Escribía en Una caja de pañuelos la grata sorpresa que me llevé al reencontrar unos pañuelos de tela de la marca Gal-lus (Gallo). A eso le siguió la fascinación de descubrir que Pañuelos Gal-lus seguía en activo, haciendo lo que hacía antaño, con la misma calidad de entonces, y fabricando en España.
Decidí hacerme con algunos de sus pañuelos de caballero, incluyendo los originales pañuelo calendario que llevan confeccionando desde hace años, y por supuesto pañuelos de señora. La misma tradición que llevan siguiendo desde 1870 año en el que Pedro Comella inauguró su taller de pañuelos de bolsillo.
Posteriormente Gal-lus se integraría junto a la marca Canellas en Industrial Texcans que también cuenta con la marca Pascuet dedicada al textil para la hostelería y el hogar. Así que de la mano de Antoni Canellas Sala, Gal-lus sufrió un relanzamiento en 2006, centrándose en los pañuelos de alta calidad, que sin embargo tienen precios razonables. Si compramos sólo uno los podemos encontrar entre 5€ y 10€, algo menos si lo hacemos en un paquete de 3, 6 o 12 unidades. La distribución no es sencilla, la pañuelería es algo que va a menos y en general se reserva para acontecimientos especiales. Sin embargo son de los que se han ido adaptando a los nuevos tiempos, así que su matriz, Texcans, tiene tienda en Amazon.
Sé que os gusta conocer la historia de lo que vais a comprar, especialmente si es tan extensa como la de Gal-lus. Denominada en sus inicios como Pedro Comella, una denominación que podemos apreciar que aún mantienen en la actualidad con «Comella«, se ubicaban en la calle Petritxol 11 de Barcelona, la misma calle en donde nació y murió el dramaturgo Àngel Guimerà.
La casa pañuelera tuvo como empleada a Montserrat Caballé que había cursado estudios de peritaje mercantil, corría el año 1950, el primero en el que la soprano lírica cantó con el papel principal en una ópera.
Años después cambiarían su denominación a pañuelos Gallo/Gal-lus/Gallus, probablemente en referencia a los bordados de San Gall (St. Gallen), es decir San Gallo en Suiza que desde la Edad Media cosecharon gran reconocimiento.
Con la incorporación al Grupo Texcans, se trasladaron a la calle Santa Caterina 3 compartiendo instalaciones con Canellas, aunque la fabricación se hace en la calle Bronze 3 de Santpedor.
Como introducción a los pañuelos (pañuelos moqueros se les llama), son normalmente de algodón o lino. Los pañuelos Gallo son siempre 100% algodón. El rulo o dobladillo de su perímetro, puede estar cosido a mano o a máquina, todos los de Gal-lus lo son a mano. En cuanto al género, los de hombre son de mayor tamaño (unos 48cm X 48cm), más tradicionales y formales. Los de señora generalmente tienen estampados más frescos y son algo más pequeños (40cm X 40cm).
Pañuelos calendario
El tradicional pañuelo calendario que Gal-lus crea cada año desde los años 1960. De algodón, en dimensiones de señora, y que está disponible tanto en castellano como en catalán. El paquete contiene 6 unidades. Una idea verdaderamente original y que les ha hecho ser únicos en ese sentido, puesto que combina la sostenibilidad y la elegancia de un pañuelo de tela, con la funcionalidad de un calendario anual. La referencia C-7090B/1 corresponde a la ilustración de una tetera, mientras que la C-7091B/1 representa una imagen de un bonito nacimiento navideño.
Tienen las dimensiones de un pañuelo de dama, aunque su uso es unisex, muy adecuado como detalle o regalo, porque cuando la gente lo ve, se sorprenden. Os puedo asegurar que si lo sacáis en presencia de alguien en vuestro entorno cercado, se fijará en él, y probablemente sea motivo de conversación.
Pañuelos caballero
Tres unidades del pañuelo de caballero, en color blanco con referencia C-6631C, y más coloridos con estampados modernos en la 457C. El modelo en blanco es el clásico, el que nos transporta automáticamente a años atrás, a una época donde la elegancia y el estilo la marcaban los detalles. Los modelos coloridos en tonos oscuros resultan muy elegantes, y son mis favoritos, puesto que son aptos tanto para usar diariamente, como de complemento en el bolsillo de la chaqueta.
