A muchos de nosotros, la vida diaria nos tiene en la vorágine, quizás en un grado tal, que apenas nos deje percibir a los que comparten mucho tiempo a nuestro lado, y lo que es peor, sin tener tiempo para disfrutar de nosotros mismos.
En nuestro día a día tenemos tantas obligaciones, de las que apenas intentamos disfrutar, que las hacemos de manera automática y robotizada, como algo que hay que hacer y ya está, o lo que es peor, como algo que entra y sale de nosotros sin habernos aportado nada, ni dejado huella alguna.
Ya decía en placer de escribir, que es posible que una pluma estilográfica sea lo que necesitas para hacer de una obligación como escribir, un pequeño momento de relax y satisfacción, convirtiendo una obligación en un hecho que te enriquezca.
Pero aún hay un paso más que puedes dar, y es hacer que gente del entorno que te rodea, pueda experimentar esa misma satisfacción que tu mismo sientes al usar una estilográfica. Difundirles el hábito, y así, permitirles disfrutar del modo en que tu lo haces cuando escribes.
Tampoco vas a arruinarte con ello, hay plumas de todos los precios, desde menos de 3€, hasta casi, casi, la cantidad que quieras gastarte. Se trata simplemente de empezar a hacerlo. Y como se predica con la práctica y no con la palabra, aquí vemos una IXC Fantasy Printemps Cotton en la mano de su nueva dueña.