Probablemente hayas oído hablar de la marca de calzado Milán, afincada en Almansa (Albacete) durante los años 1940, y con una larguísima tradición zapatera. Sin embargo, seguramente no conozcas a su sucesora actual, Pepe Milán.
Pepe Milán es una empresa de calzado, especializada en lo que denominan Fantasy Shoes, es decir, calzado de fantasía. Continúan siendo la misma empresa familiar de sus comienzos, ahora en las manos de los nietos de Milán.
Lo que significa Fantasy Shoes, es partiendo de su experiencia y conocimiento en el calzado clásico y tradicional, combinarlo con diseños propios que los hagan totalmente distintos. Desde los colores, hasta los estampados o los materiales que usan, todas las creaciones tienen algo original que los hace únicos. Nos ofrecen fabricación artesanal en España, excelentes materiales, y unos acabados exquisitos al más puro estilo del calzado clásico, y al mismo tiempo un carácter artístico y especial.
El trabajo que hacen, es meritorio, porque toda esa vistosidad, no es a cambio de sacrificar ninguna otra cualidad. En particular, ponen un gran empeño para que sus zapatos sean aptos para el uso diario. Que resulten cómodos, duraderos y que puedas llevarlos desde la mañana hasta la noche. Es como llevar algo rabiosamente moderno, pero que se ha concebido y manufacturado con un proceso completamente conservador.
Como ocurre con frecuencia, los zapatos de Pepe Milán son más apreciados fuera de nuestras fronteras que dentro, y eso explica el comienzo del artículo sobre porque probablemente nunca has oído hablar de ellos. En países como Italia u Holanda, que llevan el diseño en la sangre, son unos grandes admiradores de Pepe. Incomprensiblemente aquí, pasa por ser poco popular, al menos en cuanto al público en general. Él es quien calza, por poner algunos casos a Javier Gurruchaga, Joaquín Hurtado, Paco Alcaraz, Mateo Vergara, o Pitingo.
Tenía muchas ganas de poder experimentar esas sensaciones de fantasía y clasicismo combinados en un sólo zapato. Aunque admito que tenía algo de miedo, y correr el riesgo de no atreverme a ponérmelos nunca. Así que en mis inicios decidí escoger un modelo ciertamente original, pero de los más tradicionales en su catálogo. Por tanto descarté cosas como los Amantis, y acabé con mi siguiente lista de favoritos:
Mousquetaires
Tiene los materiales, y el estilo clásico de siempre, pero con unos discretos toques en color rojo. Es un producto, que no me costaría vestir a diario, al mismo tiempo que haría sentir diferente. El contraste de los toques rojos, en una horma de ceremonia, fabricada con charol, me encantaba.
Simplicity
Un diseño que me encanta, y que es original, por su sencillez, tal y como nos sugiere su nombre. En mi opinión, abre el camino opuesto a los Mousquetaires: Puedes ser diferente, sin necesidad de destacar.
Afternoon
Repite el color rojo de los Mousquetaires. Reconozco haber tenido unos náuticos de ese color, que me calzaba a diario en verano. Me encantaría atreverme con un zapato de ese color, y en base textil, pero no se si lograría hacerlo de buenas a primeras.
Tras darle muchas vueltas, escogí los primeros que me llamaron la atención. Imagino que en el vestir, también se cumple la regla del amor a primera vista, y me quedé con los Mousquetaires.
Después de esta extensa introducción, vamos de lleno ya a su análisis. Nos encontramos con una caja de cartón de color negro, que a priori nos parece bastante convencional. Cuando la observamos con más detenimiento, nos damos cuenta que explica lo importante. La tradición zapatera de Pepe Milán, desde 1975, el Fabricado en España, y una muestra de sus estampados más originales como explicación del concepto Fantasy Shoes.
