Recientemente pudisteis leer la historia de la relojera suiza Roamer of Switzerland, Roamer 1888, o simplemente Roamer, sino lo hicisteís, os remito a la prueba del Roamer Saturn II.
En el día de hoy, tenemos al Roamer Soleure, un modelo que toma el nombre de la ubicación de la fábrica en el momento de su fundación, Solothurn (Soleure en francés). Un reloj clásico como el Saturn II, pero a la vez cargado de muchísima historia.
Ficha técnica
Género | Hombres |
Caja | Acero inoxidable 316L. 42mm de diámetro sin contar la corona. 12,5mm de alto |
Corona | A presión de acero acero |
Esfera | Plateada |
Bisel | Fijo de acero |
Cristal | Zafiro abombado |
Lumen | No |
Trasera | Acero inoxidable roscada roscada |
Correa | Correa de piel de 20mm de ancho |
Funciones | Hora, minutos, segundos, día del mes |
Resistencia al agua | 10 ATM (100M) |
Peso | 80g |
Movimiento | STP1-11. 26 rubís. 28.800 vph |
Complicaciones | Carga automática con rotor bidireccional. Remonte manual. Parada de segundero |
Prestaciones | 40h de reserva de marcha. 0/+15 segundos/día |
Origen | Suiza. Swiss Made |
Garantía | 2 años |
PVP | 649€ |
Distribuidor | Roamer AG / Swiss Precision Europe S.L. |
Presentación
La presentación y la dotación es idéntica a la de otros modelos de Roamer 1888, exactamente la que ya vimos con el Saturn II, así que no me repetiré con ella. Sólo apuntar que debido a lo representativo del Soleure, se echa en falta alguna pincelada histórica en el empaquetado.
Diseño y construcción
Si bien este Soleure referencia 545660 49 12 05 es un modelo actualmente descatalogado en las referencias de Roamer of Switzerland (continúa comercializándose el Soleure Chrono –540951-), se trata de una pieza que bebe de sus raices del Soleure de los años 1930.
De hecho la marca Soleure fue registrada por el propio Fritz Meyer en el año 1905.
La caja de 42mm de diámetro sin contar la corona es de un tamaño actual, más típica de relojes actuales o deportivos que de modelos de vestir. Sin embargo su aspecto es más bien clásico, combina el acero inoxidable 316L pulido y cepillado, con un elegante bisel exterior fijo con recubrimiento PVD en dorado. La corona de tipo cebolla, pero no sobredimensionada como en los relojes de aviador, está también bañada en dorado. Es a presión, algo muy cómodo, y que aún así, logra obtener una hermeticidad de hasta 100M, en este sentido Roamer nos tiene muy bien acostumbrados.
A diferencia de los antiguos baños de oro, el PVD (Physical Vapor Deposition), muy utilizado con los «pavonados» o negros, es mucho más duradero y resistente.
En la esfera destaca el guillocheado del fondo, muy elaborado y elegante, dándole profundidad a las partes lisas, mientas que los numerales romanos que están aplicados, lo hacen en altorelieve. Contiene todos los numerales del 1 al 12, con la excepción del 3 que está ocupado por el fechador. Especialmente con la luz natural del sol, produce unos reflejos tornasolados muy bonitos.
Las manecillas esta vez sí, tienen la longitud adecuada, llegando hasta donde deberían llegar, aunque son de color plateado (salvo la segundera que es azul), en vez de dorado que parece que hubiera sido lo ideal. No llevan ningún tipo de lumen, y aunque no hubiera estado de más, no es habitual en relojes clásicos.
El cristal es de zafiro con tratamiento antireflejante, es bastante abombado, pero como debe ser delgado y de buena calidad, se lee muy bien y no molesta. Es precisamente su concavidad la que aumenta ligeramente la altura del reloj, hasta los 12,5mm, que siendo un guardatiempo automático, tampoco es un grosor exagerado.
La trasera es de acero inoxidable roscada contando con un grabado exclusivo para la colección Soleure. Está bien terminada, pero resulta inexplicable que no hayan optado por una trasera de exhibición.
La correa es de cuero negro y 20mm de ancho, los pespuntes de las costuras destacan en color blanco, y lleva una pequeña placa firmada con la R de Roamer. El cierre es desplegable (deployante), una opción más exlusiva que la hebilla normal, que da prestigio, pero que no a todos agrada. El cierre es de color plateado, y quizás aquí si que es adecuado, porque en caso contrario tendría demasiado dorado.
