La marca Oxford, nos ha sorprendido con sus nuevas libretas Black’n Colours de la gama estudiante. Debemos recordar que Oxford, pertenece al grupo Hamelin Brands, al igual que Enri o Elba,
Se encuentran disponibles en tamaño A5, y A4, con 80, 100, 120 y 160 hojas. Los precios van de los 4€ los más económicos, hasta un poco más de 10€ los más caros. No son precisamente baratos, pero tampoco son precisamente esas libretas baratas que encontramos en los chinos. Para empezar, son Made in Spain, y la calidad, tanto del papel, como de las anillas y las tapas, es muy buena.
El papel tiene un gramaje de 90 grs, o lo que es lo mismo, una densidad de 90 gramos/m2. Lo habitual en los folios, es entre 70 y 80, por lo que estas libretas de Oxford, tienen un mayor espesor, y nos permitirán escribir por ambas caras, sin que la tinta traspase, ni se transparente, aunque escribas con un roller o una pluma estilográfica.
El tipo de papel de las hojas, lo llaman Optik Paper, y lo definen de este modo tan exagerado: «Ofrece la experiencia incomparable de la escritura de alta definición. El bolígrafo se desplaza suavemente por el papel y tu escritura es perfectamente limpia y precisa.». Obviamente la escritura a mano es analógica, y por tanto continua. En ella, no aplica el término resolución, o si lo prefieres de otro modo, su resolución es infinita. Justo lo contrario a la escritura digital, que es discreta, y que por tanto requiere un proceso de digitalización, o conversión. Es decir, muestrear la realidad analógica, para convertirla en información binaria tratable.
A parte de esto, en donde si queréis me podéis tildar de purista, pero no me hará estar exento de razón, el tratamiento satinado, o brillante al papel, en efecto facilita el deslizamiento del bolígrafo (o del lápiz, o la pluma). El color blanco, junto al rayado, tiene mucho contraste, y además de resultar muy atractivo, no cansa durante la lectura. En suma, un papel de excelente calidad, que es lo que importa al fin y al cabo en un bloc de notas, por más que se empeñen en llamarlo premium.
La espiral va recubierta de plástico, con lo que en el transcurso del tiempo no se irá oxidando, además, va coloreada en la combinación cromática del conjunto.
El modelo Black’n Colours 8, se identifica con los tonos azul claro, con tapas de material plástico, que son muy ligeras y resistentes. En cambio el modelo Black’n Red 4, tiene unos preciosos contrastes en color rojo, con tapa de cartón. La ventaja del cartón, es que es más ecológico.
Son unas libretas, que en cuanto las empiezas a usar, te das cuenta que acertaste con ellas. Creedme, les he dado mucha caña, para sacar jugo de las éstilográficas asequibles de Pelikan, y han estado a la altura.
A estos cuadernos, los llaman European Book, o EuropeanBook, desconozco el motivo de ello, pero tal vez es porque están concebidos para ser multiasignatura. Es decir, cada color, actúa a modo de separador, así que puedes llevarte solamente un bloc, y ahí tomar notas de todas las materias. No cómo hacíamos en nuestros tiempos, que teníamos que llevar una libreta para cada una, y destrozarnos la espalda. Estoy seguro que por eso los folios blancos se hicieron tan populares. Si ya no estudias, te puede servir para organizar las notas por temas, o por materias, o bien ignorarlo, y rellenarla de manera consecutiva como siempre se ha hecho.
De momento no estáis viendo ninguna innovación como os decía al principio del artículo. Son buenas libretas, pero nada más. Pues bien, si os fijáis en las hojas, veréis que las esquinas tienen 4 marcas. No son un adorno, sino que las utiliza una App que han lanzado para iOS y Android, denominada SCRIBZEE. Esta aplicación que han lanzado recientemente, reemplaza a las anteriores OS Notes, DayPop e Innconect.
Su objetivo es permitirnos compartir y organizar nuestras notas. Digamos que en una sola aplicación capturamos la fotografía de la página, el sistema la reconoce, y la sube a la nube de Oxford para que quede guardada permanentemente. Permite agrupar varias páginas en una sola nota, así que no acabaremos teniendo miles de archivos. Tanto la aplicación, como el registro en el cloud son gratuitos, y se integra si así lo deseamos con Evernote.