Al abrir la caja, encontramos agradables detalles, un calzador de plástico pero de buena calidad, en un color amarillo muy vistoso, y que encaja perfectamente con la imagen de la marca, por la que dicho sea de paso, va firmado; y una bolsa de tela de color negro en donde podremos guardar los zapatos una vez nos hayamos deshecho de la caja, lo cual es una genial idea.
Pero lo importante son los zapatos, perfectamente protegidos por un papel de color negro, y que nada más retirlarlo, vemos el impactante charol brillante de color negro.
Los tomamos en la mano, y en seguida nos damos cuenta del cuidado en el detalle que ha puesto Pepe Milán en estos Mousquetaires. La franja de color rojo vivo en el charol, conjunta con un piso totalmente de suela cosida del mismo color. Las costuras son de un color amarillo que queda estupendo. Es una declaración de intenciones para su dueño, puesto que son unos zapatos hechos para hacernos disfrutar. En circunstancias normales, la suela no queda visible para quien pueda mirarnos, así que es un homenaje que tenemos sólo para nuestra satisfacción. Lo mismo podríamos decir de la plantilla, en el mismo color rojo del resto.
Los Pepe Milán Mousquetaires son un zapato de estilo ceremonia, y que ya de por si respira tradición, sobriedad y elegancia. El toque personal de Pepe le añade los elementos mínimos para hacerlo parecer un calzado completamente diferente. Las franjas rojas en los laterales, el bonito remache decorado de los laterales, una puntera algo más prominente que en otros zapatos del mismo carácter, y un sin fin de pequeños añadidos que visten nuestros pies con clase y distinción, pero también con personalidad.
Una vez puestos, son tan cómodos como un zapato de aire más convencional. La aparente estrechez de horma es solamente eso, aparente, la longitud de la puntera no lo hace pesado, y tiene el tamaño perfecto para destacar, sin resultar indiscreto ni que nos moleste al caminar.
Como artículo artesano, y ciertamente exclusivo, su precio no es barato, hablamos de 199€. Ahora bien, si lo ponemos en el contexto de ser un zapato hecho a mano en España, con materiales excelentes, y unos toques de creatividad nunca vistos, nos damos cuenta que son solamente algo más caros que marcas más clásicas. Me alegra ver que Pepe Milán no es de las marcas que opta por incrementar artificialmente sus precios para convertir sus productos artificialmente en algo más exclusivo. Sencillamente, pagamos lo que obtenemos, y valen lo que cuestan. Justo lo opuesto a los Joya Edward, de precio similar.
Si llevas tiempo apostando por el calzado clásico, por su comodidad y por su calidad de manufactura, pero empiezas a cansarte un poco del más de lo mismo, prueba un Pepe Milán. Puedes comenzar como yo, siendo conservador. O quizás te atrevas, y te vayas a por algo más vistoso. ¡Tu decides!
Aparte de que esos zapatos yo no me los pondría (no por nada en particular, soy de zapatillas deportivas, así que ni estos ni ningún otro) destilan calidad por los cuatro costados.
Son atrevidos y de diseño, y obviamente el diseño extravagante como es el caso, es caro.
Yo diría que pagas en un 50% el propio zapato, que recordemos está fabricado a mano, y con materia prima de primera calidad, es decir, los 100€ que vendría a costar un zapato clásico similar, y el otro 50% que es efectivamente el diseño, la exclusividad, y los detalles.
Es extravagante, sí, pero tal y como yo lo veo, menos que esas zapatillas deportivas en color amarillo fosforescente que tan de moda están ahora. Por lo que al final, todo es cuestión de gustos y tendencias.
Espero que la suela roja sea exclusiva de este modelo, guti, por que esa es la marca de Louboutin
Menudo experto estás hecho tu también Kabe. Afortunadamente los precios de Pepe Milán, no tienen nada que ver con los de Christian Louboutin.
La suela roja es algo especial de este modelo. Lo justo para dar juego con el resto de decoraciones en rojo que tiene, y a mi modo de ver, muy acertado.