Movimiento
El Soleure tiene una gran novedad para mi, su calibre, el STP 1-11 de Swiss Technology Production, una reciente compañía suiza que a diferencia de lo que hace Sellita, Valanvron o Sea-Gull con ETA, no es un clon del 2824-2, sino que lo han tomado como base, y le han agregado pequeñas mejoras. Por eso, aunque sigue latiendo a 28.800 vph, tiene carga automática bidireccional, parada de segundero y remonte manual, la cantidad de rubís ha aumentado hasta los 26. Por si esto no fuera poco, es más preciso que los de ETA/Sellita, y ofrece una reserva de marcha superior. Su precio según se comenta, es además levemente inferior al de sus competidores. Podéis consultar sus especificaciones técnicas (4,8 MB en formato PDF).
Swiss Technology Production fundada en el año 2008, fue adquirida por Fossil Group en 2012, que además de incorporarlo en marcas de su propiedad como Fossil, Zodiac o Burberry lo vende a terceros, este es el caso de Roamer, y también de Swiss Military Hanowa o Smith & Smoorcer.
En este caso ocurre lo contrario al Roamer Saturn II, puesto que los de Roamer declaran una reserva de marcha de 40 horas, mientras que en STP la aumentan hasta las 44. La marca no habla en cambio de desviaciones, así que recurriendo a STP, nos indican que operan en el rango medio de 0/+15 segundos/día, un 60% mejor que los +/-12 de los ETA 2824 y Sellita SW-200 de grado estándar.
Su uso es igual de satisfactorio que el 2824, preciso de ajustar, bastante agradable a la hora de darle cuerda, con un rotor silencioso que no hace de sonajero, y una alta frecuencia que casi parece dotar a la segundera de movimiento continuo a 8 Hz. Por las fotografías que he visto el STP1-11, incluso en su grado más básico, no es más feo que el 2824, así que bien merecería una trasera de exhibición.
Sensaciones
No pensaba que un reloj tan aparentemente clásico como este pudiera dar tanto juego en alguien como yo, y es que siendo sinceros, me parece mucho más satisfactorio que el Saturn II, si bien a simple vista podría parecer lo contrario. Su tamaño, generoso, pero llevable con cualquier tipo de ropa, las manecillas de la longitud correcta, y el toque justo de dorados para no resultar estridente ni grosero, lo hacen muy agradable de llevar, y placentero de contemplar. Dentro de su corte clásico, algunos guiños como la segundera azulada le dan un carácter actual. Los reflejos de la esfera generan bellas formas, pero no limitan el contraste con las manecillas, no hay brillos incómodos ni extraños.
La correa es cómoda y muy flexible, haciendo de él un reloj que igual nos sirve para vestir de traje en un evento, para ir a trabajar a diario, como para quedarnos en pijama y batín en casa disfrutando de un buen libro.
Conclusiones
El Roamer Soleure me parece un reloj exquisito, tanto por sus detalles, como por el calibre que incorpora, lo veo por encima del Saturn, siendo el Soleure además, marginalmente más económico. Ciertamente no entiendo que la marca haya descatalogado el modelo, o que aún no disponga de un sustituto que esté a su altura, porque creo que en cuanto a concepto y desarrollo, lo han bordado.
▲ Más | ▼ Menos |
Calibre STP1-11 Diseño bonito |
Presentación básica Descatalogado |
Sigo sin explicarme el rechazo que le he ido adquiriendo en unos años a los numerales romanos en los relojes de pulsera y en general.
Mira que este Roamer es bonito, de un tamaño de antes de que se desmadraran las proporciones y al a ver quién lo hacía más grande porque sí, que incluso se ve que hay querido dejar a los numerales un tamaño justo, ni demasiado pequeño, ni tirando a grande para no recargar (más aún junto con el diseño de la esfera y su decoración)… pero que no, «no los trago». Y más aún, con el fechador recordándomelo. xD
Creo que tiene parte de culpa de ello, el haber ido viendo y conociendo más con los años diseños de relojes de los años 30 a los 50, tipo Festina Extra, Cauny, Cyma… con diseños y acabados variados de esferas, pero muchos o con menos numerales o sin ellos, o con bonitos numerales aplicados en números arábigos. Me han ido gustando mucho esos estilos.
El reloj en todo caso es precioso, y para las especificaciones que tiene, además de siendo suizo y en los precios que se mueve su competencia (mucha con peor calibre o incluso cada vez más chino por mucho «Swiss made» que pongan), se acerca a un precio razonable.
El cierre de la correa siendo esta del tipo de piel no me termina de convencer. Pero al menos se podrá elegir correa, y fácilmente y por poco dinero ponerle la que nos de la gana. Ventaja de tener la caja asas estándar y no de medidas raras.
Es curioso lo que te ocurre con los números romanos Alejandro. Algo que a mi también me pasa. Con el tiempo, me van gustando menos. Sin embargo conozco gente que le ocurre justo lo contrario, cada vez les gustan más. Me imagino que tiene que haber gustos para todo.