No importa que hablemos de apuntes, actas de reunión, listas de tareas, citas, o esquemas. Me encanta esto de poder combinar el placer de escribir, que es práctico y tradicional, con la última tecnología que nos permita conservar nuestras notas de una forma cómoda.
Pero no tan deprisa. La app, tiene solamente una puntuación de 2,7 en Google Play Market, y en la Apple App Store, aún no tiene suficientes votos. Algo pasa aquí, y nos damos cuenta en seguida. 28 Mb. de descarga en Android, y 117 Mb. de descarga en iOS. ¿Demasiado para una aplicación que simplemente toma y clasifica fotos no? Vamos a darle un voto de confianza, porque quizás sea capaz de reconocer los trazos de la escritura y nos sorprenda.
La abrimos, y tomamos la primera foto. Pese a la buena calidad de la cámara trasera de mi Samsung Galaxy S8, no detecta los marcadores. Tarda en procesarlos un par de segundos, y falla. Tras 4 o 5 intentos lo logra. Entonces archiva la nota, y vemos que como ha decidido activar el flash, se ve fatal.
Repetimos el proceso desactivando el flash, he debido tener más suerte, porque ahora al tercer intento lo ha reconocido. En todo caso, me planteo que tardaría menos en pegarlas en un documento de Word y guardarlo, que en el tiempo que pierdo por página en cada reconocimiento. Además, una vez capturada, tarda en procesarla unos segundos más, tal vez la comprima, pero es que ¡ni Gueztli tardaría tanto!
Honestamente, no sólo es que hubiera tardado mucho menos pegando las fotografías en un documento de Microsoft Word que poder archivar, sino es que además, la calidad de imagen, es bastante mejor. Es un JPEG de 1244×1600 píxeles, que pesa 420 Kb. Quizás SCRIBZEE, la reduzca mucho más, pero con el modo lossy bastante conservador de FileOptimizer ha quedado reducida a 297 Kb., y en formato BPG a 212 Kb. Dudo que Scribzee lo haga mejor, pero incluso aunque así fuera, qué importancia tiene si van guardadas en la nube, y programas como Telegram nos proporcionan espacio ilimitado y gratuito, sin tener que descargarlo en nuestro teléfono.
Si me preguntas si las Black’n Colours valen la pena, mi respuesta es un sí rotundo. Son más caras que otras marcas, pero de forma justificada. Además, salvo que gastes más de una libreta a la semana, no vas a notar esa diferencia de precio. Como siempre, puedes ir mirando tranquilamente, y encontrarlas a mejores precios. Soy de los que escribo bastante, y estas libretas me duran más de 3 meses, así que el gasto es pequeño. Sin embargo, en lo que a mi respecta, daría un nuevo enfoque a la aplicación, desde cancelar su desarrollo, hasta darle un giro completo, y hacerla que aporte un valor diferencial tangible. En caso contrario, no tiene sentido seguir invirtiendo en ella, ni repercutiendo los gastos en el consumidor.
No recuerdo bien si eran Oxford los cuadernos que utilizaba, pero he tenido más de uno muy similar, lo único es que tenían unas perforaciones en la esquina superior para arrancarla limpiamente y que quedara una muesca para ir rápidamente al punto así marcado.
Ya sabes que soy habitual consumidor de este tipo de productos, y por lo general no me gustan nada los cuadernos con anillas y precorte, porque las hojas se acaban rompiendo.
Por el precio que cuestan, me parece lógico que pongan papel de 90 gr., malo sería lo contrario 😀
El Optik Paper nunca lo he probado y por lo tanto no puedo juzgarlo (no suelo comprar Oxford) pero la definición que hacen de él es incomprensible y está fuera de lugar, no se si será una mala traducción, o una forma de describirlo intentando simular que es una tablet, porque de otra manera no se entiende.
A mi modo de ver -obviamente aquí depende de la experiencia y gustos de cada uno- el papel tiene que atrapar bien la tinta, y el deslizamiento debería correr a cargo del instrumento de escritura, y no al revés. Que un papel haga «deslizar», es síntoma de que lo que escribas no va a perdurar muchos años, mientras que los papeles porosos (o sea, los que usábamos antaño) aún mantienen lo escrito. Claro que si el papel está hecho directamente para luego «digitalizar» (sacar digamos, una foto de él y guardar, que es básicamente lo que hace la scribzee), entonces eso no importa, pero no sé… Yo sigo prefiriendo que el papel retenga bien la tinta.
