal plano, cara incluso más plana o de formas rectas… pues no sería ni de lejos mejor, ni sería el mismo reloj ni transmitiría lo mismo. Parecería poco menos que uno de esos relojes minimalistas que se han hecho populares por marcas como DW o Tommy H. sin segundero y con esas agujas. Pues menos mal que no lo hicieron así :D.
Quizás es porque yo soy más de la vieja escuela, o porque valoro más la legibilidad a la estética Alejandro, pero en mi caso suelo preferir los cristales planos, a ser posible de zafiro y con un buen antirreflejante.
Eso no quita que haya algunos como el de este Orient Bambino precisamente, o el que usa Stowa que siendo curvado ofrece una transparencia y legibilidad asombrosas. No sé a qué se deberá el motivo, con el Bambino también ocurre, pero es muy transparente incluso mirando el reloj de perfil. Es algo que valoro mucho, poder ver la hora incluso en ángulos algo forzados. El defecto del cristal del Bambino, y puede que consecuencia de su delgadez es que es bastante frágil, hay bastantes testimonios de gente que lo ha roto con un golpe no demasiado grande. Pero como tu dices, no se puede tener todo.
Tienes razón en que el Curator es algo soso y aburrido, al revés que el Bambino que pese a su inspiración clásica tiene muchos detalles que lo hacen diferente. Pero a mi el Curator me gusta. Lo puedo llevar un par de semanas seguidas y no me cansa, en cambio el Bambino al final sí. No es nada objetivo, simplemente mi apreciación o mis gustos.
Comparto al completo tu conclusión, en especial para los que tenemos más de un reloj que yo diría que somos la mayoría, independientemente de que no sean aficionados a la horología. Se trata de tener relojes diferentes, que puedas combinar con vestimentas diferentes, estados de ánimo distintos, o para variadas ocasiones. Es una de las gracias de este hobby/vicio.