Cuando saltó a la palestra toda la vorágine suscitada por el Smartwatch Ayserco Aviador SmarTTime, ya sabéis, ese reloj inteligente del que Grupo Ayserco se jactaba de estar diseñado y producido en España, pero que era tremendamente parecido al reloj chino No.1 F2 que costaba 10 veces menos, me topé con un artículo publicado en el que para mi es/era, uno de los diarios más reputados de este país: La Vanguardia.
La nota en cuestión, titulada Relojes andróginos, multideporte o con geo posicionamiento, entre lo novedoso que el sector llevará a MadridJoya y difundida por la agencia Europa Press, se afirmaba lo siguiente:
Por otro lado, destacan Smarttime y RBF, que presentan relojes digitales fabricados con materiales ligeros utilizados en la aviación y de gran resistencia, con bluetooth al teléfono móvil, prestaciones de aviso de llamadas, mensajes, información sobre rendimiento del sueño, altitud, distancia recorrida, consumo de calorías, nivel de intensidad de los rayos de sol (UVA) cronógrafo, alarma, y calendario.
Tras la indignación inicial, dando más bombo y platillo al que pudo ser el nuevo caso de Bellota Phone, no dejaba de sorprenderme la afirmación de materiales ligeros usados en la aviación. Es un reloj de plástico, que ya sabéis que otras marcas asiáticas comercializan a 10€ o incluso menos. La verdad que si los aviones utilizan ese tipo de materiales, deberíamos pensárnoslo mucho antes de comprar un pasaje.
Ocurre que los comunicados o notas de prensa, parece que descargan la responsabilidad comunicadora. La Vanguardia asumió que Europa Press ya la había cotejado, y que Europa Press asumió que la agencia responsable del MadridJoya (Oak Comunicación, habría contrastado la noticia. Nada más alejado de la realidad, puesto que dicha agenda, defiende también los intereses de otro de sus clientes, la mencionada RBF Aviador de Ayserco.
De manera que el uno por el otro, al final nadie ha verificado lo que se publica, siendo cómplices de información que es engañosa, o cuanto menos, confusa. No dejan de ser como un meme viral, o el mismo juego del teléfono de los niños. Al final nadie sabe donde termina publicado, y su creador, al quedar tan diluido, suele desentenderse completamente del contenido.
Al ponerme en contacto con los citados medios (La Vanguardia, IFEMA y Europa Press), no ha habido ninguna acción ni respuesta por su parte, pese a que en algunos casos me consta que leyeron mi correo electrónico. Una conclusión clara de la nula implicación que suscitan los contenidos de recortes de prensa, incluso para sus fuentes originales, por lo que no me extraña que a los lectores les ocurra otro tanto de los mismo, rodeados de desinterés y tedio.
Los comunicados de prensa hay que cogerlos con pinzas, por otro lado, gracias a ello el trabajo de blogs como el tuyo es más importante si cabe, con lo cual casi hay que darles las gracias, porque poniendo lo que ellos quieren en otros medios, dan más valor a blogs de consumo y opinión (y tests, y pruebas y reviews).
Tampoco quiero defender lo indefendible, pero conozco gente (de mi paso por el mundo del motor) que redactan las notas de prensa, y tienen una labor muy dura. También es verdad que muchos de ellos son los primeros críticos hacia su trabajo, y reconocen en ocasiones que «escriben lo que no quieren escribir», pero tienen que hacerlo por cuestiones de publicidad, marketing, visibilidad, o por «exigencias del guión». Al final es un poco culpa de todos.
Comunicarte con ellos para que arreglen o reconozcan sus errores en una nota de prensa…, no sé, es que ni ellos saben muchas veces lo que publican. Yo he trabajado en un periódico online, y durante bastante tiempo mi trabajo era simplemente ese, el de poner notas de prensa. Te aseguro que no hay nada más tedioso, ni cansino, aburrido y agotador, y a cada minuto te llegan más y más, por supuesto no puedes revisar contenido, ni cotejarlas, ni leerlas siquiera. Solo es poner y poner, y acabas como un autómata. Encima es una tarea nada gratificante, y no digamos ya enriquecedora.
Nunca me había planteado el punto de vista de los que se dedican a las notas de prensa. Un trabajo desagradecido, y del que seguro son conscientes que no aporta ningún valor. De esas cosas extrañas que hacemos y que no sirven de nada.
Al final, pasa por tantas manos que difunden esa «noticia», que va creciendo como una bola de nieve enorme. Lo malo es que en su interior, solamente hay un granito de arena.