Y digo lo anterior a pesar de que suelo digitalizar mis cuadernos cuando los acabo, pero usar una app para ello es un rollo, encima subiéndolo luego a un sitio que a los dos meses puede que deje de funcionar. No le veo ningún sentido, aunque supongo que para alguien le servirá (para mí desde luego no). Y encima si como has probado, falla más que una escopeta de feria, y tarda una barbaridad en sacar una foto, apaga y vámonos. Y encima el desperdicio de espacio, 500 KB por guardar una simple página escrita a boli…, es que es de risa, vamos.
Por lo que veo en la foto, el rallado es el típico de Enri, es decir: demasiado contraste o, si se quiere ver así, demasiado fuerte. A mí me molesta mucho al escribir, sobre todo en tinta azul, porque acaban mezclándose los cuadraditos con los trazos y si quieres repasar algo cansa mucho la vista. Creo que deberían -ya se que es pedir imposibles- difuminarlo un poco. Pero supongo que no les importa ese tipo de detalles, porque llevan años así y no han cambiado. Debe ser que en Hamelin les regalan el tinte azul para emborronar tanto sus cuadernos, porque parece ser que no les importa nada desperdiciarlo.
Otro detalle que odio de ese tipo de libretas, es que el cuadriculado solo se queda en la mitad central de la hoja. Yo aprovecho mucho las hojas y escribo hasta los márgenes, y nunca me gustó ese diseño. Por fortuna, es un diseño que, excepto en Oxford, no se ha impuesto, y entiendo que no acabe de gustarle a mucha gente.
A mi me gusta ese diseño, hace que tengas unas notas/apuntes más limpios y ordenados. Resulta evidente que siempre es necesario un margen para mantener cierta limpieza y ahí es donde las preferencias/gustos/manías de cada uno se expresan a sus anchas…
Sobre el satinado diré que es necesario para que el papel aguante cierta cantidad de tinta. El papel de periódico normal es un papel sin satinar, y la máxima carga de tinta que soporta sin empastar los colores y sin degradar el papel es de aproximadamente un 240% según la norma ISOnewspaper26v4. En revista se utiliza papel satinado, que consigue aguantar cantidades de tinta alrededor del 330% (FOGRA39). Se trata de impresión en cuatricromía (CMYK) en donde el máximo de tinta es el 400% (cada color al máximo).
Como referencia de lo que supone el satinar o no un papel creo que sirve. Sin el satinado el papel empaparía demasiada tinta, perdería definición en la impresión y debilitaría/deformaría el papel. De hecho según avanzan las técnicas de impresión offset se van reduciendo las cantidades de tinta admitidas por las normas, en periódicos la nueva norma WAN-IFRAnewspaper26v5 establece una cobertura máxima de tinta del 220%, ya que se consigue una mejora de la calidad de impresión, reduciendo costes y riesgos de rotura de papel manteniendo la gama de colores.
Resulta un equilibrio difícil de establecer la cantidad de satinado adecuada. Demasiado satinado y la tinta no se absorbe y tarda en secar demasiado, poco satinado y la tinta penetra demasiado en el papel emborronando lo escrito… hablo de escribir con plumas, plumines de tinta china o similares.
bianamaran dices un par de cosas en las que estoy totalmente de acuerdo, y no mencioné en mi análisis:
1) Que la zona cuadriculada debería cubrir también los márgenes. No molesta, y muchas veces es necesario.
2) Que la tonalidad de la cuadrícula debería ser más suave. Idealmente en un tono que no fuera el azul, tal vez algo que no se confunda con los colores que solemos escribir, como rosado.
Lo de la descripción, no se si es que la ha hecho alguien que no tiene conocimiento sobre lo que es la óptica analógica, y la digital, o qué, pero es totalmente impreciso.
En cuanto al brillo del papel, Fernando lo ha explicado de maravilla. Es un equilibrio entre la cantidad de tinta que debe aguantar, y la rapidez con la que debe absorberla. Por cierto, muchas gracias por los datos técnicos en cuanto a impresión, que personalmente desconocía.
lo del tono es una buena idea, un grisaceo no estaria nada mal, y he usado cuadernos en donde le ponen un morado muy apagado. Ponerle un azul, y encima tan intenso, es bastante molesto cuando se tiene mucho texto escrito.
Igual me falla la memoria, pero las libretas escolares que recuerdo de niño, creo que tenían la cuadrícula de ese color morado tenue. No se porque se perdió esa costumbre, será algo de moda.