Si los comparamos con el que sería el líder a nivel mundial, la suiza Lehner, nos encontramos con que Gal-lus no tiene nada que envidiarles ni en cuanto a manufactura, ni en cuanto a materiales, siendo además mucho más económicos. Los también españoles de Guasch, más centrados en la fabricación de pañuelos para terceros (marca blanca) y en la ropa interior y los pijamas, nos dejas a Gal-lus como la opción más interesante del mercado. Así que a Gal-lus sólo les falta una mejor distribución del producto, y puede que diferentes variedades, como por ejemplo pañuelos de seda, o pañuelos de cuello o fulares.
Un producto que si me ha durado treinta y cinco años, puede durar otros tanto y que realmente se amortiza; una marca que desde 1870, está a punto de conmemorar su 150 aniversario. Los pañuelos de tela, son una apuesta por el medioambiente y la sostenibilidad, y siendo Made in Spain, un indicativo claro de que no todo lo moderno es mejor. Está en nuestras manos decidir si como consumidores preferimos vendernos a la publicidad y al usar y tirar, o por el contrario, disfrutar de las cosas bien hechas que podemos reutilizar.
Curioso el calendario en un pañuelo moquero, sí.
Y más curioso tiene que ser verlo en época de resfriado y uso frecuente… xDD
Gracias. Sí, me pareció curioso y original. Quién diría que llevan vendiéndolos tantos años, porque en mi caso, ni me los había imaginado.
«Exportación a provincias», qué cosa más curiosa. Lógicamente antes hablar de mercado exterior, era hablar de provincias. Como cambian las cosas, ahora hablar de mercado exterior es hablar de china!!
Claro, los pañuelos de señora son más pequeños porque tienen menos mocos, ya se sabe 😀
Gracias por lo de «fulares», porque llevo desde esta mañana intentando acordarme de esa palabra.
Los pañuelos con bordados de dibujo son espectaculares, por cierto, un regalo muy atractivo.
Así es yotambienestoyenamoradodeingridsjoberg, ese anuncio data de 1910, hace casi 110 años. Todo ha cambiado tanto que si nos paramos a pensar, puede ser abrumador. Por ejemplo España no llegaba a los 20 millones de habitantes, apenas habían pasado 10 años del primer automóvil que se había matriculado. El sueldo medio era de unas 5 pesetas mensuales, y había menos de 50 oficinas bancarias.
Que razón tienes Guti en afirmar que es abrumador como ha cambiado todo desde la fecha del mencionado anuncio.Me gusta mucho ver fotografías de sitios que he estado o conozco muy antiguas y compararlas con el ahora.El cambio tan radical de paisajes y/o gentes.Me resulta muy chocante ver especialmente como el cemento y ladrillo han comido terreno al terreno verde y natural.Cambia,todo cambia.Ya no solo paisajes,sino también costumbres y la vida misma.
En tan solo 100 años,por decir algo como la fecha del anuncio hasta nuestros dias,también resulta abrumador.Os imaginais en aquel año del siglo pasado?Aquellos seres humanos de aquella época poder imaginar,por ejemplo la revolución que ha traído el teléfono movil que ha pasado de ser una herramienta de comunicación a ser mucho mas.De como nos ha cambiado la vida con este objeto.De las nuevas vias de comunicación que se nos han desplegado con internet y todo lo que conlleva.A veces me da por pensar,en el cambio de siglo todo lo que ha cambiado todo y la propia percepción del mundo y,claro,el nuevo cambio de siglo ya no estaré presente,pero que traerá y aportará de grandes y loables avances que nos permitan dar un salto evolutivo como humanidad como hay en otras civilizaciones fuera de este mundo.
Saludos!!
Muy buen comentario Pedro. Estoy contigo. Supongo que por eso las cosas que se conservan desde hace tanto tiempo me aportan cierta tranquilidad. Estabilidad, como en estos pañuelos que llevan 100 años con nosotros. No sé explicarlo bien, pero es una sensación de cómo si aún quedaran cosas como las de antes que me resulta muy reconfortante.
Felicidades por el post!! Yo también uso pañuelos de la marca Gal-lus. Llevo toda la vida utilizándolos y no los cambio por otros ni por los de papel. Su calidad es excelente, son súper suaves y resisten los lavados, a mí no se me ha roto nunca ninguno! Y mira que llevan lavadas! En una sociedad de usar y tirar, yo me quedo con mis pañuelos que son mejores para mi nariz y también para el planeta.
Agradezco tu amabilidad y tu comentario Cayetano Olmedo. Viendo que Guasch y el resto de los fabricantes que quedaban no están por la labor, mejor seguir apostando por Gallus. El argumento de mejor para la nariz y para el planeta, es para anotarlo y que no se nos olvide jamás.